La Junta apoya públicamente la renuncia de Málaga al Mundial: "No había garantías de llegar a tiempo"
El consejero de Turismo ve en la decisión del alcalde un "ejercicio de responsabilidad"
La visión fuera de Málaga de la renuncia al Mundial: "Ridículo", "terremoto", "bomba"...
El consejero de Turismo y Andalucía Exterior de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, consideró este domingo que la renuncia de Málaga a ser sede del Mundial de 2030 es "un ejercicio de responsabilidad" y que era "lo que más convenía" con el fin de garantizar la remodelación de La Rosaleda, de la que aseguró que seguirá adelante.
Bernal explicó que el proyecto del Mundial superaba la fecha fijada para la reforma del estadio, por lo que "no había garantías de llegar a tiempo" y podía poner en riesgo las obras de rehabilitación del campo donde juega el Málaga.
"Creo que es lo que convenía y nada más. Cualquiera que quiera sacar de esto alguna otra lectura, pues estamos siempre en las mismas visiones que son interesadas y que tienen un interés partidista que no compartimos en absoluto. Esto era una decisión responsable y se ha tomado la mejor que en este caso procedía", argumentó el consejero en declaraciones a los medios en el Real Club Valderrama antes del comienzo de la tercera y última jornada del LIV Andalucía de golf.
Admitió que ser sede del Mundial que organizarán España, Portugal y Marruecos era algo que ilusionaba a todas las partes, pero incidió en que "no era un fin, sino un medio" para modernizar el estadio.
"Nos parecía que el Mundial era una buena ocasión para ello. Pero el estadio se va a remodelar, no ya con las prisas y con la presión de tener que cumplirlo con una fecha determinada. El estadio se va a remodelar y eso es lo que hemos acordado también con la afición y con el club, con los que hemos estado reunidos en los últimos meses en diferentes ocasiones", subrayó Bernal.
La renuncia a ser sede la comunicó ayer, sábado, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tras reunirse con representantes de la Diputación malagueña y Junta de Andalucía, las otras dos instituciones propietarias del estadio de La Rosaleda.
La Rosaleda con la que Málaga podría ser mundialista
"El Mundial es algo que habría venido bien, pero sin un estadio ya hecho es difícil", decía Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, a la vez que anunciaba la renuncia de Málaga a ser sede del evento deportivo más importante del planeta junto a los Juegos Olímpicos. "No tenemos estadio ni club a la altura de la ciudad", añadió el regidor. Pero hubo un momento que esto no era así. O, al menos, lo parecía. Corrían los primeros años de la década de 2010. El Málaga C.F. acababa de cambiar de propiedad, que llegaba con un fuerte ánimo inversor para llevar al equipo a lo más alto de las competiciones europeas. Se fichó a grandes jugadores y se alcanzó, incluso, la Champions League. También se pensó en hacer un estadio a la altura. Uno que, de haber tomado forma, hubiera llevado a Málaga a ser sede mundialista.
Y ese encargo hizo Al Thani, el dueño del equipo, a José Seguí, arquitecto afincado en Málaga y que también diseñó La Bajadilla, el puerto que quería hacer en Marbella y que también quedó en nada. Para la nueva Rosaleda se pretendía ampliar el aforo hasta los 50.000 espectadores y cubrir completamente las gradas. También integrar un centro comercial en la zona sur. Para esto se construiría un tercer anillo de graderíos. Todo muy similar a lo que se presentaba en el último proyecto, pero aún con más capacidad si cabe.
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