Un gran incendio calcina una planta de reciclaje junto al aeropuerto

Una gran columna de humo negro en las cercanías del aeropuerto de Málaga desató ayer todas las alarmas. La planta de la empresa de reciclaje Recisur, ubicada en el polígono Villa Rosa de la capital, comenzó a arder a las 14:50 y quedó prácticamente calcinada pese al ingente trabajo de los bomberos. Al lugar se desplazaron 30 bomberos, así como efectivos de policía local y nacional. También acudieron dos dotaciones de bomberos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), dada la proximidad del aeródromo.

El concejal de Seguridad, Julio Andrade, explicó que en el momento en el que se originó el fuego solo había dos empleados en la planta -una mujer de administración y un operario-. Al parecer, según le comentó a Andrade personal de la empresa, el incendio pudo producirse tras el roce de la parte metálica de una grúa montacargas con un vidrio, saltando una chispa que se propagó rápidamente ya que el recinto estaba lleno de papel prensado, cartones o plásticos reciclados. En cualquier caso, el siniestro está siendo objeto de investigación.

No hubo daños personales, aunque sí materiales. La extensa humareda negra, según el concejal, se debió precisamente a la quema de esos plásticos. También se hundió parte del lateral de la nave. Pasadas las 17:30, Andrade indicó que el riesgo de que el incendio saltara a las naves anexas estaba "controlado", si bien era tal la acumulación de material que el fuego "puede durar días hasta terminar de controlarlo".

El encargado de Recisur y varios empleados deambulaban por la zona con cara de preocupación, aunque no quisieron hacer comentarios a este diario. Esta empresa fue fundada hace más de 30 años en Granada y tiene sedes en Málaga, Granada y Jaén, si bien presta servicio a escala nacional, según se recoge en su página web.

El incendio fue tan espectacular -el humo se veía desde todas las partes de la capital e incluso desde municipios cercanos- que llamó la atención de muchos vecinos y curiosos, que se acercaron a ver qué ocurría. Uno de ellos era Cristóbal Domenech, un joven residente en Guadalmar, una barriada que se vio afectada pues el humo iba en esa dirección impulsado por el fuerte viento que hizo en el día de ayer, lo que también dificultó la extinción. "Vivo en un noveno y tengo toda la casa oliendo a humo. He tenido que poner el ambientador a tope", afirmó. Domenech estaba comiendo cuando, de pronto, vio cómo se iniciaba el incendio. "Parecía que venía del aeropuerto y pensé que había ardido algún avión", señaló este joven. Fuentes de Aena destacaron que el aeropuerto no se vio afectado y que los aviones despegaron y aterrizaron con normalidad. El Cercanías también circuló.

Recisur está rodeada por varias fábricas de hormigón -una de ellas fue tomada por los bomberos como centro de operaciones-, por talleres de vehículos o por la bodega Quitapenas. En los talleres que no se vieron invadidos por el humo trabajaron con normalidad. "Vi el fuego por la autovía y me empecé a asustar cuando comprobé que cada vez me acercaba más. Creí que había ardido el taller en el que trabajo", afirmó Francisco Javier Martínez, empleado del taller Las Delicias. Dos horas después del incendio, la sensación de control era mayor e incluso varios de los viandantes se lo tomaron con humor. "Ha habido fumata negra", decían como broma comparándolo con la elección del Papa.