El Gobierno contrata ahora el estudio sobre cómo solucionar los atascos entre Málaga y Marbella
Lo realizará la misma empresa encargada de ver la viabilidad del tren litoral y tiene 12 meses para ofrecer sus propuestas
El alcalde de Málaga insiste a Transportes por el tren litoral

El Gobierno formaliza ahora el contrato para estudiar por qué la A-7 entre Málaga y Marbella (y hasta Torreguadiaro, en Cádiz) vive un atasco casi continuo. Más de un mes después de su adjudicación la empresa WSP Spain Apia (la misma a la que se le ha encargado la viabilidad del tren litoral) podrá empezar a trabajar en el estudio de las posibles soluciones. Tiene un año para hacerlo por lo que no se prevé que este año ni el siguiente se haya acometido ninguna mejora que salga de este documento.
El informe que realizará deberá analizar las alternativas para reforzar la conexión viaria, la fluidez y la seguridad en la zona, que tiene una gran presión de tráfico. El Ministerio de Transportes lo ha adjudicado por 689.870,50 euros. En este tramo están, además, dos de los puntos negros a evitar que ha señalado la DGT de cara a la operación salida este verano. uno en San Pedro de Alcántara (en los puntos kilométricos 1053,000 – 1050,00) y en Fuengirola (1015,000 – 1013,00).
En este trabajo se analizarán opciones como ampliar la capacidad de la A-7, construir variantes, habilitar nuevas conexiones entre la A-7 y la autopista de peaje AP-7 o mejorar las existentes.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha destacado que el Ejecutivo "sigue dando pasos para mejorar las infraestructuras y la movilidad" y para "seguir contribuyendo al desarrollo económico" de la provincia. Salas ha asegurado que el Gobierno de Pedro Sánchez "está sentando las bases de la mayor transformación en materia de infraestructuras" en Málaga.
Estudio en dos fases
El estudio deberá desarrollarse en dos fases. La primera de ellas tendrá una duración de 5 meses y comprende un “diagnóstico” de la situación actual del área”, con el fin de proponer las posibles actuaciones y valorar la capacidad de acogida del territorio, según recoge el pliego de condiciones.
El análisis se centrará en la recopilación de datos básicos para conocer el estado actual de la A-7 y la AP-7 relativos a aspectos como “la geometría, el tráfico, los incumplimientos de la norma actual de trazado o la accidentalidad”. Asimismo, se estudiará caracterizar desde “el punto de vista físico, urbanístico y ambiental el territorio donde se planteen las distintas alternativas, para determinar la capacidad de acogida de una nueva infraestructura o de la ampliación de la existente”. También incluye conocer las iniciativas y planes de otras administraciones con competencias en el ámbito del estudio, con el objeto de poder actuar coordinadamente.
La segunda fase prevé el diseño de “las posibles alternativas de actuación y cuantificar los costes de construcción, incluyendo expropiaciones y posterior conservación y explotación de cada alternativa”. El objetivo es el desarrollo de las alternativas de actuación con mayor precisión, de manera que se puedan determinar sus efectos y costes para definir la más favorable.
En esta fase se deberá realizar además un estudio de tráfico de la situación actual y de las posibles alternativas, para evaluar su potencial de mejora en el nivel de servicio de la A-7, realizando “un modelo de macrosimulación con la extensión y zonificación necesaria, alimentado preferentemente por datos big-data de movilidad” de telefonía móvil, según se recoge en el pliego. Este modelo se aplicará para la mejora de enlaces con alta demanda.
Atascos de cuatro días y 22 horas al año
Lo dicen los GPS: en Málaga tenemos más atascos y circulamos más lento. Es decir, tardamos más tiempo en llegar a destino –principalmente el trabajo– y perdemos más horas en el coche. Un informe de Tomtom, la marca de sistemas de navegación para automóviles, motos o bicicletas, señala que si un malagueño tiene que circular 10 kilómetros para llegar a su destino pasando por el centro de la ciudad pierde un día y 21 horas al año en atascos. Esto son tres horas y 10 minutos más en 2024 de lo que lo hacía en 2023.
En caso de desplazarse desde Marbella al centro de Málaga, es decir, recorrer 47 kilómetros en línea recta, la marca de GPS indica que los atascos ocupan cuatro días y 22 horas del año del conductor, casi 11 más de las que discurría hace un año. Es peor, además, la vuelta a la tarde que la ida. Si en la hora punta de la mañana se tardan 69 minutos, a la vuelta se ocupan 73.
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