Herida por mordeduras cuando defendía a su perro del ataque de dos canes en Málaga: "Se abalanzaron sobre nosotros"

Hacía apenas un minuto que María Eugenia había salido de su casa en Cerrado de Calderón cuando se vio sorprendida por un Samoyedo y un Golden Retriever, ambos de gran tamaño. Iban sueltos. Sin enfrentamientos previos, atacaron a su perro, un Yorkshire mezclado de apenas 6 kilos. "Uno era más robusto que el otro. Los dos se acercaron y no me imaginé que iban a atacarle; lo hicieron varias veces", relata a este periódico. La dueña narra que, "sin pensar", se interpuso entre los animales para tratar de defender al suyo y repeler la agresión. También a ella, entonces, uno de los canes le mordió. "Intenté zafarme, tiraba de él y me llevé un mordisco en la mano", afirma. Tuvo que acudir a urgencias. Era una herida "superficial", con dos entradas de colmillos, pero necesitó curas y antibióticos. Como medida preventiva, los médicos le administraron la vacuna antitetánica. Ocurrió este jueves, poco antes de las 5 de la tarde.

Un vecino de la zona acudió a la llamada de auxilio de la mujer, alertado por los gritos: 'Que me lo matan, me lo matan'. En un momento dado, los perros, que llevaban correa, desistieron y echaron a correr calle arriba. Desde allí, María Eugenia llamó a la Policía Local, que según su testimonio pudo localizar a los dos animales que habrían protagonizado la agresión y también a la dueña, que pidió disculpas. "Argumentó que se habían escapado, pero ya habían sido visto antes por otros residentes y eso quiere decir que habían estado como dos horas sueltos", denuncia.

La afectada considera que el propietario de esos perros mantuvo un comportamiento "negligente". "No vinieron a por mí pero me podían haber matado de una mala mordida. Si no me llego a poner en medio me destrozan al mío", se lamenta.

'Kevin' fue trasladado hasta el veterinario, que lo operó de urgencias. Había sufrido laceraciones de más de 5 centímetros, por las que tuvo que recibir 30 puntos de sutura en distintas zonas del cuerpo, además de un drenaje.

María Eugenia ha querido hacer público su caso porque, denuncia, es "habitual" que en la barriada en la que reside junto a su familia se produzcan "ataques" de perros que deambulan sueltos. "La zona está llena de chalets con animales de razas muy agresivas. Los dueños no los sacan a la calle y, por tanto, no socializan. Son perros territoriales, con un comportamiento imprevisible", advierte. Recuerda lo ocurrido a otra vecina, a la que también mordieron. "No pasó más miedo en su vida; pensaba que la mataban", asevera.

'Kevin' se recupera de las mordeduras. La nota positiva es que, a priori, ninguna le daño órganos vitales.