Málaga

Las medusas se resisten a dejar atrás las playas de Málaga

  • Aunque de forma más dispersa que días atrás, la presencia de estos invertebrados aún es alta en la capital y otras zonas de la costa occidental como Torremolinos o Mijas

Varias personas retiran un ejemplar de ‘Rhizostoma Luteum’ de una playa deMijas.

Varias personas retiran un ejemplar de ‘Rhizostoma Luteum’ de una playa deMijas. / José Prieto

De nuevo las medusas lo han vuelto a poner este jueves difícil para los bañistas, que han visto izar la bandera blanca que previene ante la visita de estos molestos invertebrados en muchas de las playas de Málaga. El litoral de la capital ha sido –otra vez– el que se ha visto más afectado por su presencia y eso que hacía solo dos días que habían empezado a alejarse, empujadas hacia el Estrecho.

La situación es inestable y puede variar en cuestión de horas porque, como explicaron desde el Aula del Mar, el mar de Alborán tiene este verano más medusas de lo habitual y cualquier cambio en el viento o las corrientes marinas puede atraer una de estas plagas a la costa. Por tanto, no conviene bajar la guardia.

Este jueves por la tarde todavía se resistían a abandonar las costas malagueñas y la mayor parte de los arenales de la capital se encontraban en nivel de riesgo medio por medusas, según la información de la aplicación Infomedusas, que gestiona el Aula del Mar en colaboración con la Diputación de Málaga.

Desde la zona de La Araña hasta La Malagueta, pasando por Pedregalejo, El Palo, La Caleta, los Baños del Carmen, el Peñón del Cuervo o El Candado, en todos estos puntos era fácil encontrarlas. Eso sí, su densidad es menor que en días pasados y, según los mensajes que algunos bañistas escribieron en Infomedusas, se encontraban de forma dispersa en zonas próximas a la orilla y con mayor abundancia hacia el interior.

En la costa occidental también sigue siendo elevada la concentración de medusas, fundamentalmente en Torremolinos y en Mijas, municipios donde las playas de Los Álamos, Playamar, El Bajoncillo, El Faro, Peñón del Cura y Calahonda se recomienda especial precaución. En otros puntos de esa parte de la provincia los bañistas pueden estar algo más relajados, aunque todavía se pueden topar con algún ejemplar disperso en la playa de Cabopino, en Marbella; La Rada, en Estepona, así como La Colonia y Sabinillas, en Manilva.

Se libraron de su presencia en Fuengirola, Casares y Benalmádena. Y donde llevan días sin verlas es en las playas de la Axarquía –Nerja, Torrox, Albarrobo y los núcleos costeros de Vélez-Málaga–. En Rincón de la Victoria, por su proximidad a la capital, apenas aparecieron este jueves unas pocas en Torre de Benagalbón y Los Rubios.

Hacer una previsión de cómo se comportarán en los próximos días es complejo, según explicó hace unos días el biólogo del Aula del Mar, Jesús Bellido, que advirtió que es posible que estos invertebrados se queden el resto de agosto en Málaga, aunque confió en que no con la misma “intensidad” del último fin de semana.

“Sabíamos que este verano podía ser bueno para las medusas, porque se habían dado en primavera las condiciones perfectas para su proliferación”, expuso, apuntando a que “unas temperaturas por encima de la media en el mar de Alborán, posiblemente, han hecho el caldo de cultivo para que estos animales se reproduzcan”.

La mayoría de las que se ven estos días son las pequeñas Pelagia noctiluca, también llamadas medusa clavel –su peligrosidad es alta–, pero este verano los bañistas se han visto sorprendidos por cientos de ejemplares de gran tamaño, pertenecientes a la especie Rhizostoma Luteum. Pueden asustar más, pero los expertos aseguran que su picadura no es tan dolorosa como la de la pequeña.

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