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Málaga/Hacer pozos ilegales para buscar agua es muy habitual. De hecho, los ecologistas afirman que puede haber más de 11.000 solo en la provincia de Málaga. El modus operandi es siempre el mismo. El propietario de una parcela que no tiene acceso a la red general contrata a una empresa especializada para hacer sondeos para buscar agua con la que abastecer una casa, una piscina o regar cultivos. Si lo hace de forma legal tiene que hacer frente a un farragoso número de trámites administrativos que pueden demorarse hasta un año, además de pagar, según los expertos, en torno a 1.000 euros, al margen del coste del sondeo en sí, que varía en función de los metros perforados, de si se encuentra agua o no y del tipo de tubería que se instale.
Muchos propietarios no quieren esperar tanto tiempo, sobre todo porque ni siquiera saben si van a encontrar agua o no, y se arriesgan a hacer los pozos por su cuenta y riesgo. Si no hallan agua, en teoría, lo sellan y a buscar en otro punto. Si la encuentran, se apresuran por legalizarlo. El proceso administrativo es el mismo en este último caso, pero el dueño de la finca ya va sobre seguro.
En pleno siglo XXI se sigue confiando ciegamente en las predicciones del zahorí para hacer los sondeos
Es prácticamente surrealista porque, en pleno siglo XXI, se confía ciegamente en la figura del zahorí, sobre todo en la zona de la Axarquía. Es el que dice, según su intuición, donde puede haber agua subterránea y en función de eso se hacen sondeos que cuestan varios miles de euros.
Antonio Cazorla, propietario de ACP Perforaciones, detalla que “cuando nos llama un cliente, que previamente suele buscar un zahorí, lo primero que solicitamos es el número de polígono y parcela y enviamos a un ingeniero para ver si se puede hacer. Si el informe es positivo le comunicamos al cliente que obtenga la autorización y cuando lo tiene todo nos dice dónde perforar”. Cobran por metros perforados. En su empresa, si encuentran agua piden entre 36 y 66 euros por metro en función de que instalen una tubería de pvc o de hierro. Si no hallan agua, entre 18 y 20 euros por metro. No hacen sondeos por menos de 50 metros porque no les resulta rentable al tener que trasladar maquinaria y personal.
El pozo se tapa aunque, según Cazorla, “hay clientes que pese a que no se ha encontrado agua lo destapan unos días después porque el zahorí les dice que puede aparecer agua en una semana y se cometen irresponsabilidades”. “La administración tarda mucho en dar los permisos y hay clientes que quieren hacer el pozo sí o sí, por lo que hay empresas que se arriesgan a hacerlos sin permiso”, dice este experto, quien asegura que un sondeo de 100 metros como el de Totalán, en el que falleció el pequeño Julen, “se puede hacer en menos de un día tranquilamente y así es muy posible que no te vea nadie”.
Las perforaciones se cobran por metros y el coste depende de si hay agua o no y del tipo de tubería
Cazorla asegura que “hay miles de pozos sin documentación y la Administración es consciente de todo esto, pero tiene que pasar una desgracia para que se haga algo”. En su opinión, sería clave “agilizar” los trámites administrativos para que los propietarios se animaran a hacer sondeos legales desde el primer momento.
Alejandro Pestaña preside el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y gestiona fincas rústicas desde hace décadas. Coincide en lo explicado por el propietario de ACP Perforaciones y subraya que “el caso de Julen ha sido mediático pero hay muchos accidentes en pozos. No es corriente que caiga un niño, pero sí que alguien tropiece y se rompa una pierna, caiga un animal o se quede atrapado un coche”.
Los accidentes en pozos son muy frecuentes. Se producen roturas de piernas en personas y caen animales o quedan coches atrapados
Pestaña afirma que los pozos tienen que estar señalizados, pero a la hora de la verdad, si no se ha encontrado agua, se abandonan. “Lo normal debería ser rellenarlo con tierra y sellarlo, pero en el campo invertir en seguridad no suele ser una prioridad”, señala este profesional, quien explica que estos pozos abandonados acaban siendo cubiertos por vegetación y en muchas ocasiones se confunden con madrigueras.
Hay otro aspecto a tener en cuenta. Pedir la autorización para hacer un pozo implica, entre otros muchos puntos, acreditar la titularidad de la finca y, según el administrador, “hay mucha gente que no tiene ni la escritura porque se ha heredado la tierra de padres a hijos o porque se comparte entre varios”. Una complicación más a la hora de ir por la vía legal, unido a la tardanza de la Administración y al coste de tasas.
Autorización previa
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