La edad media del cabeza de familia que pide ayuda a Cáritas baja a 27 años

Cáritas alerta del "rejuvenecimiento de la pobreza" e informa de que en los servicios prestados durante 2009, la edad media del cabeza de familia que pide ayuda ha pasado en un solo año de 37 a 27 años. Si el 2008 se caracterizó por un aumento sin precedentes del número de personas atendidas, en 2009 el gran incremento lo experimenta el porcentaje de respuestas necesarias para ayudar a una familia. Es decir, para Cáritas "los pobres cada vez son más pobres" y necesitan de un mayor número de ayudas para conseguir salir de la situación en la que se encuentran, a la que llegan cada vez a una edad más temprana.

La crisis además de disparar las peticiones de ayuda ha configurado un nuevo mapa social de la pobreza. Durante el pasado año, el 70% de las personas atendidas por Cáritas fueron españolas, lo que supone un aumento del 13% con respecto al año anterior. Disminuye la proporción de inmigrantes. Estos datos se desprenden de la memoria de 2009 de Cáritas Diocesana de Málaga, presentada ayer por su director, Anselmo Ruiz, que adelantó que durante los cinco meses que han transcurrido del presente año, se ha estabilizado el número de personas que demandan ayudas pero se han agravado las necesidades. En paralelo, las ayudas a este organizamos dependiente de la Iglesia han aumentado un 12,69%, todo pese a la crisis, lo que hace posible que puedan mantener su acción social.

"Familias, tanto españolas como extranjeras, que hace un tiempo se habían atendido desde Cáritas pero habían resuelto su situación y que, ahora, en el contexto de crisis actual, vuelven a necesitar ayuda, sobre todo para gastos de vivienda", subrayó Ruiz, que destacó también el aumento del 20% en el número de personas afectadas por la crisis que se ven obligadas a utilizar los recursos específicos para personas sin hogar.

El presupuesto de Cáritas supera los cinco millones y medio (5.610.408 euros). Las ayudas directas supusieron el 77,20% de los ingresos totales de Cáritas. Las subvenciones públicas suman casi dos millones mientras que el resto principalmente proceden de donativos de distinta índole. En cuando a la aplicación de los recursos, las Cáritas parroquiales consumen poco más de dos millones, la otra gran partida -un millón y medio- es para el Centro Gerontológico El Buen Samaritano. El resto del presupuesto se reparte entre distintas iniciativas y programas. El domingo se celebra la festividad del Corpus y la colecta de toda la Diócesis se destinará a Cáritas.

Respecto al perfil de las personas atendidas, además de rejuvenecerse la edad media del cabeza de familia, desde Cáritas destacan el aumento del número de parados recientes que piden ayudas, incluidos los trabajadores autónomos con pequeños comercios que han tenido que cerrar sus negocios. También destacan las mujeres solas con cargas familiares.

Las principales demandas han sido, junto a la búsqueda de empleo, en primer lugar, ayudas de alimentación, en el 93% de las Cáritas parroquiales, para vivienda, en el 84% de ellas, y para hacer frente al pago de suministros, en el 79%. Los principales problemas, por su parte, derivan de la dificultad para encontrar empleo. En este sentido Cáritas destaca que han sido especialmente vulnerables aquellas personas con más dificultades en el acceso al mundo laboral y/o que no cuentan con una red social o familiar de apoyo, como las personas inmigrantes o las familiar monoparentales.

12,69%