Llega el cambio de hora: este fin de semana comienza el horario de invierno

En la madrugada de este sábado 25 al domingo 26, cuando sean las 3:00, serán las 2:00. Con este retraso en las agujas del reloj, que añade una hora más de sueño, se entra en el horario de invierno. El cambio de hora en España podría terminar, tras la propuesta del Gobierno de España a la UE de poner fin a esta práctica. Este hecho siempre llega al debate público, preguntándose si es tan necesario, si realmente ayuda al ahorro de energía o cuánto puede afectar al cuerpo humano el cambio.

La práctica del cambio de hora en España, cuenta con más de un siglo de historia, aunque no fue hasta 1974 cuando se implementó de forma continua. La última regulación oficial es de 2022, en el BOE número 63, donde quedan establecidos los detalles de los cambios de hora de los años comprendidos entre 2022 y 2026. Por lo que después de esta fecha, no queda establecido que ocurrirá.

Dos cambios de horario al año

El cambio de horario es bianual, uno se hace en marzo, para dar la bienvenida al de verano, en el que se adelanta una hora el reloj. Y el segundo en octubre, para el horario de invierno, en el que se retrasa una hora el reloj. Los dos últimos recogidos por el BOE, que corresponden al próximo 2026, tendrán lugar el 29 de marzo y el 25 de octubre.

Noches más largas

El cambio de invierno supondrá que los días se vayan haciendo cada vez más cortos, y las noches más largas. Esta será la tendencia hasta el 21 de diciembre, el día de menos horas de luz del año, el solsticio de invierno.

Historia del cambio de hora

Los orígenes del cambio de hora diversos, aunque fue en las primeras décadas del pasado siglo XX cuando en España, así como en otros países, comenzó a implantarse la decisión de adelantar el horario durante los meses de mayor tiempo de luz solar. En el caso de España, la primera norma publicada sobre esta temática se recoge en el Real Decreto de 3 de abril de 1918, por el que se adelantaba la hora oficial "como medio de conseguir el ahorro de carbón".

Posteriormente, se adoptó la hora de verano mediante Órdenes de la Presidencia del Consejo de Ministros de vigencia anual, pero con una frecuencia irregular. En el Real Decreto 236/2002 se señala que entre los años 1950 y 1973 esta práctica se abandonó completamente. Y en el año 1974 se recuperó el adelanto del reloj con carácter general en Europa.

En esta normativa se explica que la adopción de este cambio fue "de forma drástica y urgente" ante la crisis del petróleo de estos años. Desde ese momento y hasta el 1984, una orden anual de la Presidencia del Gobierno estableció la hora de verano de forma ininterrumpida y coordinada con el resto de países europeos. "Pero con absoluta autonomía normativa respecto a los mismos", se especifica en el texto.

En la perspectiva europea, las directivas sobre la hora de verano se han dictado desde el año 1980, con el objetivo "de armonizar progresivamente las fechas de inicio y fin del período de adelanto horario", que hasta el momento los países miembros realizaban de forma descoordinada.