LA pasada semana se iniciaba con la reducción del techo de endeudamiento de la comunidad andaluza, decidido por el Consejo de Política Fiscal y Financiera que, de aplicarse como se aprobó, supondrá para Málaga, según los socialistas, la pérdida de 15.000 empleos públicos y problemas para el funcionamiento de tres hospitales y 350 colegios de la provincia. Este negro periodo de siete días finalizaba con la revelación de que el Gobierno que preside Mariano Rajoy está dispuesto a recortar nuevos gastos, 102.000 millones de euros adicionales hasta 2014, que dejaría al conjunto de las regiones, Andalucía incluida, a los pies de los caballos.

En este contexto, en medio de la tormenta, veía la luz el nuevo equipo político que deberá gestionar la representación de la Junta de Andalucía en Málaga, compuesto por seis delegados y dos coordinadoras provinciales, estas últimas pendientes de la firma del decreto de su nombramiento, con lo que se cierra el capítulo de designaciones del primer nivel, a falta de que Izquierda Unida señale al que será el encargado de la Oficina en Málaga del vicepresidente Valderas, con sede en el palacete de la Alameda, que incluye además otro cargo de confianza, que será el responsable de la coordinación del voluntariado, José Manuel Luque, conocido como Pita, que se ocupó de la Oficina de Cooperación Internacional de la Diputación de Málaga. Aunque también queda por fijar, en algunos casos, la figura de los secretarios generales provinciales de las 11 consejerías que componen el Gobierno andaluz, funcionarios de carrera del tipo A, que serán los responsables, a nivel administrativo, de los distintos departamentos. Por poner un ejemplo, en la delegación del Gobierno, que agrupa tres consejerías, habrá tres secretarios generales para las áreas de Administración Local, Justicia y Hacienda, respectivamente.

Ya se ha destacado que los nuevos responsables de la administración periférica de la Junta de Andalucía, que encabeza José Luis Ruiz Espejo, componen un conjunto de nombres plenamente identificados con la línea política que encabeza Miguel Ángel Heredia. Un equipo joven, en el que curiosamente hay mayoría de abogados, por lo que recuerdan a los togados, que han sido designados por un procedimiento diferente al de ocasiones anteriores. En este caso, cada uno de los consejeros no consultó al secretario general provincial, sino que éste propuso un abanico de nombres a la todapoderosa consejera de la Presidencia, Susana Díaz, que fue la encargada de negociar con Heredia, y consultar con los respectivos consejeros y hacer el reparto de papeles. De ahí el pequeño baile de nombres que se produjo en la noche del pasado lunes, al plantearse buscar una salida de futuro, tanto a Javier Carnero como a Patricia Alba, lo que motivó los posteriores movimientos, ya conocidos de Daniel Pérez, a Salud y Marta Rueda, Economía. También la causa de que, según Los Arcos, y dado el elevado número de nombramientos de la jornada, se produjeran los errores registrados en el BOJA, al cruzarse nombres, cargos y currículums Por otra parte, el desembarco de los nuevos delegados no fue recibido con cohetes por parte de la oposición, especialmente en el caso de Francisco de la Torre, que fue especialmente crítico. Quizá detrás de esta actitud se esconda el inicio de lo que será sin duda la batalla de Málaga.

En cualquier caso, el PSOE parece decidido a ahondar en la estrategia que utilizó en los pasados comicios autonómicos y que, al menos, empezó a frenar su alarmante perdida de votos. Antes tendrá que afrontar, a partir de septiembre, el proceso de asambleas de las agrupaciones locales, en las que como novedad, no se designará ninguna ejecutiva municipal de la capital, órgano creado otrora para lograr el control sobre este sector tan importante de la organización.

Por otro lado añadir que el análisis, tras cierre del proceso de nombramientos de delegados en el conjunto de Andalucía, señala que José Antonio Griñán puede haber tomado nota de las voces discrepantes elevadas en el último congreso regional y estaría dispuesto a rectificar y sumar voluntades. Razón por la que ha dado carta blanca a los secretarios generales de cada provincia para la creación de los nuevos equipos, con los casos significativos de Jaén y Almería, aunque algún que otro buen amigo se quedara en la estacada.