La familia de Amy, asesinada a martillazos en Fuengirola: "Estaba decidida a divorciarse y él no lo aceptaba"
"Era una mujer llena de sueños, era el apoyo de todos", describe una de sus sobrinas
Zunilda llevaba desaparecida desde el sábado

Se llamaba Zunilda, pero en el mundo del fisicoculturismo profesional, al que se dedicaba en cuerpo y alma, quiso darse a conocer como Amy. Nació en Colombia y tenía 43 años cuando, según ha confirmado ya la Delegación del Gobierno, fue asesinada, presuntamente a manos de Jarrod, su marido, de 47, que acabó con ella a martillazos. Llevaban juntos desde hacía cuatro años, pero la relación que mantenían hacía agua: ella quería ponerle fin. Y ese, en palabras de su familia, pudo ser el detonante del crimen. "Estaba decidida a divorciarse, era una decisión tomada que él no aceptaba. Lo haría una vez estuviera con nosotros en Colombia a final de mes y se lo hizo saber a Jarrod", relata en declaraciones a este periódico Yuleydis Paola, sobrina de la víctima.
Los familiares nunca se habían percatado de "comportamientos extraños" del que sería el verdugo de Amy. Sabían sólo de las habituales desavenencias conyugales entre ambos. "Ella lo atendía bien. Había ciertas inconformidades, pero aún no estaba el deseo o pensamiento de una separación". describe.
"Una mujer llena de sueños"
El retrato de Amy que su sobrina proporciona es el de una "mujer llena de sueños y dedicada a su carrera profesional". Amy, con un "corazón bondadoso", era "amable y servicial, el apoyo de todos". Y con las ideas muy claras. Actuaba inmediatamente si veía "algo inusual que afectara a su vida".
Con Jarrod no tuvo hijos. La pareja contrajo matrimonio en 2023 para sellar su amor. "Fue un día muy feliz para ella y para la familia también. Nunca se había casado y era la única que faltaba y así lo deseábamos", recuerda su sobrina mientras señala una fotografía de aquel día. Pero, lamenta, "al parecer eligió mal su compañero de vida".
Con todo, no cree que el suyo fuera un camino de rosas. Los fallecidos tuvieron una "primera ruptura", como consecuencia, según la familia de Amy, de una "traición por parte de él". "Eso fue devastador, de acuerdo a lo que mi tía me contó, la dejó sin nada", asegura.
Amy y Jarrod estaban vinculados profesionalmente al mundo del culturismo, en el que ella se había iniciado hace 11 años. Él también tenía la nacionalidad estadounidense. La mayor parte del tiempo residían en Dubái (Emiratos Árabes), donde competían. Ella tenía un futuro prometedor, con un físico muy trabajado y un estilo de vida centrado en el deporte de alto rendimiento. En 2021, obtuvo el segundo puesto en la Worlwide Latin American Championships, que organiza el Comité Nacional de Físico (NPC), la principal organización de fisicoculturismo amateur del mundo. "Siempre nos deslumbraba con su disciplina y constancia", destaca su sobrina mostrando orgullosa otra imagen de Amy.
La víctima tenía previsto reencontrarse con su familia en Colombia el 25 de julio, después de una competición en la que iba a participar en Portugal. No se veían, de manera presencial, desde hacía un año. Pero la comunicación y videollamadas con ella "eran constantes".
Un mensaje inquitetante en Instagram "para justificar su acción"
El perfil de Amy en Instagram tenía cerca de 80.000 seguidores. El último mensaje difundido advirtiendo de su supuesta agresividad hizo saltar las alarmas. "Durante las últimas 20 semanas, Amy ha estado entrenando para una competición de culturismo y ha estado en un ciclo de esteroides pesado. Su entrenador le ha hecho tomar muchos esteroides incluyendo trembolona y le dije que no se la diera, porque la volvería muy loca", rezaba la publicación.
La familia cree que el homicida puede estar detrás de esas palabras. "Se comprende a simple vista que ese mensaje fue justificando una acción. De inmediato supimos que le habían hecho algo pero no sabíamos con certeza quién", remacha su sobrina, que niega también la descripción de Amy en ese post. "Jamás vimos en toda su vida un comportamiento agresivo y loco, como menciona. Ninguno de sus amigos tiene una opinión similar", denuncia.
Considera también que la decisión de "quedarse con todo el dinero", a la que se alude en el mensaje publicado, es también "totalmente falsa". "Ella quería que -tras la separación- todo se dividiera de acuerdo a lo correspondido. Él también tenía acceso a las cuentas", sostiene. Si hubiera sido una cuestión económica, "fácilmente podría haber escapado con todo".
Desde el sábado pásado, la familia no tenía noticias de Amy. Preocupados, pidieron ayuda a través de las redes sociales con una publicación en la que advertían de que una "mujer colombiana y su esposo americano" estaban desaparecidos en Málaga. "Los familiares y amigos estamos angustiados sin tener noticias", alertaban entonces. El peor presagio se confirmaba cinco días después. Fue este lunes cuando la Policía encontró los dos cadáveres en el número 8 del Higueron West Dream Apartament, donde ocurrieron los hechos.
Los primeros datos apuntan a que la mujer habría fallecido como consecuencia de los múltiples golpes que habría recibido con un objeto contundente, al parecer un martillo. El cadáver del que era su pareja presentaba heridas por arma blanca, compatibles con un suicidio.
La víctima yacía sin vida en una habitación de la casa. Su compañero sentimental fue encontrado muerto en el baño. La previsión es que este viernes un equipo de forenses le practique la autopsia a los dos cuerpos en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga. Los resultados contribuirán a esclarecer las circunstancias de las muertes y también determinarán la data.
La fallecida no estaba registrada en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, conocido como VioGén, que protege a las víctimas de la violencia machista, ni tampoco constaban denuncias previas contra su compañero sentimental, según distintas fuentes próximas al caso consultadas por este periódico.
Igualdad eleva a 15 las asesinadas este año por violencia machista tras confirmar el caso
Amy es la tercera víctima mortal que deja la violencia de género en lo que va de año y la quinta en Andalucía este 2025. En su caso, no tenía hijos menores de edad y no existían denuncias previas contra el presunto agresor. Este mismo mes, otra mujer, Pilar, moría a manos de su pareja como consecuencia de los golpes que había recibido, sobre todo en la cabeza. Pero, además, el cadáver presentaba signos de estrangulamiento. El supuesto feminicida, un ciudadano búlgaro de 47 años, había acabado con su vida en un descampado. Ella, madre de un hijo mayor de edad, se ganaba unos euros aparcando coches en la explanada situada junto a la calle Vélez, en el municipio marbellí.
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