La madre que prendió fuego a la habitación de su hijo en Málaga fue después a dos bares

La mujer detenida por supuestamente incendiar la habitación de su hijo tras una discusión familiar no trató de escapar; tampoco se entregó. Con la puerta del domicilio de par en par y las llamas alcanzando el techo, habría acudido a dos bares de la zona. Del primero la echaron porque entró fumando; en el segundo pidió una cerveza y apenas se inmutó con el trasiego de policías y bomberos tratando de sofocar las llamas. En este último lugar, los agentes la detuvieron.

Eran las 11:30 del pasado sábado 11 de mayo aproximadamente cuando la mujer bajó por primera vez de la vivienda, situada en calle José María Freuillez -entre la zona de Gamarra y Eugenio Gross- y se acercó a la terraza del bar ubicado junto al edificio en el que reside. Los vecinos ya advertían a los que recién se unían de que algo ocurría. "Venía diciendo que se había peleado con su hijo, que él le había pegado y tenía los dedos de uno de los pies sangrando". También pidió ayuda. Mónica, una de las trabajadoras del establecimiento hostelero, cuenta que un par de mujeres la atendieron y llamaron a la Policía.

Le ofrecieron asiento y esperaron con ella pacientemente hasta que una patrulla se desplazó a la vivienda. La mujer subió entonces con los agentes al inmueble, donde se encontraba el mayor de sus hijos -de unos 18 años- y con el que supuestamente habría protagonizado la discusión momentos antes. Manifestó a los agentes su intención de echarlo del domicilio; éstos trataron de mediar y explicar que debían aprender a convivir juntos. En un intento de calmarse, el joven cogió su cartera, su móvil y salió del piso para dar una vuelta.

Al poco tiempo, lo hizo ella quejándose: "La Policía no había hecho nada". Trató de sentarse con un grupo en la terraza del bar; después, acomodarse en el interior del establecimiento. Si bien, el dueño le prohibió la entrada porque se encontraba fumando. Salió, "se enfadó y golpeó el palo de un toldo".

"Escuchamos un cristal romperse y mi hijo me avisó de que había fuego"

Mientras tanto el vecino de enfrente de la mujer trataba de sofocar las llamas de su vivienda con un extintor. "Escuchamos un cristal romperse y mi hijo corriendo me avisó de que había fuego", cuenta a este periódico. Recuerda la habitación y parte del pasillo incendiados. El resto del inmueble, apenas se distinguía por la humareda. Aunque fue a por un extintor y lo vació, no fue suficiente para controlar el incendio. Su hijo, menor de edad, abandonó rápidamente el domicilio. Ya en la vía pública, cuenta Mónica, fue el pequeño quien alertó de que "había fuego en el noveno".

En seguida, informaron del incendio al servicio de Emergencias 112 Andalucía y avisaron al resto de residentes del edificio por los telefonillos para que lo abandonaran. Rápidamente, policías y bomberos se desplazaron hasta el lugar de los hechos y sofocaron las llamas. También trataron de localizar a la mujer con la que habían hablado hacía menos de media hora y que, previsiblemente, podría tener sus facultades alteradas en aquel momento.

La encontraron a apenas unos metros de su casa, sentada en un bar de la barriada, tomando una cerveza. A la persona que regenta el negocio también le contó la discusión que había tenido con su hijo. Pero, no le comentó nada del fuego. Él mismo le indicó que habían acudido al bloque en el que llevaba viviendo poco más de un año los servicios de emergencias. "Dijo que le daba igual". Tras personarse los agentes en el local, la mujer fue identificada y detenida.

La menor de las hijas (14) de la arrestada, se encontraba fuera del domicilio cuando ocurrieron los hechos, ajena a lo que había ocurrido. Desde Sociales se hicieron cargo de los dos adolescentes e hicieron las gestiones oportunas para que pasaran la noche en un hostal, según fuentes próximas consultadas por este periódico.