“Con la cantidad de asesores estoy muy tranquilo: Sevilla tiene el doble”

Francisco de la Torre | Alcalde de Málaga

El regidor anuncia novedades próximas para el Guadalmedina de la mano de la Junta y apunta a la transformación del eje litoral como el proyecto de mayor impacto para Málaga

Francisco de la Torre, en la terraza del Ayuntamiento, antes de la entrevista.
Francisco de la Torre, en la terraza del Ayuntamiento, antes de la entrevista. / Javier Albiñana

Málaga/-Ahora que parece que la pandemia queda atrás, ¿con qué previsiones de crecimiento para Málaga cuenta ante el nuevo curso?

-Estamos en un momento muy positivo. No hubo momento más difícil desde que soy alcalde que el comienzo del estado de alarma, porque no sabíamos cuánto iba a durar. Pero, del mismo modo, nunca, en mis años del alcalde, he vivido un momento de tanta potencia de Málaga, de tantas expectativas, como el presente. Hemos tenido en los últimos meses un recorrido de recuperación turística muy buena. No estamos aún al cien por cien respecto a 2019, especialmente en el turismo internacional, pero ya nos vamos acercando. Las previsiones hoteleras son buenas, hay un interés por la ciudad muy claro. Se plantean nuevas instalaciones hoteleras de gran calado, lo que tiene que ver con el desarrollo tecnológico apuntado y el turismo de calidad y de congresos. En la estrategia referente a la innovación y los proyectos de smart city, tampoco hemos tenido un momento tan esperanzador como el de los últimos meses. Cada vez acudimos a más foros turísticos, culturales y tecnológicos para dar cuenta de esta transformación. Hay una demanda creciente. Noticias como la llegada a Málaga de Google y Vodafone, entre otras empresas, han ayudado a reforzar la imagen de la ciudad como un destino idóneo para que grandes firmas de innovación desarrollen aquí sus proyectos, gracias también al teletrabajo. Fundaciones como la de Ricardo Valle, donde hay empresas y administraciones, han mostrado su compromiso y su interés por Málaga. Y no menos decisivo es el diálogo fluido y transparente con la administración autonómica.

-¿Es igual de fluido el diálogo con la administración central?

-Trato de tenerlo. No está conseguido aún, pero no lo descarto.

-¿Ha tenido alguna comunicación con Pedro Sánchez sobre la candidatura a acoger la Expo sobre sostenibilidad en 2027? Le dio usted el plazo de unos meses y, mientras tanto, Minnesota se adelanta en las quinielas.

-Según el reglamento, desde que un Estado presenta una candidatura hay seis meses para que otros puedan presentar las suyas y entren en competencia. Ahora estamos justo en ese plazo de seis meses. Nuestras previsiones son buenas, pero falta hacer la carta en la que el Gobierno presente formalmente la candidatura. Eso todavía no se ha producido. Aprovecho cada circunstancia para reclamar esa carta al Gobierno. No quiero ser pesado, pero sí constante.

"No puedo descartar que el Hermitage haya venido a mostrar interés por Málaga para presionar a Barcelona”

-¿Qué lectura hace de los Presupuestos Generales del Estado?

-No he tenido tiempo de revisar aún las cuentas a fondo. Parece que la cifra más potente en lo que se refiere a Málaga es la destinada al eje ferroviario de Algeciras a Bobadilla, que desde luego es algo importante para la provincia de Málaga aunque no está directamente implicada. Sí que habría sido oportuna una mayor inversión para el tren litoral. Es cierto que el actual no es un momento de obras, pero sí de estudio. Habría que seguir presupuestariamente el camino emprendido hace tres o cuatro años. Nosotros, por nuestra parte, ofrecemos nuestra colaboración para el desarrollo de ese estudio necesario. Habría que buscar la implicación del Gobierno en una financiación público-privada para el eje litoral o vía perimetral, de la que venimos hablando desde 2017. También echo de menos un compromiso más claro con los Baños del Carmen. De todas formas, más allá de los Presupuestos Generales, insisto en que hay indagar en las posibilidades de colaboración público-privada y en los fondos europeos para proyectos como el relacionado con la Fundación Ricardo Valle, en el que, además de los programas europeos de innovación, necesitaremos sin duda el apoyo del Gobierno. Yo quiero que el Gobierno cuente con Málaga, con su potencialidad, tal y como hace ahora la administración autonómica con cuestiones como el Parque Tecnológico o el tema del Guadalmedina, que está vivo en cuanto a diálogo y a la entrada en juego de fondos europeos.

-¿Hay alguna previsión en firme para el Guadalmedina?

-Sí. Habrá pronto noticias de estos avances en virtud de la colaboración con la administración autonómica. Hasta entonces, tengo que ser leal dentro de esa colaboración. Todo se contará en su momento de forma conjunta.

-¿Y para el eje litoral?

El alcalde, durante la entrevista.
El alcalde, durante la entrevista. / Javier Albiñana

-Ese tema trasciende lo metropolitano para abrazar la idea de ciudad-región. La entrada de la financiación privada será necesaria para cuestiones como el transporte interurbano, mientras que con la financiación pública asumiríamos retos como la modernización de la actual estación de autobuses creando dos centros de acogida de viajeros, uno en la zona de Vialia y otro en la Plaza de la Marina, lo que facilitaría la conexión entre la capital, toda la Costa y también el Norte, hasta Antequera y Guadalhorce, facilitando la llegada de los vecinos de estas áreas y en conexión a su vez con el corazón y el transporte público de la ciudad. El objetivo sería incluir en esta conexión a las zonas más pobladas de la provincia pero también a otras que no sean tan pobladas. Se produciría así una sinergia muy positiva entre la capital y todos esos territorios. Hay que profundizar con la mayor lealtad en la colaboración que podríamos abordar todos los Ayuntamientos implicados. Todo esto nos permitiría además crear en Málaga espacios peatonales nuevos, soterrando el Paseo de los Curas y el Muelle de Heredia y facilitando la conexión entre el Parque, el Soho y el Puerto. Tendría su coste, desde luego, pero vamos a estudiar a fondo todas las posibilidades de financiación. Ahora queremos difundir y dar a conocer el proyecto. Por eso hemos reforzado el equipo que dirige Pablo de Otaola con algunos nombramientos para que podamos tener más operatividad. Será un proyecto de todos, incluidos el mundo empresarial y sindical.

-Por cierto, la cantidad de asesores ha vuelto a ser objeto de críticas. El Ayuntamiento cuenta con 31 asesores eventuales, a los que si se añaden gerentes y directores de fundaciones y empresas municipales resultan más de 70. ¿Cómo convencería a la opinión pública de que todos ellos son absolutamente necesarios?

-En esto hay una acusación constante por parte de la oposición, que juega a la confusión metiendo todo eso en el mismo saco. Hay que hacer esa distinción entre asesores eventuales y directores de entidades como la Empresa Malagueña de Transportes, Emasa o Málaga Procultura, cuyo trabajo constante es absolutamente necesario. Con respecto a los asesores, a menudo se considera que se trata de acomodar a personas con las que se comparte una confianza política, pero, desde luego, aquí no es el caso. Cuando hablamos de reforzar el equipo del coordinador general de Infraestructuras, Pablo de Otaola, por el tema del litoral, hablamos de contar con quien pueda ser útil. Lo que piensen o lo que voten, perdón por la palabra, me importa un bledo. Nunca me he metido en eso. Lo mismo con el tema de los fondos europeos: los directores de distrito son funcionarios que acceden a sus puestos por concursos internos. En cuanto a la cantidad de asesores, no he agotado la cifra legal. Me consta que el Ayuntamiento de Sevilla tiene más del doble. Yo no he hecho el recuento, pero alguno sí lo ha hecho. No hay razones para hacer esa crítica. Se trata de dar agilidad a los proyectos, y es tal el trabajo que hay que hacer ya sólo para administrar los fondos europeos y los cauces de participación público-privada que necesitamos el material humano del que disponemos. Honestamente, más tranquilo no puedo estar con este asunto.

"Volvería a firmar el pacto con Juan Cassá tal y como lo hicimos. Se trata, ante todo, de aportar transparencia"

-¿Le preocupa que el pacto de estabilidad firmado con Juan Cassá comprometa la coalición con Ciudadanos?

-¿En qué sentido?

-Después de aquella firma, Noelia Losada se ha mostrado crítica con la llegada del Hermitage. No es difícil establecer una relación de causa y efecto.

-La señora Losada ha manifestado claramente su compromiso con el gobierno de coalición. Ella trabaja en sus áreas y sabe que cuenta con nuestra colaboración y con la mía personal. Respecto a sus últimas declaraciones, todas tienen una explicación: creo que cuando se refirió al Hermitage no sabía aún que el proyecto se plantea como una iniciativa privada al cien por cien, en lo que tiene que ver con la instalación y el mantenimiento. Así se planteó en Barcelona y así nos lo han trasladado a nosotros. Ellos tienen interés en estudiar la opción de Málaga a la vista de que Barcelona a dicho no, lo que por otra parte resulta cuanto menos chocante dado que es un proyecto que te van a pagar. En Málaga planteamos dos opciones para su ubicación, una en el Puerto y otra en la Avenida de Andalucía, en la parcela frente a la Comisaría, aunque los promotores se han fijado más en el Puerto. Pienso que Losada pudo reaccionar como lo hizo porque no tenía esta información. De hecho, ayer mismo hizo una declaración sobre este tema en la que matizaba sus palabras justo en la línea de lo que venimos diciendo. Por otra parte, Losada, que demandó por contra más atención para el patrimonio, sabe muy bien que el compromiso de este Ayuntamiento con el patrimonio histórico que ella demanda es total. Estamos a la espera de que la Junta autorice la instalación del tejado a dos aguas para cubrir la Catedral, un asunto que debió haber resuelto el anterior Gobierno andaluz, cuyo error ha tenido consecuencias graves. El problema es que el actual Gobierno ha heredado un déficit notable en técnicos del patrimonio que lastra de manera inevitable algunos proyectos, pero espero igualmente que pronto comiencen las obras necesarias en la Alcazaba y Gibralfaro, una actuación en la que nos hemos implicado sin reservas, igual que en el Cerro del Villar.

-Además, Losada votó con el PSOE que se respetara el informe del Ministerio de Cultura sobre la Torre del Puerto.

-Nosotros sostenemos que ese informe tiene errores, falsedades e inexactitudes. Sitúa el proyecto en el Centro histórico cuando lo cierto es que la distancia que separaría al edificio del Centro histórico es de más de un kilómetro. A la misma o a mayor distancia que separa a las grandes torres de Barcelona del Puerto Olímpico de la ciudad, por ejemplo. Basta echar un vistazo en Google Maps para comprobarlo. No hay razones para que el Ministerio de Cultura haga el informe que ha planteado. Pues bien, entiendo que Losada ha querido tomar distancias de este informe y pedir que las administraciones hagan su trabajo. Hablamos de una iniciativa urbanística clara a nivel municipal y autonómico. Y entiendo que pueda haber opiniones contrarias a la nuestra, a la posibilidad de verlo más como una ventaja que como un inconveniente. Sería un elemento fundamental para la atracción de más turismo de lujo y también de turismo de congresos. El diálogo que hará el edificio con el entorno será mucho más esbelto que el que hace la Malagueta, con toda su densidad.

"Siempre he dicho que en el PP hay banquillo, pero agradezco seguir siendo la primera opción para Málaga"

-¿Volvería a firmar el pacto con Cassá tal y como lo hizo?

-Claro que sí. Cuando el PSOE promovió con el apoyo de Losada la declaración de tránsfuga de Cassá, el PSOE y Adelante Málaga hicieron un claro ejercicio de cinismo político. Yo entiendo la postura de Losada, que se sintiera dolida ante un compañero que se ha ido del partido. Lo que no puedo entender es la postura del PSOE, que estuvo esperando a que el señor Cassá apoyara una posible moción de censura y que, al ver que no la apoyaba y conservaba la misma línea que había mantenido en la coalición, votando a favor de las propuestas del equipo de Gobierno, lo declaran tránsfuga. Lo que el PSOE habría querido, justamente, es que Cassá fuese un tránsfuga total y absoluto, no sólo dejando su formación sino rompiendo la línea de acuerdo que había mostrado en la coalición. Eso sí es transfuguismo. El pacto nace de la voluntad de dar más transparencia a ese acuerdo. Pero tiene bemoles que el PSOE declare tránsfuga a Cassá porque no hizo lo que ellos querían.

-¿Con qué posibilidades reales cuenta Málaga para acoger la filial del Hermitage?

-No quiero despertar unas expectativas que luego se vean frustradas. Pero la verdad es que ellos han mostrado interés. Parece que hay otras posibles ciudades, ya no sé si por interés de los mismos promotores del Hermitage o porque han sido ellas las que se han posicionado. En nuestro caso, el interés del museo es notorio y eso entraña un reconocimiento del valor de Málaga. Ahora bien, ¿los impulsores de esta nueva sede del Hermitage han venido a interesarse por Málaga porque ya no cuentan con Barcelona? ¿O lo hacen tal vez con el ánimo de que Barcelona se sienta presionada y rectifique?

-¿Qué responde usted a eso?

-No tengo los datos. Pero confieso que desde el primer minuto he pensado en la posibilidad de que se trate de una medida de presión para hacer que Barcelona cambie de opinión y acoja el museo. Como un último intento. No digo esto por crear problemas: el espacio está contemplado en el Plan Especial del Puerto, reforzaríamos la oferta museística y la proyección de Málaga como ciudad cultural. Pero quiero ser claro. Me gustaría pensar que la opción de Barcelona está del todo descartada, pero aún no podemos concluirlo.

-¿No le preocupa que se dé un exceso de oferta museística, con centros obligados a competir entre ellos en muy poco espacio?

-Esa competencia nunca es mala. Recuerdo que cuando dimos la noticia de la llegada del Pompidou y el Museo Ruso hubo una cierta preocupación desde los entornos del Museo Thyssen y el Museo Picasso por cuanto pudiera afectarles, pero la realidad lo desmintió. Estos museos han crecido más desde que llegaron los nuevos. Y es lógico: la gente que visita una ciudad dedica más tiempo a esa ciudad si tiene más cosas que ver. No es fácil, pero siempre se pueden plantear proyectos en coordinación con varios museos. Cuando lo hemos hecho, los resultados han sido muy buenos. Lo importante es que podamos seguir ofreciendo atractivos, no sólo al turismo, también a los propios malagueños. Ahora hay mucho más que ver y mucho más que hacer para todos.

"La solución para el centro pasa por que empresarios, vecinos y usuarios generen un clima de entendimiento”

-Más allá de la distancia con el centro, voces autorizadas como Icomos, la Academia de San Telmo y el Colegio de Arquitectos advierten de la afección paisajística que entrañará la Torre del Puerto. ¿Qué reflexión hace usted al respecto?

-Siempre me gustaría que hubiera una mejor recepción, por supuesto. Sobre todo si hablamos de voces autorizadas. Pero Icomos se opuso a la construcción de la Torre Pelli en Sevilla, y la Torre Pelli está ahí. Y dígale ahora usted a los sevillanos que les quitan la Torre Pelli. El alcalde actual, que se ha permitido llamar la atención a Málaga sobre el informe del Ministerio de Cultura, lo que le decía entonces a Zoido, que era el alcalde de Sevilla, era que le diera todas las facilidades a la Torre Pelli para acelerar su construcción. Yo creo que la Torre del Puerto es una gran oportunidad para Málaga. Ha tenido más afección en el paisaje el Muelle 9, con la ocupación de agua en la bahía de una superficie de cerca de un millón de metros cuadrados además de las grúas. La ocupación aquí será en vertical pero en todo caso con un impacto menor que el ha que venido ejerciendo el crecimiento de la Malagueta en los últimos cincuenta años. Cuando se redactaba el Plan Especial del Puerto defendí que, en lo relativo a los Muelles 1 y 2, no hubiera edificabilidad en vertical por encima de La Farola. Igual que defendí que el Muelle 2 se quedara despejado, sin el silo. Me costó un tiempo convencer al Puerto. Si ahora das un paseo por ahí puedes disfrutar de una visión amplia del paisaje que la Torre del Puerto no va a modificar. Todo ese espacio que se extiende hasta la Farola, incluso hasta la Estación Marítima, ya al lado del hotel, se va a quedar libre. La torre afectará a la visión de la ciudad sólo a quienes vengan por mar, pero como una referencia vertical más del paisaje, una referencia que dialogará con los cruceros, que pueden llegar a tener trescientos metros de largo, mientras que la torre tendrá una altura de unos 115 metros. Funcionaría como un crucero de lujo que se queda permanentemente en el Puerto y que va renovando su pasaje cada tres o cuatro días. El equivalente a cien cruceros de lujo al año. No niego esa afección paisajística, pero, insisto, la veo mucho más encajable que la del Muelle 9, que no ha despertado ninguna pasión en el Icomos ni en nadie.

De la Torre, en la emblemática escalera de la Casona del Parque.
De la Torre, en la emblemática escalera de la Casona del Parque. / Javier Albiñana

-¿Es optimista en cuanto a la reactivación del proyecto del Auditorio a corto plazo?

-El Covid lo frenó todo, pero teníamos muy avanzadas las conversaciones con Unicaja y Mayoral, que estaban dispuestas a aportar el 10% de la financiación. Habíamos hablado con más empresas interesadas con cuya aportación se podría garantizar hasta el 40%, con lo que el esfuerzo público será más soportable. Lo que sí lamento es que la plataforma prevista en el Muelle de San Andrés no sea algo mayor. Cuando se planteó en los años 60 pudo haberse extendido más, incluso hasta La Térmica. Y la verdad es que contar con algo más de espacio facilitaría las cosas. Estudié la plataforma de Levante en su momento, pero el espacio es insuficiente. Lo mismo que La Térmica, Martiricos y otras áreas de cuyo suelo podíamos disponer de más facilidad, pero el auditorio no puede caber ahí. La única opción posible ha sido y es San Andrés.

-Afirma Elías Bendodo que usted sigue siendo la primera opción del PP para la Alcaldía “pero no la única”. ¿Lo recibe como un halago?

-Siempre he dicho que hay mucha gente válida en el PP y su entorno. Hay banquillo y es normal que haya otras opciones. Pero sí que agradezco que se me considere la primera opción. En cualquier caso, estoy en lo que estoy y sobre la candidatura hablaré cuando toque.

-En cuanto a la sentencia favorable a los vecinos de Mitjana por el ruido, además del recurso, ¿piensa el Ayuntamiento explorar otras fórmulas para la convivencia en el Centro?

-Sin sentencia o con sentencia, siempre vamos a estar en esa línea. Con la sentencia más, es lógico. Justamente, si hemos decidido recurrirla es porque no refleja lo mucho que hemos batallado en este tema. Pero la vamos a tener en cuenta, desde luego, para avanzar en mediciones del nivel del ruido y todo lo que sea necesario. Lo que sí tenemos claro es que la solución no vendrá tanto por la vía de sanciones, que ya pusimos muchísimas en esa zona hasta el punto de que algunos empresarios abandonaron. Hay que poner aquí el acento en la responsabilidad de unos y otros: de los empresarios, de los usuarios y de los vecinos, a la hora de crear un clima de entendimiento. Sé que suena utópico, pero ésa es la idea. Claro que siempre es posible la presión de la posible sanción, pero se trataría de lograr que la gente vaya a los sitios precisamente porque no sean ruidosos, porque puedas hablar en ellos sin tener que gritar. Del mismo modo, tenemos que ser capaces de crear elementos técnicos para los espacios internos que sean capaces de absorber el ruido. Pero todo pasa por crear una cultura de educación y respeto a los demás. Tenemos que ser igual de exigentes en el camino de crear esa cultura. Dentro de la excelencia debe estar bien presente la ausencia de ruidos.

"Me preocupa el efecto que pueda tener en el precio de la vivienda la llegada de población de alto poder adquisitivo”

-Ante la inmediata llegada de numerosos trabajadores del sector tecnológico, ¿le preocupa que Málaga figure entre las ciudades españolas donde el alquiler de la vivienda es menos asequible?

-Por supuesto que me preocupa. Pero no lo plantearía respecto a quienes puedan a venir a trabajar en el sector tecnológico, sino en los efectos que este problema tiene en la población de Málaga. Por una parte, me preocupaba, y me preocupa, el crecimiento de la oferta de alquileres turísticos, porque necesitamos una oferta muy grande de viviendas en alquiler a largo plazo, con un mercado más moderado. Y me preocupa que si viene una población con un poder adquisitivo elevado, capaz de afrontar sin problemas el coste del alquiler de vivienda a los precios actuales, esto pueda tener efectos indeseables en el resto de la población. Y aquí hay muchas cosas que decir. Hemos puesto sobre la mesa quinientos millones de euros para la construcción de viviendas públicas. Hemos construido cerca de 5.400. Es cierto que la actual Junta de Andalucía es mucho más dinámica que la anterior en este sentido, pero estas cosas no se cambian de la noche a la mañana. Hemos invertido cien millones de euros que a su vez han motivado una inversión total de cuatrocientos, entre nuestra inversión y la privada, en dotación, ascensores y la mejora de condiciones de vida de casi tres mil familias. Subvencionamos el alquiler de viviendas como nadie lo ha hecho. Pero hay una cuestión fundamental en todo esto, que es la educación.

-¿En qué sentido?

-En el sentido de que el sector de la construcción no encuentra a los trabajadores que necesita. Sucede lo mismo con el sector de la hostelería y el turismo. Es un fallo que tiene que ver con la educación, no ahora, sino desde hace cuarenta años. Nuestros responsables a nivel nacional no se han dado cuenta todavía de que lo más grande que tiene este país es su capital humano, gente abierta, formidable, pero con un déficit de educación que hay que paliar desde la Primaria. Que haya gente que a día de hoy no quiera estudiar delata que algo falla en esos primeros años. Un fracaso escolar superior al treinta por ciento es insostenible, funciona como una maquinaria de creación de gente marginada, abocada al paro. Ese capital humano queda desaprovechado. La solución para este país, y para el problema de la vivienda en particular, tiene que ver de manera directa con la educación. Con el diálogo que puedan mantener las empresas innovadoras con las universidades, públicas y privadas, y con centros de Formación Profesional. Y Málaga no es ajena a esto.

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