Veinticinco médicos han sido agredidos durante su trabajo en lo que va de año en Málaga
Profesionales se concentran este lunes en el centro de salud de Cruz de Humilladero por una nueva agresión a una facultativa
Málaga sumó 318 agresiones en centros sanitarios en 2024, un 14% más que el año anterior
Suma y sigue. Según las cuentas del Sindicato Médico de Málaga (SMM), en lo que va de año un total de 25 facultativos han sido agredidos física o verbalmente en el ejercicio de su trabajo. La cifra supone casi las mismas que en todo 2024, cuando el SMM contabilizó 32. Una realidad por la que esta organización ha urgido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a aplicar "sanciones administrativas inmediatas" a los agresores, como multas o traslados a otros centros. En resumen, que quienes agredan a trabajadores del ámbito sanitario tengan que rascarse el bolsillo por una penalización económica o desplazarse más lejos para que los atiendan.
Precisamente, el SMM ha reiterado esta reivindicación durante la concentración que un puñado de profesionales ha protagonizado este lunes ante el ambulatorio de Cruz de Humilladero para reprobar la última agresión conocida. Ocurrió hace unos días en el punto de urgencias de ese centro de salud, cuando una paciente insultó y amenazó de muerte a una médica. El hecho ya ha sido denunciado y la facultativa está de baja.
Según el sindicato, la presunta agresora, que estaba molesta por la espera, irrumpió en la consulta en la que la facultativa asistía a un enfermo. "Entró saltándose el orden, la intimidó invadiendo su espacio, le hizo amenazas hacia su integridad física e incluso también insultó al vigilante de seguridad con el que cuenta el centro y que acudió a raíz del incidente", explicó la delegada del SMM, Teresa Valle. E insistió en que, cuando ocurren estos incidentes, el profesional agredido no es la única víctima, sino también el resto de los pacientes dado que la rutina se ve alterada y el trabajador afectado no puede continuar con normalidad ni esa jornada ni las siguientes. "Porque tras una agresión no puedes centrarte en el paciente que viene a continuación", recalcó. También reclamó que el SAS siempre se persone de oficio en los juicios para que "los profesionales se sientan amparados".
Valle recordó que hay un infrarregistro de agresiones, ya que no se contabilizan todas las que se producen. Las fuerzas de seguridad sólo cuentan las que se denuncian y la Administración sanitaria únicamente las que se le comunican según el trámite interno establecido. Pero además hay muchas, sobre todo verbales, que jamás salen a la luz. De manera que, según denuncian sindicatos y profesionales, son más de las que recogen las estadísticas. Según el registro oficial del SAS, tras caer durante la pandemia, las agresiones han vuelto a incrementarse. En total, en la provincia y hacia todas las categorías, hubo 268 en 2022, 278 en 2023 y 318 en 2024. Esta última cifra supone un 14% respecto al año anterior. Del Valle aseguró que "más de la mitad de los centros" no tienen vigilante de seguridad, ni cámaras de vigilancia ni vías de escape alternativas. Por eso exigió "medidas inmediatas" y denunció que el plan andaluz contra las agresiones en el ámbito sanitario está "prácticamente por estrenar" porque "casi no se ha implantado".
Por su parte, UGT también condenó la agresión y cualquier tipo de violencia, a la vez que culpó "no solo a quienes la ejercen, sino también a la Administración por no hacer realidad los acuerdos alcanzados.
Salud defiende sus medidas ante las agresiones
Tras la concentración, en la que el SMM lanzó quejas sobre la falta de desarrollo del plan andaluz de agresiones y la falta de vigilantes de seguridad en más de la mitad de los centros, la Consejería de Salud y el SAS reiteraron que tienen el mismo objetivo que las organizaciones sindicales de acabar las agresiones al personal sanitario a la vez que condenaron los hechos y cualquier tipo de agresión.
La Consejería recordó que desde octubre de 2020 cuenta con un plan de prevención que pone a disposición de los profesionales afectados todos los recursos necesarios (asesoramiento legal, apoyo psicológico y asistencia sanitaria si fuera necesaria) e incorpora el acompañamiento al trabajador agredido y un profesional con formación específica que ejerce como guía en la prevención y actuación ante las agresiones.
Salud reconoció que "efectivamente, la mayoría de los centros sanitarios de Málaga no cuentan con servicio de vigilancia de seguridad", pero ha insistido en que disponen de más de 6.700 medidas de seguridad en las consultas, como alarmas individuales, cámaras de seguridad, interfonos con el exterior, salidas alternativas, más de 1.300 timbres en las consultas y en ambulancias, GPS en ambulancias, casi 1.500 terminales telefónicos, y más de 2.200 dispositivos informáticos con software antipánico.
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