Una lanzadera de grandes ideas

Guillermo López lo tenía claro, estaba convencido de la necesidad de trabajar en el empleo de las nuevas tecnologías y en aplicaciones con fines sanitarios. Fue a principios de 2012 cuando, organizado bajo la marca Kukupia y junto a sus compañeros Jesús García, Bernardo Trillo y Rubén López, decidiera presentar su idea de negocio: un fonendoscopio inalámbrico que se comunica con el móvil. Pero, como afirma López, para estos jóvenes ingenieros, ahora afincados en Valencia tras ser uno de los 15 seleccionados durante la primera edición del programa Lanzadera, "el producto era lo fácil, lo difícil era venderlo y sacarle el máximo rendimiento posible". "Somos ingenieros, por lo que en lo que se refiere a marketing estábamos flojos y vimos la oportunidad de incorporar a alguien experto en el tema y que nos diese consejos", apuntó López, ahora responsable de marketing y ventas del grupo.

El programa Seniors, puesto en marcha en 2007 por Andalucía Emprende, es un espacio de tutorías especializadas en el que ejecutivos, directivos o especialistas en las distintas ramas de la empresa y la economía, jubilados o prejubilados, asesoran a jóvenes empresas con el fin de ayudarles a alcanzar el éxito en sus proyectos. Fue así como López y su grupo lograron disipar sus dudas y paliar las carencias necesarias para dar comienzo a su andadura empresarial. "Nos ayudó con muy buenos consejos, seguimos en contacto aunque ya no estamos dentro del programa, e incluso vino a Valencia cuando estábamos ya allí", añadió López.

Alberto de Azevedo, coordinador del programa en Málaga, explica cómo mes a mes se realiza un seguimiento del senior y la empresa. "Durante el primer mes intentamos que el senior escuche a la empresa, qué necesita y en qué nivel se encuentra, para estudiar qué puede aportar antes de elaborar un plan de trabajo", expresa. Pasados seis meses se cierra el informe y se da por finalizada la contratación del servicio, no obstante, "en muchos casos la relación continúa por el vínculo de amistad que se ha establecido entre ellos", añade. En 2012 se realizaron 64 emparejamientos en Andalucía, siete de ellos en Málaga, otros diez en el pasado 2013, mientras que en lo que llevamos de 2014 ya hay dos empresas pendientes. Al mismo tiempo, añade que lo más solicitado entre las jóvenes emprendedores son cuestiones referidas a marketing y ampliación de mercado.

El aparato electrónico, que funciona por bluethooth, registra y transmite los sonidos de auscultación a cualquier tableta o smartphone. Y aunque de momento su aplicación se ve principalmente en el sector veterinario, a partir de marzo empezarán a hacer pruebas con pacientes para su posterior práctica en la medicina. Lo que está claro es que lo que empezó siendo un proyecto de cuatro compañeros de clase, ahora cuenta con dos socios más, y "seguramente contratemos más, gente de la financiera, e incluso ampliemos el número de ingenieros cuando empecemos a crear más productos".

Pero esta no es la única de las ideas que se encuentran en el cajón de sastre de Andalucía Emprende. Muuglu es una empresa especializada en bollería para personas con alergias o intolerancias alimentarias afincada en Coín y puesta en marcha por los malagueños Pablo Romero y José María Monzón. El proyecto surgió en 2010 después de que a Monzón, gerente y propietario de la empresa, le diagnosticaran intolerancia a la lactosa. "Cuando a una persona le diagnostican un trastorno de este tipo se le viene el mundo encima. Podemos tardar dos horas en hacer la compra buscando productos que no estén contaminados con algún componente", aclara.

Para estos dos jóvenes emprendedores, licenciados en Publicidad y Relaciones Públicas, sus puntos débiles eran los procesos de distribución y logística. "Después de cada encuentro se levantan actas de las sesiones y planteamos una serie de objetivos y actividades a desarrollar hasta los siguientes encuentros. En este sentido están muy contentos con nosotros porque estamos sobrepasando los objetivos que nos proponemos y rompiendo las expectativas", apunta. "Prácticamente desde el tercer mes ya estábamos cubriendo gastos", añade. Y es que donde empezaron trabajando solo dos, ya son tres, y esperan llegar a ser cinco a principios de año, ampliar el espacio e incluir maquinaria con la que poder duplicar la producción. Además, Monzón deja muy claro que no se trata de un comercio local, sino que nace con la intención de convertirse en industria. De momento, ya han sido incluidos en la marca 'Sabor a Málaga'.

Por su parte, Modesto Gómez se dedica a la producción de arcos para la desinfección de vehículos, cuyas instalaciones de Vacucar se encuentran en Algarrobo. "La nueva ley de bienestar animal dice que todo transporte que lleve animales vivos debe ser desinfectado tras su descarga, por lo que también realizamos una campaña de concienciación hacia los mataderos", explica, a lo que añade que se trata de un producto pionero en España. En tan solo seis meses ha vendido dos máquinas, y ya ha recibido multitud de solicitudes desde Latinoamérica.

Gómez explica que su meta era vender. "Tuvimos varios seniors hasta que llegamos a cuadrar, quien nos dijo que había que echar el producto a la calle y darlo a conocer", expresa. Fue esta la razón que les llevó a preparar un mailing de lo más original para hacerlo llegar a algunos puntos estratégicos en fechas navideñas. "Incluíamos un dossier del arco con muchas infografías, un cd con un programa que agiliza a los mataderos la expedición de certificados, y hasta caramelos", apunta.