Tenía más de una decena de heridas por arma blanca. La más grave de ella, un profundo corte en el cuello, como ya se desprendió de la primera inspección ocular. El joven de 26 años cuyo cadáver apareció el viernes por la tarde en una vivienda de la barriada malagueña de la Trinidad murió degollado, según informaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación, de la que se ha ocupado la Policía Nacional.
Los agentes continúan tratando de esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del individuo. El cuerpo ya sin vida fue encontrado por una persona cercana a él en torno a las 8 de la tarde. El aviso de un particular alertaba además al servicio de emergencias sanitarias 112 Andalucía de que en calle Pizarro, donde se encuentra situado el inmueble en el que ocurrieron los hechos, se escuchaban gritos. El testigo advertía que se podía estar produciendo algún incidente, pero no aportaba más detalles.
Hasta el lugar acudieron dotaciones de la Policía Local y de la Nacional, que comprobaron los hechos. Tras el levantamiento del cadáver, un equipo de forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga le practicó este sábado la autopsia para tratar de arrojar más luz al caso. El examen confirmó que la víctima había sufrido numerosas heridas por arma blanca. Al cierre de esta edición, no se había producido ninguna detención al respecto.
Hace dos semanas fue también encontrado el cadáver de un hombre en el polígono del Guadalhorce con 11 disparos. La principal línea de investigación apuntaba a que ésta se produjo como consecuencia de un nuevo ajuste de cuentas. El cuerpo sin vida se halló en un descampado cerca de la depuradora. De la primera inspección ocular se desprendió que presentaba al menos una decena de disparos y se descarta que el móvil hubiera sido un robo.
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