El paso adelante dado por la Gerencia de Urbanismo en el intento de racionalizar la ocupación del espacio público por parte de los empresarios de la hostelería se convierte en asunto de debate. Frente a la satisfacción de los vecinos del Centro Histórico, conformes con los planteamientos realizados por el departamento dirigido por Francisco Pomares a la modificación de la actual normativa municipal, el malestar de los empresarios del sector. Los primeros aplauden la apuesta por un nuevo modelo, que choca con las tesis hasta la fecha defendidas y aplicadas por el área de Comercio; los segundos, advierten de las severas consecuencias que las mismas tendrán sobre la actividad económica.

"Hay un malestar importante en la hostelería por los cambios que se plantean porque no se ha contado con la opinión nuestra; somos una parte importante de la ciudad y más en unos tiempos en los que el peso de la economía lo lleva la hostelería", explicó José Simón, portavoz del colectivo Mahos, uno de los dos representativos del sector. Para esta asociación, tiene "difícil justificación" la decisión de Urbanismo de intervenir en la ordenación de los espacios públicos, caso del entorno de la Catedral, donde se acota de manera drástica la posibilidad de instalar mesas y sillas. Ello, a juicio de Simón, "entra en conflicto con políticas de promoción turística y de peso económica". "No encontramos una explicación lógica o racional, no entendemos el motivo que hay detrás", apostilló.

Si bien defendió la necesidad de ordenar la ocupación de las calles del casco antiguo, mediante una planificación adecuada y acordada, discrepó de la opción que pasa por "eliminar totalmente la ocupación de la hostelería". De acuerdo con los argumentos expuestos por el portavoz de Mahos, el movimiento realizado por Urbanismo supone, de facto, "tumbar la propuesta de ordenanza que había realizado Comercio; toma medidas más drásticas".

Si bien el borrador inicial ya incluía algunas de las sugerencias de Urbanismo, otras preocupan de manera especial a los hosteleros. Es el caso de impedir que en calles con una anchura de 3 metros o menos se impida la ocupación con terrazas. "Eso es algo que afectaría a muchas vías del centro y a muchos locales", expuso.

Ante estos últimos planteamientos municipales, que entran en conflicto con la hoja de ruta trazada por los responsables de Comercio, Mahos incide en la necesidad de hacer cambios. "Todo el mundo está ahora con la espada en alto y se plantea un frente común de las asociaciones para tratar de llegar a un acuerdo en este asunto", agregó.

En esta misma línea, el presidente de la otra asociación que engloba a los hosteleros, Amares, José Porras, mostró su desacuerdo con el planteamiento y anunció su intención de pedir una reunión "urgente" con todos los partidos políticos. "Las terrazas son la vida de Málaga, generan riqueza y puestos de trabajo", expuso, al tiempo que auguró un "desastre" para la ciudad si finalmente se acota el desarrollo de esta actividad, lo que podría afectar al 30% de las plantillas de los bares. "Estamos en contra de que se cambie la ordenanza; de lo que se trata es intentar que se cumplan las medidas", añadió.

La impresión cambia radicalmente cuando se oye a los representantes vecinales. Ester Ramírez, al frente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, no deja lugar a la duda. "Tenemos que mostrar nuestra satisfacción porque son demandas que siempre hemos planteado; el plan de Comercio no funciona". "La realidad que palpamos es la que hay en la calle y en la calle las acciones de Comercio no existen, cada vez hay más ocupación de vía pública, de toldos, y la normativa que hay no se cumple", subrayó.

Incluso, Ramírez auguró que de mantenerse "esta deriva" el Centro "va a la catástrofe porque el vecino se va a ir; es incompatible el uso del espacio público que ahora se da con lo que necesita el vecino". Para la representante vecinal, la aplicación de las medidas planteadas por Urbanismo conllevan, necesariamente, que Comercio "retroceda en sus planteamientos". "La palabra la tiene ahora Comercio", indicó. Es este área el que ha de pronunciarse ahora sobre las sugerencias de Urbanismo. "Hay una parte abusona, que la hostelería, y otra que somos los vecinos, que estamos atrincherados y defendiéndonos de esta marabunta", insistió, al tiempo que denunció la "salvaje ocupación" que en este momento se produce en la acera principal del mercado de Atarazanas.

Entre las sugerencias puestas sobre la mesa por Urbanismo destaca el cuestionamiento que se hace de la figura de los planes de aprovechamiento, con condiciones sensiblemente más laxas para los empresarios que lo marcado en la normativa municipal. Frente al modelo vigente, el ente opta por restringir de manera clara el uso de los mismos.

Los informes ponen de relieve el incumplimiento

Los informes que en los últimos años viene elaborando el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (Omau), dependiente del Ayuntamiento de Málaga, vienen poniendo de relieve la existencia de un incumplimiento amplio de la ordenanza de Vía Pública. El último de ellos, dado a conocer el pasado mes de noviembre, concluye que la mayoría de terrazas excede la normativa vigente. De hecho, aunque constata una cierta mejoría respecto al estudio anterior, concluye que sólo el 14% de los establecimientos cumple todos los requisitos, caso de ocupación de mesas y sillas, toldos y sombrillas, pizarras de menús, entre otros elementos. El análisis se realizó en las calles Strachan-La Bolsa y en las plazas Uncibay, Las Flores y La Merced.