Para hacer una ciudad más amable
La asociación Atolmi está realizando jornadas en los distintos distritos de la ciudad para plantear junto a los propios vecinos las principales barreras arquitectónicas de los barrios · Hoy concluye el programa
Aunque la gran mayoría no se de ni cuenta, ir a comprar el pan puede ser una verdadera carrera de obstáculos para algunos. Bordillos demasiado altos, coches aparcados en pasos de cebra, semáforos sin señalización acústica, baldosas rotas... no sólo para los discapacitados físicos, sino para mayores y carritos de bebé el propio entorno puede resultar de lo más hostil. Para evitarlo en la medida de lo posible, la asociación Atolmi está llevando a cabo el programa Educando en accesibilidad. Desde la semana pasada recorren los distritos de la capital malagueña para plantear junto a los vecinos las principales barreras arquitectónicas que existen en los barrios. Hoy termina el programa en Cruz de Humilladero.
Unas 150 personas han participado en esta actividad que nació hace cuatro años y que siempre, hasta esta edición, ha estado vinculada a la Universidad de Málaga. "En esta ocasión hemos querido ir a la raíz y hablar con los ciudadanos, con los padres, con comerciantes", explica el responsable de comunicación de la Asociación Atolmi y uno de los ponentes, Pedro García. Las jornadas, que se están celebrado en centros sociales o juntas de distrito, comienzan con una charla sobre los distintos tipos de discapacidad, la accesibilidad y los problemas más comunes a los que se enfrentan. Posteriormente, los participantes salen a la calle con antifaces, sillas de rueda y bastones para recorrer el barrio con otros sentidos. "Resulta una experiencia muy interesante, ya que cuando llegamos del paseo comienza un foro de debate en el que se plantean las cuestiones que más han llamado la atención", comenta Pedro García. El director de la junta de distrito también asiste al acto y "así se abre una vía de comunicación entre el ciudadano y el Ayuntamiento", añade el portavoz de Atolmi.
En este foro, según comenta Pedro García, surge el debate, la gente se enfada, participan y pregunta el por qué existen estos problemas, algunos con fáciles soluciones. "Nos ponemos en la piel de todos", dice el responsable de comunicación de la asociación que abre un buzón de sugerencias. Con las peticiones y consideraciones de los vecinos, los responsables de Atolmi redactan un informe que se manda al área de Accesibilidad del Ayuntamiento de Málaga con el propósito de promover una sociedad más amable y una capital más transitable.
"Esperamos conseguir que Málaga sea una ciudad más agradable para todos", asegura Pedro García. Poco a poco, con la implicación de todos los colectivos y las administraciones, el barrio debería de borrar sus propias barreras.
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