La fiesta terrorífica más divertida

Halloween no es una fiesta precisamente de origen español, pero eso no supone ninguna excusa para celebrarlo por todo lo alto. Lo cierto es que esta velada de tradición estadounidense se ha extendido al mundo entero desde hace varias décadas. La esencia de esta fecha es hacer tributo a la muerte y a los fallecidos, cada país lo conmemora de una manera y con motivaciones diferentes. Pero la forma de celebrarlo, la más divertida, es igual en todo lados. Calabazas, tumbas o telarañas son las decoraciones por excelencia de este festejo, aunque los verdaderos protagonistas son los disfraces. La clave es ataviarse con trajes de personajes terroríficos y cuanto más miedo den, mucho mejor.

"Hay personas que vienen a echar un vistazo a los disfraces y al maquillaje desde septiembre", cuenta Juan Rodríguez, encargado de Carrasquilla, uno de los puntos de referencia malagueños en todo lo relacionado con el mundo de los disfraces y artículos de fiesta. Situada en la calle Juan de Padilla, cerca de la plaza Mitjana, esta tienda cumple ya mismo su 40 aniversario. Es considerada toda una experta en la gama de productos y variedad de complementos relacionados con el cine, teatro y otras celebraciones, entre ellas Halloween. Rodríguez asegura que las ventas aumentan de manera muy notable en estas fechas. "Vendemos muchísimo más ahora incluso que en Carnaval". Llegada la fecha, su clientela hace largas colas en Carrasquilla para surtirse de todo lo necesario. "Hay días que llego a las cinco de la tarde para abrir y encuentro a mucha gente esperando", asegura el encargado de la tienda.

Los malagueños ya saben donde hallar pelucas, artículos de efectos especiales, maquillaje profesional... Las lista de productos que se pueden encontrar allí contienen un sinfín de opciones. Para este festejo terrorífico lo más demandado son artículos de látex, maquillaje y sangre artificial. Este líquido rojo se puede encontrar de todos los tipos, "Sangre seca, coagulada, en pasta, cápsula de sangre, sangre para los ojos... Te puedes hacer lo que tu quieras", manifiesta el encargado de la tienda. El blanco, negro y rojo son los colores más significantes para los detalles más delicados y escabrosos.

En cuanto a los disfraces, la variedad también es muy amplia. "Aunque los clásicos siempre triunfan", explica. Vampiros, esqueletos, diablos y brujas son los más demandados. Frankenstein y Freddy Krueger tampoco fallan. Traje hay para todo el mundo; desde los más pequeños, con seis meses hasta los adultos. Aunque la clave es el maquillaje. "Vendemos trajes que no tienen nada que ver con Halloween, pero el maquillaje es lo que diferencia", indica.

El precio varía según los productos que se quiera adquirir . "Te puedes llevar un disfraz completo -con maquillaje y todo- por 25 euros". Pero todo depende de lo que cada uno esté dispuesto a gastar. "Hace unos días vino una pareja que se gastó casi 300 euros", añade. Con más o menos sangre lo importante es pasarlo bien en la fiesta más terrorífica del año.