"Tenemos jóvenes muy preparados pero dormidos, sin ganas de comerse el mundo"

Tiene 38 años y le ha cundido el tiempo. En 1998 creó su primera empresa especializada en nuevas tecnologías y, hoy en día, es directivo de Grupo Publispain, Ocio Networks, presidente de Inversora Foley y socio fundador de Yes.fm. Además ha escrito tres libros. El último de ellos, Ha llegado la hora de montar tu empresa, fue publicado en enero por Deusto y ya va por la tercera edición. Alejandro Suárez participó ayer en un foro para emprendedores en Málaga.

-Su nuevo libro se llama Ha llegado la hora de montar tu empresa. ¿Tan difícil ve trabajar por cuenta ajena en estos momentos?

-Está muy fastidiado, para qué nos vamos a engañar. La mala noticia es que la situación va a estar mucho peor porque vamos a tardar muchos años en regenerar todos los empleos teniendo 4,7 millones de parados. Es absolutamente imposible recuperar tres millones de puestos de trabajo en dos o tres años. Para hacerlo serán necesarios siete u ocho años y eso si va todo bien.

-No le veo precisamente optimista.

-Hay que ser sincero con la gente. No pueden estar sentados esperando una llamada de teléfono o enviando currículos por internet. Una de las mejores soluciones que hay ahora mismo, además de montar una empresa, es buscarse un empleo como freelance. Desde 2007 el 50% de los emprendedores son vocacionales y el otro 50% lo son por necesidad, y antes el 90% de ellos era por vocación pura y dura. Ahora vemos que hay mucha gente que se lanza a la desesperada a emprender, como una última salida por el grave problema del desempleo.

-Emprender nunca es fácil y por obligación debe serlo menos.

-No es el perfil ideal de emprendedor aunque cualquier motivación es buena. No obstante, el emprendedor que genera más empleo y que puede convertir una pequeña pyme en una multinacional es aquel que está motivado, tiene vocación y quiere comerse el mundo. El otro tipo busca un sueldo mensual y no quiere más complejidad. Para que haya grandes compañías tiene que haber emprendedores y estamos en un momento en el que España necesita un millón de ellos más para regenerar esos tres millones de empleos.

-¿Cuántos emprendedores hay ahora?

-En torno al 6% de la población, un porcentaje muy bajo en relación a otros países de nuestro entorno. En EEUU es del 38% y en países emergentes como Argentina está en el 21%. Estamos a años luz.

-¿Por qué hay ese miedo a crear una empresa?

-Por un lado, porque a nivel formativo no nos han contado toda la verdad. En la universidad se nos educa para buscar el primer trabajo de mileurista y ser becario pero nadie nos dice que hay otras alternativas. También hay una animadversión al riesgo brutal en España. Aquí hay dos palabras que son tabú: riesgo y fracaso. Ahora mismo trabajar por cuenta propia o cuenta ajena es un riesgo que está muy nivelado, no hay ningún sector intocable. El mínimo riesgo que podemos tomar hoy en día es depender de nosotros mismos y no de la Administración o los demás.

-Pero no todo el mundo vale para crear una empresa. ¿Cuál sería el requisito fundamental?

-El principal es ser consciente de que no todo el mundo vale y eso es un gran problema de la Administración, que ha puesto en marcha una máquina para fabricar emprendedores y sacarlos de las listas del Inem. Se está creando frustración y fracaso y eso es un estigma en España. Cuando fracasas la gente te señala y los bancos no vuelven a abrirte el grifo. En este país hay un miedo enorme al fracaso porque no hay segundas oportunidades.

-Los bancos ahora no dan ni siquiera la primera oportunidad.

-Siempre hemos tenido bancos cobardes en España y ahora son tremendos. Ni están ni se les espera. Te dan un crédito para montar una empresa como si te fueras a comprar un Ferrari. Todo depende de si tienes tu casa pagada, si tienes avales de alguien, tu nómina... Por otra parte, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) no está ni apoya al emprendedor aunque presuma de lo contrario. Su presidente dijo en 2007 que no cerraría ninguna empresa en España por falta de financiación y en dos años se han quedado 350.000 empresas en el camino, el 14% del total, lo que es una barbaridad.

-Usted es inversor privado. ¿Qué le tiene que decir un emprendedor para convencerle de que invierta en su empresa?

-Tendría que tener un plan de negocio serio y formado y en el que se demuestre que se tiene algo más que una idea. No tiene sentido para un inversor privado entrar en un pequeño comercio, sino que buscamos oportunidades exponenciales. Yo suelo invertir en una primera ronda entre 50.000 y 150.000 euros si veo que hay visos de futuro. Normalmente, el 70% de las nuevas compañías tecnológicas quiebran a los dos o tres años por lo que en una cartera de 10 empresas me fallan siete, dos o tres están a la par y hay una que sale adelante y cubre las pérdidas.

-¿Qué sectores son más atractivos?

-Todo lo relacionado con el I+D: internet, biotecnología, aplicación de nuevas tecnologías a la energía limpia. Las renovables, la medicina personalizada o la educación 2.0. Además está habiendo muchas ayudas públicas en estos segmentos, lo que es bueno y malo porque hay muchas empresas que solo se han creado para recibir esas subvenciones.

-Se habla de la generación ni-ni ¿hay mucho desánimo?

-Hay gente desanimada por todas las noticias macroeconómicas que nos han hecho pensar que somos peor de lo que somos. Es verdad que se habla de la generación ni-ni y que tenemos un 40% de jóvenes desempleados, pero hay motivos para el optimismo porque hay una generación menor de 30 años muy preparada y con mucho talento. Además hay ahora muchas más ayudas que hace 20 años y en ese periodo conseguimos estar entre las primeras nueve potencias económicas del mundo, por lo que no hay ningún motivo objetivo por el que una generación tan preparada no lo haga también, pero están un poco dormidos porque les falta hambre y ganas de comerse el mundo.