Las hermanas de García Caparrós, tras acceder a los documentos de su asesinato: "La persona que disparó tiene que salir a la luz, sea como sea"
Puri, Loli y Paqui están dispuestas a desvelar parte de la información que han recibido de los archivos del Congreso, casi 50 años después de la muerte del joven malagueño por disparos de la policía durante la manifestación andalucista de 1977
4 de diciembre en Andalucía: la historia del malagueño Manuel García Caparrós
Puri, Loli y Paqui llegaron este martes en tren de Málaga a Madrid con los nervios a flor de piel, después de casi 50 años esperando para saber la verdad sobre lo que le pasó a su hermano, Manuel José García Caparrós, durante la manifestación por la autonomía de Andalucía el 4 de diciembre de 1977, cuando perdió la vida tras recibir un disparo de la Policía Armada. Ha sido casi medio siglo de lucha incansable, décadas de puertas cerradas, entre ellas, la del Congreso de los Diputados, esa que esta mañana han atravesado por fin para acceder a las actas íntegras, con nombres y apellidos y sin tachones, de la llamada Comisión de Encuesta que en 1978 investigó lo sucedido aquel día. La cita era a las 11:00 horas, y de allí han salido con toda la documentación, preparadas para seguir con la batalla, porque se han mostrado dispuestas a revelar parte de esos papeles, sobre todo, si en ellos encuentran el nombre del asesino de su hermano. Ese nombre que llevan 48 años buscando. "Media vida", comenta Loli en declaraciones a este periódico.
"Lo único que quiero son los culpables del asesinato de mi hermano, lo demás se puede quedar secreto para toda la vida", han afirmado las hermanas del joven malagueño a la salida del Congreso, que piensan buscar un abogado que les ayude a analizar toda la maraña de papeles que traen de vuelta a Málaga y también para que les preste asesoramiento legal con el objetivo difundir el contenido de parte de esos documentos que, aunque ahora estén en su poder, siguen siendo secretos. "La persona que disparó tiene que salir a la luz, sea como sea", insiste Loli.
Antes de entrar al Congreso admitían sentir "nervios" por la "incertidumbre" de lo que se iban a encontrar allí. Las tres han sido recibidas a los pies de la puerta de los leones por el vicepresidente primero del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y la vicepresidenta tercera, Ester Gil de Reboleño, de Sumar, y después de pasar por el archivo de la Cámara, donde se les ha entregado la documentación, han sido recibidas por la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
Se les han entregado más de 2.000 folios de información y un pendrive con entre 30 y 40 grabaciones que estaban custodiadas en los archivos de la Cámara Baja, de donde se han marchado sin haber podido leer ni escuchar nada. "Cuando estemos en la casa tranquilitas ya iremos investigando", cuenta Loli en conversación con Málaga Hoy, contenta por el "paso gigantesco" que han conseguido y que justo llega dos días antes del 50 aniversario de la muerte de Franco.
No van a estar guardados "otros 50 años"
Reconocen que con la entrega de esta documentación que tanto tiempo han esperado para tener en su poder se cierra "algo" la herida que les produjo la pérdida de su hermano cuando ellas contaban entre 16 y 20 años. "Es un capítulo de nuestra vida que estamos cerrando, pero todavía nos queda camino que recorrer y emocionarnos mucho", han señalado. Pero dicen Loli dice que "la lucha no termina aquí".
Es una desclasificación excepcional, lo que quiere decir que toda esa información continúa teniendo el carácter de secreto y ellas son conscientes de que se enfrentan a consecuencias penales si la difunden, por eso van a buscar asesoramiento legal para ver hasta dónde pueden contar. Lo que tienen claro, según han explicado ante la prensa en Madrid, es que esos documentos no van a estar guardados "otros 50 años". Ellas los van a sacar a la luz, aseguran, "aunque sean secretos".
"Vamos a buscar un buen abogado criminalista que lo estudie letra por letra y que lo escuche todo a ver a dónde llega", ha comentado una de las hermanas a la salida del Congreso. "El pendrive yo no lo voy a poner en un cuadro, en cuanto que sepa lo que hay lo voy a sacar. Claro que se va a decir, lo siento, pero se va a decir. No lo voy a guardar 50 años, lo tengo clarísimo", ha asegurado otra de ellas.
"Hay cosas que se pueden divulgar y otras no, que él -el abogado- nos aconseje, que sabrá más entender todo lo que pone en las actas", explica Loli, que insiste que lo que ella quiere es "saber qué pasó aquel día, quién dio la orden para que saliera la policía a la calle" y, lo más importante, "la persona que disparó". Eso "sí tiene que salir a la luz, sea como sea", sostiene.
Según ha explicado, será un proceso largo, porque son "muchísimos papeles", pero están decididas a dar a conocer parte de lo que encuentren. "Yo no tengo por qué ni divulgar los nombres de los testigos, ni nada. Yo lo único que quiero son los culpables del asesinato de mi hermano. Nada más. Yo lo demás se puede quedar secreto para toda la vida".
Qué pasó el 4 de diciembre de 1977 en Málaga
Manuel José García Caparrós se echó a la calle en Málaga aquel 4 de diciembre de 1977, como otros tantos miles de malagueños y de andaluces en las ocho provincias, para reivindicar la autonomía de Andalucía por la vía rápida, reservada inicialmente para Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia. Tenía 18 años, trabajaba en la fábrica de Cervezas Victoria, era vecino de La Unión y militante del sindicato Comisiones Obreras (CCOO). Murió durante esa histórica movilización tras recibir un disparo de la Policía Armada.
Pocos días antes de la manifestación, el presidente de la Diputación de Málaga había afirmado que la bandera andaluza no ondearía en el balcón de esta institución a pesar de que el pleno lo hubiera aprobado. Lo poco que se sabe de qué le sucedió a García Caparrós es que fue alcanzado por un disparo durante una carga policial desencadenada cuando otro joven trataba de escalar por la fachada de la entonces sede de la Diputación para colocar la verdiblanca.
Las tres hermanas han recordado que se intentó ocultar desde el primer momento: "Al principio nos dijeron que fue un accidente de tráfico pero la gente de Málaga que estaba en la calle sabía lo que había pasado". La insistencia de su padre -también Manuel- por el ver cuerpo de su hijo descubrió que tenía un disparo, y ahí empezó la pesadilla para la familia Caparrós.
El crimen sucedió en la esquina del edificio situado en la Alameda de Colón de la capital, lugar que se convirtió en un altar improvisado por donde pasaron miles de paisanos suyos. Su entierro fue multitudinario, con Marcelino Camacho, primer secretario general de CCOO y diputado del Partido Comunista, entre quienes cargaron con su féretro. Hoy en día una placa le recuerda en ese mismo lugar donde recibió el disparo que lo mató, y allí se concentran cada 4 de diciembre sus hermanas para honrar su memoria. Desde 2022, el 4 de diciembre es reconocido en Andalucía como el Día de la Bandera.
Toni Valero (IU): "No las vamos a dejar solas"
El camino de la familia no ha sido nada fácil en los que las hermanas reconocen el apoyo de los partidos políticos de izquierdas, de Izquierda Unida fundamentalmente. En los últimos años se han procudido los mayores avances. Así, en 2020, cuando habían pasado 43 años del asesinato, consiguieron por primera vez ser recibidas por el Gobierno de España y se reunieron con el ministro Alberto Garzón y el vicepresidente Pablo Iglesias. Y en 2017, la diputada de IU por Málaga, Eva García Sempere, pudo acceder a los documentos clasificados que ahora tienen las hermanas, pero solo pudo consultarlos con los nombres tachados.
El coordinador de IU en Andalucía y diputado de Sumar por Málaga, Toni Valero, las ha acompañado este martes en la puerta del Congreso, donde ha dicho que "la verdad del asesinato de Caparrós evidencia el mito de la transición". "No fue ni una transición pacífica, ni la democracia la trajeron unos cuantos grandes hombres en un despacho, ni mucho menos un rey emérito corrupto. La democracia la trajo la gente trabajadora en la calle, que como Caparrós se dejó su vida. Costó sangre, sudor y lágrimas. Como las lágrimas de las hermanas Caparrós, Paqui, Loli y Puri", ha subrayado.
Valero, que ha lamentado que hayan sufrido tantos años de "portazo institucional", se ha mostrado orgulloso de la lucha de las hermanas Caparrós. "Nunca las hemos dejado solas. Y no las vamos a dejar solas. Hasta que se sepa toda la verdad y hasta que Caparrós sea reconocido como víctima del terrorismo de Estado", ha asegurado el dirigente de IU.
Por su parte, la coordinadora provincial de IU Málaga, Toni Morillas, ha celebrado que "se ha dado un paso importante para la verdad, la justicia y la reparación". "Caparrós es un símbolo de nuestra tierra y era una auténtica vergüenza que se siguiera ocultando todo lo que ocurrió con su asesinato", ha dicho, al tiempo que ha lamentado que hayan tenido que pasar 48 años de "oscurantismo y de silencio institucional".
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