Un inesperado día feliz

Los pequeños de tres años afrontaron ayer con muchas ganas su primera jornada de clase en el CEIP Teatinos

Queti (en el centro) junto a sus hijos y Soraya, con su pequeña, a la entrada del CEIP Teatinos.
Nacho Sánchez / Málaga

16 de septiembre 2008 - 01:00

Lejos de las lágrimas, los pataleos y la incomprensión. El primer día para los pequeños de 3 años que ayer entraban a las aulas por primera vez en su vida estuvo marcado por la alegría, por la novedad para lo que para muchos significó verse en una clase llena de cosas nuevas y hasta las ganas de quedarse más horas en el colegio, en este caso el en el CEIP Teatinos.

"Mamá, déjame en el cole", le decía Gisela Blanco a su madre, Saray Fernández. A la pequeña le había encantado eso de estar en clase sólo de 10:00 a 11:00 de la mañana y acompañada de su madre. "Para hacerlo menos traumático, el primer día es de puertas abiertas, los pequeños entran gradualmente y van acompañados siempre de sus padres", explicaba Isabel, la directora del centro, que este año cuenta con 400 alumnos y 20 profesores, el doble que el año pasado, cuando entró en funcionamiento.

"Estamos muy contentos por cómo se ha comportado el niño y lo bien que ha ido la mañana", decían Salvador y Queti, padres de otro pequeño de tres años, Samuel. También Paco y Raquel habían acudido a acompañar a su pequeña. "El colegio nos encanta y no se le puede pedir más de todo lo que hacen por nosotros y por ellos", afirmaban, con la experiencia de tener otro pequeño en el centro desde el año pasado.

Los niños emanaban ayer una energía a la que parece que sus padres no pueden seguir. Todos reían, saltaban, curioseaban y corrían hacia todos lados. Como Rubén. Con un dibujo en la mano, iba hacia la puerta con sus padres detrás mientras Juan Luis jugaba al escondite con su madre. Otros, como el pequeño Iván Fernández, estaban encantados de saludar a sus viejos compañeros de guardería ahora en el colegio. "Es muy sociable y está muy feliz de verlos a todos. Además, ha descubierto que en su clase también hay niñas que ha conocido en el parque", añadía su padre. "La verdad que la guardería es clave: los chavales ya saben lo que es estar en clase sin sus padres", añadía un docente.

"Qué alegría da ver que los niños tienen ganas de empezar las clases", comentaba a la salida la directora. Aunque los progenitores apuntaban que el día complicado es hoy: "No es lo mismo estar con ellos que cuando mañana los dejemos en la clase y nos vayamos. A ver qué pasa", se preguntaban también José Antonio e Inmaculada, padres de otro chiquillo. La respuesta la tendrán esta misma mañana. Esta vez, a las 9:00.

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