Las incógnitas de la muerte de Julen
¿Por qué el pozo estaba medio relleno y sobre el niño había un tapón de tierra?
¿Por qué se contradicen el dueño de la finca y el pocero en cuanto al sellado?
Fueron 13 días agónicos, con medio mundo pendiente de una obra de ingeniería culminada en tiempo récord para rescatar a Julen, el niño de 2 años y medio que permanecía atrapado, ya sin vida, en un pozo de 21 centímetros y más de 100 metros de profundidad. Una semana después de la que se considera la mayor operación de rescate desarrollada hasta la fecha en España, todavía son varias las incógnitas que quedan por resolver. ¿Por qué había un tapón de tierra encima del menor? Por qué el pozo en el que fue hallado estaba a medio rellenar?
El tapón de material sólido con el que los equipos de rescate se toparon a 71 metros del interior del pozo es una de las líneas de investigación judicial, que deberá determinar si se originó al arrastrar el menor material de la propia prospección durante la caída. De ahí que se hayan remitido muestras a los laboratorios de la Guardia Civil, que se hizo cargo del caso.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, no precisó durante su comparecencia de la semana pasada la “causa exacta” de aquella masa compacta encontrada sobre la cota menos 71 por encima del niño, dado que, matizó, “existen diversas teorías pero ninguna certeza”. Cuando Julen se precipitó “en caída libre, se topó con un suelo de tierra”. “El pozo a partir de esa costa estaba relleno de tierra y por encima también tenía tierra”, explicó el responsable del Ejecutivo en la región, quien recordó que los equipos intentaron aspirar ese tapón hasta que comprobaron que “humana y técnicamente era imposible quitarlo” debido a la dureza de los sedimentos.
Asimismo, afirmó que la teoría “más probable” es que “en la propia caída el niño fuera albergando arena, tierra encima”, para lo que se refirió a las imágenes que la Guardia Civil ha dado a conocer y que muestran “paredes imperfectas y arenosas”.
El foco de la investigación del caso también está puesto sobre los responsables de los trabajos del pozo y el dueño de la finca, cuyas declaraciones son contradictorias. El propietario de la parcela declaró que él había tapado con dos bloques de hormigón el orificio y que, cuando Julen se precipitó, estos se habían desplazado.
La versión choca con las palabras de Antonio Sánchez, el empresario al que encargaron la perforación. El pocero ha mantenido desde el principio que tapó el orificio con una piedra y que su actuación fue después modificada por unos movimientos de tierra en la zona. No en vano, los investigadores trabajan con la hipótesis de que unos trabajos, llevados a cabo supuestamente por los propietarios de la finca para abrir una zanja pudieron modificar el cierre del pozo en el que Julen quedó atrapado.
El pocero recalcó que había dejado 6.000 kilos de tierra “que tiraron por el lateral”. “Está todo al revés. Yo no lo hice así”, insiste. Según su testimonio lleva haciendo pozos desde que tenía 20 años y argumentó que el dueño de los terrenos “le engañó” y que el permiso que tenía “era de otro pozo”. Esta semana, el empresario precisó a Efe que “todo el mundo se ha acordado de la familia del niño”, pero a ellos les han “dejado abandonados”.
“No puede ser otra cosa que homicidio imprudente”
El director general de la Guardia Civil, Félix Azón, fue contundente esta semana al destacar que la muerte de Julen “no puede ser otra cosa que un homicidio imprudente”. De confirmarse, el Código Penal, en su artículo 142.1, contempla penas en esta materia que van de uno a cuatro años de prisión. Así, Azón señaló que la investigación estaba a punto de acabar al entender que “toda la sociedad española está esperando”. “Estamos al 1.000 por 1.000 trabajando para que la investigación termine cuanto antes”, explicó el máximo responsable de la Benemérita. En cuanto a los pozos, afirmó que el Seprona “antes, ahora y después de este desgraciado accidente” actúa para que no existan pozos ilegales y que los legales estén protegidos para que no haya accidentes”. La investigación por el fallecimiento del menor de 2 años corre ahora a cargo del el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, que, si las hay, permitirá depurar responsabilidades. Durante su visita a la Comandancia de Málaga, el máximo responsable del Instituto Armado acudió felicitó a los agentes que han participado en el dispositivo de rescate del pequeño, que según el informe preliminar de la autopsia murió el mismo día en el que cayó al pozo.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Universidad Loyola
Contenido ofrecido por Aguas de Torremolinos
CONTENIDO PATROCINADO POR A MERCADORIA