Unas 250 farmacias tienen problemas de liquidez por la medidas de contención

En la provincia hay 620 farmacias. Más de 250 tienen problemas de liquidez por lo que deben aplazar los pagos a sus proveedores o endeudarse para mantener abierto el negocio. Una decena de boticas ha presentado concurso de acreedores e incluso la de Atajate ha solicitado autorización a la Delegación de Salud para cerrar. Ese es el panorama del sector descrito por el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela.

Según aseguró, la complicada situación financiera de más de un tercio de las boticas de la provincia es producto de los sucesivos decretos -primero del ejecutivo de Rodríguez Zapatero y luego del de Rajoy- para la contención del gasto farmacéutico.

De acuerdo a los datos de la entidad colegial, la facturación de septiembre de este año con respecto a la del mismo mes de 2011 sufrió una disminución del 21% y con relación a 2010 ha caído alrededor de un 30%. "En dos años, ha disminuido casi un tercio la facturación", resumió el presidente de la institución.

La merma en los ingresos de las boticas se ha traducido a su vez en pérdida de empleo. Casi 400 en total. Una cifra en la que se incluyen no renovaciones de contratos, reducción de sustituciones de verano y despidos. Más de 300 corresponden a auxiliares de farmacia y en torno a 60, a farmacéuticos. Una reducción de empleo acumulada solo desde septiembre de 2011 hasta la actualidad.

"Son unas 360 personas que en 2010 estaban trabajando. Y la pérdida de empleo en el sector va a ir a más", advirtió el presidente del Colegio.

Según Tudela, hay tres perfiles de boticas afectadas por la asfixia financiera. La de los pueblos de menos de 1.000 habitantes que con los progresivos decretos del Gobierno central para la contención del gasto han perdido el escaso margen de rentabilidad que tenían. Éstas suman una veintena.

Otro bloque de farmacias aquejadas por falta de liquidez suelen ser las adquiridas en los últimos 10 años. Boticas puestas en funcionamiento con unas estimaciones de ingresos que han caído en picado y con los que ahora sus titulares tienen dificultades para afrontar las hipotecas contraídas. Estas oficinas se acercan al centenar. No todas son farmacias pequeñas. Algunas son de gran tamaño y con bastante personal, pero fueron proyectadas hace una década con unos ingresos que no se corresponden con la realidad actual.

Otras boticas con dificultades suelen ser aquellas de tamaño medio, con su titular ya a punto de jubilarse y que no han modernizado su gestión.

La facturación de los fármacos cae por las sucesivas medidas de contención del gasto impulsadas desde el Ministerio de Sanidad. Pero además, debido a la crisis, también se reducen los ingresos de parafarmacia, es decir aquellos productos que no son medicamentos. Estos artículos suponen la quinta parte de las ventas del sector. La estimación del Colegio es que la facturación de estos productos ha caído en torno a un 30%.

Tudela recordó que las medidas de contención del gasto no solo repercuten en el bolsillo de los farmacéuticos. También afectan a los usuarios. El nuevo copago establecido en julio y la exclusión de 417 fármacos de la financiación pública (medicamentazo) que se aplica desde septiembre está provocando que haya pacientes, sobre todo mayores polimedicados, que ya no se llevan todos los remedios que les ha prescrito el médico.