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En un mercado tan competitivo como el que nos ocupa, sin duda alguna, las empresas deben aportar su granito de arena para marcar la diferencia. Es por este motivo que muchas organizaciones están invirtiendo en la educación corporativa, es decir, en la formación continua de sus empleados y demás colaboradores, para de este modo mejorar sus resultados y aumentar su competitividad dentro del mercado en el que actúan.
La educación corporativa es el proceso de capacitar a los empleados a través de actividades y distintos programas de aprendizaje. La finalidad de los diversos programas de aprendizaje es potenciar la profesionalización del desempeño de funciones y desarrollar nuevas capacidades. El proceso de formación puede llevarse a cabo en un entorno grupal o individual mediante cursos, eventos, seminarios, talleres, clases prácticas, masters o postgrados. Algunas empresas, como parte de su política de formación y desarrollo profesional, realizan estas actividades in company. La capacitación de los empleados es el hilo conductor que transmite a la empresa ventajas competitivas gracias a la mejora que se obtiene en el desempeño de sus funciones en la empresa.
Diferentes estudios y encuestas realizadas a los usuarios de la red social LinkedIn, reflejan que los trabajadores consideran que la formación es una parte esencial en su vida laboral. Un porcentaje muy elevado de los empleados encuestados (94%) no cambiaría de empresa si ésta invirtiera en programas de aprendizaje para lograr aumentar la capacitación que necesitan para conseguir sus objetivos profesionales.
En esa línea, por ejemplo, están las empresas con una fuerte cultura de aprendizaje corporativo y conscientes de esta necesidad de capacitación, impulsan entre los empleados con titulación universitaria la realización de Masters. El Máster MBA (Máster en Dirección y Administración de Empresas) es el preferido, tanto por trabajadores como por empresas. Las Escuelas de Negocios consultadas que ofrecen programas MBA en Málaga a profesionales y empleados de empresas, consideran que la formación actúa de catalizador para que los empleados alcancen el éxito, que a su vez, significa el éxito de la empresa en su conjunto.
Invertir en formación y desarrollo es una cuestión determinante para que las empresas fomenten el desempeño de la fuerza laboral. Más aún, está demostrado que cuando un empleado tiene la oportunidad de formarse mientras trabaja, se alinea y compromete con los objetivos de la empresa, además de priorizar su crecimiento para favorecer los resultados de la organización. Por otro lado, los empleados valoran que la empresa invierta en su potencial, y en consecuencia, se sienten más motivados y con mayor seguridad para desempeñar funciones complejas.Pero más allá de lo mencionado, la importancia de la educación empresarial se puede concretar en 3 aspectos clave.
Conocimientos actualizados del mundo empresarial
Al ritmo vertiginoso en el que cambian las reglas de juego, patrones de consumo y otros estándares en el mundo empresarial, la formación contribuye a mantener a los empleados actualizados en las últimas tendencias de actuación y gestión de negocios. Estos nuevos conocimientos alientan a los empleados a ser más proactivos, pensar de forma estratégica e incorporar más creatividad a su trabajo.
Crecimiento profesional
Si consultamos las diferentes encuestas realizadas sobre los factores que valoran más los empleados, suelen salir los mismos resultados: salario, opciones de promoción o hacer carrera, y cultura y reputación de la empresa.
Las opciones de promoción y hacer carrera dentro de la empresa es uno de los puntos más buscados por los empleados: demandan nuevos retos profesionales y nuevas competencias para desarrollarlos. Por tanto, aquí la importancia de la educación empresarial reside en que las empresas pueden utilizar la formación para aumentar las posibilidades de que un empleado logre mayores responsabilidades. De este modo, el empleado puede cumplir sus expectativas de crecimiento, y mejora sus habilidades para ejercer su rol actual y futuro.
Soft Skill o habilidades blandas
Además de los conocimientos técnicos, la educación empresarial abarca el desarrollo y mejora de las habilidades blandas. Estas son esenciales para adaptarse a los cambios que se produzcan tanto en la organización, en los equipos o en las funciones ligadas a su puesto de trabajo. Cuando hablamos de habilidades blandas entendemos que son aquellas relacionadas con la inteligencia emocional, comunicación, flexibilidad, liderazgo, etc.
En los últimos años, las habilidades blandas están tomando un papel destacado en la selección del personal. De hecho, en las ofertas de trabajo una de cada tres habilidades que se requieren es una habilidad blanda.
Entendiendo la productividad como la eficacia de un trabajador o equipo de personas en obtener resultados, es obvio que la formación empresarial tiene un impacto significativo en la productividad de los empleados. La productividad es una cuestión crítica en las empresas, y la formación de calidad y especializada como el ejemplo mencionado del programa Master en Dirección de Empresas, contribuye a obtener niveles y capacidades más elevadas en el día a día.
Así pues, aumentar la productividad es consecuencia de una capacitación de alto nivel y efectiva. Y, para ello, la capacitación debe abordar la mejora la gestión de tareas, infundir confianza, entrenar las habilidades necesarias y motivar a los empleados con el cumplimiento de objetivos.
En este aspecto las escuelas de negocios y los masters MBA juegan un papel esencial. Además de ofrecer soluciones de formación y reciclaje profesional pensando en los beneficios que reporta para la empresa, también lo hacen bajo la perspectiva de empoderar a los empleados para que realicen un desempeño al máximo de sus capacidades.
Las empresas que invierten en la capacitación de sus empleados obtienen múltiples beneficios como hemos venido señalando. A continuación, destacamos algunos más, con el fin de que el lector comprenda la importancia de proporcionar formación empresarial a los trabajadores de una empresa.
La educación corporativa es una solución con beneficios tanto para empresas como para empleados. Proporcionar programas de aprendizaje innovadores acompañados del desarrollo de nuevas competencias es una de las mejores decisiones de inversión, como hemos visto hasta ahora, en productividad, mejores resultados y en el futuro de la empresa.
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