Unos 50 fisioterapeutas siguen sin incorporarse a los centros de salud de Málaga

Una semana antes de las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) alcanzó un acuerdo con los sindicatos en la Mesa Sectorial que se plasmó en el Pacto por la Atención Primaria. Entre otras cosas, comprometía la incorporación de 570 fisioterapeutas a los centros de salud de Andalucía. La mitad –285– debían estar incorporados antes del 30 de junio de 2024 y el resto, antes del 31 de diciembre de ese año. A la provincia de Málaga le correspondía cerca de un centenar.

Ha pasado medio año del plazo en que tenían que estar todos trabajando y más de la mitad sigue sin llegar. Según datos del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía (Icpfa), a nivel regional se han incorporado en torno al 90% de los primeros 285 y en el ámbito provincial, 32 de los primeros 43. Queda pendiente el resto, que en el caso de Málaga son en torno a medio centenar.

Es la denuncia que lanzaron recientemente el Colegio y el Sindicato de Enfermería (Satse). Ambas organizaciones valoraron “positivamente el compromiso del gobierno andaluz” con esta mejora que apunta a saldar uno de los déficit más clamorosos de la sanidad pública, pero lamentaron que “aún no se haya cumplido un acuerdo que debió haber concluido el pasado 31 de diciembre”.

Ese era el plazo comprometido en el punto 12.a del Pacto por la Atención Primaria suscrito por la Consejería de Salud en la Mesa Sectorial con Satse, CSIF, CCOOy UGT.

El presidente del Colegio andaluz, Miguel Ángel Lérida, apuntó que “es un retraso” en el cumplimiento del acuerdo y confió en que en los próximos meses se incorporen los profesionales pendientes. Pero a continuación lanzó una advertencia a la Administración autonómica al apuntar que el comunicado del Icpfa y Satse en el que sacaba a la luz la demora era un toque de atención. Acotaba que ambas organizaciones estarán alertas y después del verano, “si no hay cambios y no se completa el compromiso adquirido, habrá movilizaciones”.

El déficit de fisioterapeutas en la sanidad pública andaluza es histórico. La falta de estos profesionales genera tantas listas de espera que al final miles de ciudadanos tienen que costearse de su bolsillo las sesiones de rehabilitación. Y quienes no tienen recursos para ello, sufren demoras de tantos meses que muchos al final pagan con su salud las consecuencias de ese déficit.

En su comunicado, Satse y el Colegio reconocieron el contenido del Pacto en este aspecto como “paso imprescindible para paliar la necesidad de estos profesionales en Atención Primaria”. Precisamente, es en este nivel donde están las mayores carencias. Porque los especialistas destacan que por lo general, los casdos urgentes o que precisan atención hospitalaria –como ictus o la recuperación tras un largo proceso de encame– suelen tener mejor cobertura. El mayor de los problemas se produce sobre todo con cuadros que no son tan graves, pero sí invalidantes o dolorosos; como lumbalgias, esguinces o lesiones cervicales. Precisamente, los tipos de dolencias que se asisten en Atención Primaria. De ahí la importancia del acuerdo alcanzado y, sobre todo, de que se cumpla en su totalidad.

Reclaman un registro para conocer las listas de espera

El Sindicato de Enfermería (Satse) y el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía (Icpfa) reclaman la creación de un registro oficial de listas de espera en este ámbito de la sanidad. El Servicio Andaluz de Salud tiene estadísticas de operaciones y consultas externas que permiten conocer las demoras y los pacientes que están esperando.

La petición de ambas organizaciones apunta a que se cree un registro sobre Fisioterapia para conocer la demanda asistencial en este ámbito sanitario, las demoras, las listas de espera y, en consecuencia, también las necesidades de plantilla. Aunque varían según las patologías y los centros, profesionales han llegado a denunciar esperas de más de un año. Incluso en alguna ocasión, el Colegio acusó a la Junta de Andalucía de generar discapacidades por la tardanza en dar respuesta a los pacientes ya que la espera empeoraba o cronificaba dolencias.