EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
Un atasco de tres cuartos de hora puso dejó a numerosos conductores atrapados en plena hora punta en el Paseo Marítimo. Todo ello provocado por la bajada repentina de las barreras que antaño servían diariamente para cortar el tráfico por la llegada del ya inoperativo tren del puerto. El atasco dejó a numerosos conductores protestando por el incidente fuera de los coches y haciendo sonar el claxon.
Una patrulla de la Guardia Civil que pasaba por la zona sobre las 14:00 se percató del suceso e intentó quitar las barreras en un principio, pero ante la falta de material para ello tuvieron que llamar a un par de unidades de la Policía Local para que les ayudara a desmontar las vallas metálicas de la zona, a la altura de la Casa del Sagrado Corazón -o Cottolengo- en la vía marítima. "Las barreras se cerraron de manera repentina y han colapsado todo y la caravana que siguió después fue enorme", dijo uno de los guardias civiles que se encontraron con el incidente.
Casi media hora después de que la Benemérita empezara a tratar de desmontar la barrera llegó la Policía Local, y entonces las labores de desmontaje de la barrera se agilizaron mucho más. En un cuarto de hora consiguieron quitar las dos barreras que impedían el paso de los coches y reestablecer el tráfico con total normalidad.
A pesar de la singularidad del hecho, la Policía Local descartó en un principio que se tratara de un incidente provocado: "[Las barreras] se pueden bajar manualmente desde un control que hay aquí pero está el candado está puesto y no se ha forzado. No ha habido ningún sabotaje", dijo uno de los agentes desplazados hasta la zona, quien por el contrario opinó que se pudo tratar de una "derivación de corriente".
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