Málaga quiere tener listo el cambio para que Correos sea un hotel antes de las próximas elecciones
Hace un año cerró el acuerdo para que pudiera albergar un establecimiento de cinco estrellas, en el que aún están trabajando
El edificio de Correos vuelve a ser 'okupado': "Por favor, no pongan comida ni basura aquí"

Aunque es difícil que desde Urbanismo pongan plazos en el actual mandato –no hay mejor manera de no incumplirlos–, sí que tienen un horizonte marcado dentro del equipo de Gobierno que no quieren pasar para que el edificio de Correos pueda ser un hotel: las próximas elecciones municipales. En la Casona del Parque quieren tener solventado el trámite urbanístico por el que el edificio, ahora mismo abandonado y recientemente reokupado deje de ser un equipamiento, como hasta ahora, para poder albergar un uso hotelero. Y no de cualquier hotel, de uno de cinco estrellas.
La portavoz del equipo de Gobierno municipal, Elisa Pérez de Siles, ha indicado en el programa Málaga a Examen que el pacto cerrado en febrero del año pasado por el que se acordaba con la propiedad, un fondo israelí, la tramitación del cambio de uso, pero también la reforma necesaria con sus ajustes urbanísticos y la permuta de suelo que conlleva, sigue trabajándose dentro de la Gerencia, siendo este uno de los proyectos más importantes para el empujón turístico en la ciudad.
El edificio fue adquirido en 2019 por un magnate israelí a la Junta de Andalucía por 23 millones de euros, que desde entonces venía buscando la solución jurídica al cambio de uso, que finalmente ha venido de la mano de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) promovida por la propia Junta y que recoge este movimiento como una actuación de mejora urbana.
Gran parte del último escollo residía en que la propiedad pretendía levantar cinco alturas en un edificio anexo al actual inmueble, que finalmente se quedarán en tres según lo acordado entre la promotora y la Gerencia de Urbanismo, encabezada por Carmen Casero. De esta manera, el edificio podrá acoger hasta 200 habitaciones de la máxima calidad.
Este punto es clave para que pudieran interesarse por la gestión del futuro hotel las cadenas de máximo nivel, como bien podría ser Four Seasons, Mandarín, Shangri-la o Ritz Carlton; lo que supondría un salto de calidad para la oferta de Málaga, que sigue en busca y captura de aumentar la capacidad hotelera de cinco estrellas en la ciudad para mejorar el tiquet medio del turista y las pernoctaciones y auparse en el mercado del lujo.
Del número final resultante de habitaciones y los estándares de cada una de las resultantes podrán interesarse una u otra cadena en la gestión del espacio. Cada una de las firmas hoteleras tiene unos requisitos mínimos para instalarse en un edificio, siendo las cuatro anteriormente citadas las que más calidad ofrecen. Esto es clave para determinar qué hotel se dibujará en el futuro, siendo la cadena con la que termine acordando la propiedad israelí la que determine el número de estrellas final, aseguran los expertos cuestionados por este periódico.
Correos fue construido en 1980; consta de tres plantas en el cuerpo inferior y nueve plantas en la torre. Su venta formó parte de un paquete mucho más amplio de inmuebles puesto en el mercado por la Junta, que incluyó, también en Málaga capital el Palacio de la Tinta, antigua sede de la Administración regional. El mismo fue adjudicado a la cadena hotelera Hotusa por un valor de 21 millones (su valor de salida fue de 12,5 millones). Este último también ha visto en los últimos meses su futuro clarificado, al presentarse ya el proyecto hotelero que albergará el inmueble. Este abrirá en 2026, como un cinco estrellas, previa reforma de 30 millones de euros. La reforma necesaria para Correos, es exactamente tres veces superior y espera crear entorno a 500 puestos de trabajo.
Okupado otra vez
El emblemático y olvidado edificio de Correos de Málaga, situado en la avenida de Andalucía, ha vuelto a ser okupado por personas sin hogar reavivando debate sobre el estado de abandono. No es la primera vez que ocurre: ya a finales de 2021 y 2022 se detectó la presencia de personas sin hogar en su interior.
En uno de los laterales del edificio han creado un campamento en el que desde fuera se puede leer un cartel que anuncia la presencia de los okupas: "Por favor, no pongan comida aquí. Tenemos comida. No pongan basura, problemas con las ratas y con las hormigas. Ayuntamiento limpieza cada día aquí. Gracias."
En octubre de 2021, el Área de Urbanismo del Ayuntamiento ya ordenó a los propietarios que adoptaran medidas urgentes para asegurar el edificio, como el tapiado de accesos, reposición de cristales y limpieza interior. La decisión se tomó tras varios informes policiales que alertaban sobre accesos forzados, vandalismo y condiciones de insalubridad. “En caso de existencia de personas en el interior del inmueble, procedería el desalojo por motivos de seguridad”, apuntaba el escrito del consistorio.
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