EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
Supone un funcionamiento a la inversa de lo estipulado hasta el momento: las mascotas podrán acceder a los establecimientos públicos, incluidos hoteles, restaurantes, bares, tabernas y aquellos otros locales en los que se consuman bebidas y comidas. Se trata de una de las novedades de la nueva ordenanza de protección animal del Ayuntamiento de Málaga, que cambia el enfoque de la regulación de las mascotas en la ciudad. Así, ahora la entrada de animales de compañía quedará autorizada siempre que el local en cuestión no muestre visible desde su exterior una prohibición expresa, previa autorización administrativa por el órgano competente.
"Proteger el bienestar de los animales y no sólo regular su tenencia como hasta ahora" es el objetivo de la ordenanza presentada ayer por el concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Raúl Jiménez en el Ayuntamiento, junto con el director general de este área, Luis Medina. "Con esto queremos evitar la estampa de ver perros atados a la puerta de los establecimientos", añadió el edil. Otra de las novedades más importantes que incluye el proyecto es la realización de un censo canino obligatorio basado en perfiles genéticos de ADN. Con esto, se añade un campo más dentro de la identificación de cada uno de los perros. El concejal aseguró que "queremos evitar el maltrato y abandono de animales en la ciudad". La norma establece un plazo de seis meses desde la entrada en vigor de la ordenanza para que sea obligatoria la identificación genética.
El genotipado de los alrededor de 100.000 perros de Málaga supone la localización del dueño del perro a través del excremento. Así se le puede aplicar la correspondiente penalización en caso de que no los recoja. Gracias a esto, el concejal aseguró que "se podrá establecer una sanción leve". Otro de los objetivos que se proponen en la modificación de la ordenanza es alcanzar el sacrificio cero en el Centro Zoosanitario Municipal. Para ello, se promueve la esterilización de las mascotas; medidas para favorecer la reducción del abandono; fomentar la adopción de animales como alternativa a su compra y la prohibición del uso por particulares de collares que puedan ser considerados de castigo.
En cuanto a los gatos, aparte de los domésticos, existen los ferales o asilvestrados, animales "difícilmente adoptables". La ordenanza deja abierta la posibilidad de que el Ayuntamiento regule el proceso de autorización de colonias estables de gatos ferales cuando la legislación autonómica o nacional lo permitan. A su vez, normativa prohíbe ladesangulación -eliminación de las uñas- de los animales, tanto si son domésticos o ferales. Se trata de la primera vez que en Andalucía una ordenanza municipal realiza un reconocimiento explícito del gato feral. También será sancionable la alimentación de los animales en vía pública sólo "si genera una situación de insalubridad". Para ello se llevarán a cabo unos cursos de formación para los alimentadores. La normativa pretende convertir Málaga en una "ciudad amiga de los perros".
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