Málaga

La obra de los megayates da el “pistoletazo” de salida a una nueva transformación del puerto de Málaga

  • El presidente de la Autoridad Portuaria señala que el arranque de este proyecto debe tener continuidad con el hotel, las oficinas en Muelle Heredia y la marina de San Andrés 

Vista de los muelles 1 y 2 del puerto de Málaga, donde se construirá la dársena para megayates.

Vista de los muelles 1 y 2 del puerto de Málaga, donde se construirá la dársena para megayates. / Álvaro Cabrera

El complejo y rico puzzle de piezas sobre el que se proyectó la transformación del puerto de Málaga y su apertura a la ciudad afronta ahora una segunda etapa de indudable trascendencia. Si 2011 fue el año del Palmeral de las Sorpresas y del centro comercial Muelle Uno, 2021 permite afrontar el impulso de los muchos proyectos aún pendientes de acometer.

El largo listado registrado en la agenda portuaria tuvo ayer un primer paso con el arranque de los trabajos de la dársena para megayates en los muelles 1 y 2 del recinto. Una iniciativa empresarial que, según los estudios manejados, tendrá un impacto económico sobre la ciudad de unos 104 millones de euros, con la generación de al menos 800 puestos de trabajo a lo largo de la concesión.

"Lo de hoy (por ayer lunes) es punto de partida, el pistoletazo", reconoció el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, en el acto de inicio de los trabajos de estas instalaciones, en la que los socios privados invertirán unos 11 millones de euros. El objetivo marcado por la alianza empresarial adjudicataria, con protagonismo para Igy Marinas, es que los atraques estén operativos a finales de año, tras unos ocho meses.

José Luis Almazán, Francisco de la Torre, Elías Bendodo y Carlos Rubio, ayer, junto a la Farola. José Luis Almazán, Francisco de la Torre, Elías Bendodo y Carlos Rubio, ayer, junto a la Farola.

José Luis Almazán, Francisco de la Torre, Elías Bendodo y Carlos Rubio, ayer, junto a la Farola. / Álvaro Cabrera

Rubio habló de esta dársena como "un proyecto muy transformador para Málaga", al sumar un turismo de alta calidad y nivel adquisitivo. Un valor al que sumó el impacto económico de unos buques que pueden ser considerados en sí mismos pequeñas y medianas empresas.

El deseo del máximo mandatario portuario es que el camino que ahora se inicia no concluya y permita avanzar en el resto de operaciones planteadas. Entre ellas, aludió de manera directa a la rehabilitación de la Casa de Botes, que acogerá un restaurante del grupo Trocadero; la construcción del hotel junto al dique de Levante, iniciativa que sigue pendiente de que sea aprobado de manera definitiva el necesario ajuste urbanístico, y el complejo de oficinas en los terrenos de Muelle Heredia.

En este último caso, activados los proyectos para la mudanza de la Agencia Tributaria y de la Guardia Civil de estos emplazamiento, la intención es que el concurso para la adjudicación de la adjudicación de la parcela pueda ver la luz en la parte final del ejercicio.

A todos ellos hay que agregar la ejecución del puerto deportivo de San Andrés, actualmente en proceso de licitación después de que la anterior convocatoria, a la que concurrieron dos firmas, tuviese que ser anulada por defectos de formas de los concurrentes. A la espera de que se cierre el plazo de ofertas, todo hace pensar que la iniciativa contará de nuevo con varios aspirantes.

Durante su intervención, el presidente del Puerto lanzó un guiño al alcalde, Francisco de la Torre, en relación con su ya viejo anhelo de construir el Auditorio de Málaga en el suelo de San Andrés. De hecho, Rubio se mostró convencido de que ese equipamiento acabará viendo la luz. Un paso para en el que es esencial la colaboración del puerto, que no renuncia a ser compensado con otros terrenos de uso logístico fuera del recinto. En este proceso, dispone ya de un estudio sobre el valor actual de esos suelos, que alcanza los 8,6 millones de euros.

El valor de la apuesta por los megayates fue puesta en consideración por el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, quien subrayó que esta infraestructura "va a suponer un salto de calidad en la industria náutica de Andalucía y Málaga".

"El turismo náutico es esencial", detalló, recordando el fuerte impacto que la crisis sanitaria ha tenido sobre la actividad turística, uno de los dos grandes pilares de la economía regional. "A lo largo de la pandemia la economía de Andalucía ha volado con un solo motor", destacó, confiando en que la actividad turística sea base de la reapertura de la movilidad entre provincias y la progresiva vuelta a la normalidad.

El alcalde, por su parte, opinó que la marina refrendará "la evolución de Málaga en estos años", con una estrategia destinada a atraer a empresas y talento mediante una gran oferta cultural y patrimonial. "Y abre una nueva oportunidad”, dijo, señalando que los propios barcos de lujo pueden ser atractivos a sumar a la ciudad. Y afirmó:"No va a haber en el mundo una instalación como ésta; ni Londres ni Nueva York pueden ofrecer lo que Málaga ofrece a dos pasos de estos atraques".

El presidente de la Unión Temporal de Empresas (UTE) a cargo del proyecto, José Luis Almazán, coincidió con el regidor en las bondades que ofrece la capital y valoró la apuesta de las administraciones por este tipo de embarcaciones, lo que permitirá a Málaga pasar a formar parte de un reducido club de ciudades.

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