El sector de la hostelería de la provincia de Málaga busca de manera casi desesperada un salvavidas que le permita superar la crisis en la que la Covid-19 ha sumido su negocio. Siete meses después de que la pandemia se hiciese real, los representantes de una industria que emplea a unas 100.000 personas vuelven a reclamar a las administraciones públicas acciones que permitan si no revertir plenamente la situación sí al menos minimizar el impacto negativo que la pérdida de ingresos está provocando.

De acuerdo con el testimonio del presidente de Mahos, Javier Frutos, en el escenario actual peligra la continuidad de unos 5.000 locales de restauración, afectando de lleno a del orden de 25.000 puestos de trabajo directos. La crítica situación en la que se halla una de las grandes industrias de la provincia, claramente ligada al turismo, queda constatada en el desplome de la facturación.

De media, atestiguó Frutos, el propietario de un bar o un restaurante puede a día de hoy ingresar cerca de un 60% menos que hace un año, cuando el coronavirus era inimaginable. En cuanto al mapa hostelero de la provincia, según sus datos, con el paso de los meses el porcentaje de aperturas de establecimientos puede rondar el 75%, lo que supone un incremento respecto a los meses en los que eran efectivas las restricciones de aforo, por ejemplo.

Por zonas, hizo hincapié en la especial afectación que la pandemia tiene sobre la parte oriental de la provincia y el Centro de Málaga capital. En este último caso, cabe recordar que el Ayuntamiento puso en marcha un plan de ayuda con el objetivo de recuperar el consumo en los negocios de restauración del casco antiguo, el Soho y La Malagueta, así como en los comercios de estas mismas zonas. Para ello, entregó a los negocios entradas para los museos municipales (Centro Pompidou, Ruso y Casa Natal Picasso), de manera que los consumidores pudiesen acceder a estos equipamientos a coste cero.

Una propuesta que, por lo que parece, sí ha concitado el interés de muchos turistas interesados en la oferta cultural de la ciudad. A esta primera medida se sumaron importantes rebajas en el coste de los aparcamientos del entorno, así como el reparto de bonos en los autobuses de la EMT. Conforme a las primeras impresiones estas medidas posibilitaron una cierta mejora en las últimas semanas.

A esta iniciativa hay que sumar otra más reciente por parte de la Diputación, que va a conceder subvenciones en régimen de concurrencia no competitiva para las empresas del sector de la restauración, cafeterías y catering que estén en la provincia por un importe máximo por proyecto de 6.000 euros

Ante esta situación, los empresarios hosteleros inciden en la necesidad de que las administraciones pongan en marcha una especie de plan de rescate. Para dar más fuerza a esta reclamación, que se suma a otras muchas demandas formuladas desde el inicio de la pandemia, el sector tiene previsto protagonizar una marcha el próximo lunes en Málaga capital, en un recorrido que partirá desde la Casona del Parque y llegará a la sede de la Junta de Andalucía en la Alameda Principal.

"Llevamos pidiendo desde marzo ayudas pero no llegan", expuso Frutos, quien subrayó que lejos de amainar, la tormenta va a más. En este sentido, destacó el efecto adverso que tiene sobre el sector la reducción del horario del ocio nocturno. "Eso nos ha afectado mucho; en la zona Centro, por ejemplo, se observa desde mediados de agosto un bajón considerable", añadió. De manera precisa, el presidente de Mahos apuntó a la Junta por el cierre del ocio nocturno; al Ayuntamiento de Málaga por seguir sin aplicar las exenciones anunciadas en el pago de las tasas, y al Gobierno central en lo relativo a los Ertes.