EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
Disfrutar de una comida en el exterior, al aire libre y con la luz encendida puede transformarse en algo tedioso, y limpiar la piscina cada mañana convertirse en una rutina igual de molesta si esta amanece repleta de una capa de mosquitos. Para José Antonio Rivera, su mujer, y otros vecinos de Huertecilla de Mañas, en Campanillas, lo es desde hace, al menos, tres semanas. La razón es la plaga de mosquitos blancos procedentes de la cochinilla del carmín, enfermedad que está dejando en jaque a muchas chumberas del distrito y de otras zonas de la provincia.
El aspecto que presentan algunas de estas plantas es el de un vegetal débil y enfermo, cubierto de una placa de algodón blanca provocada por la cochinilla del carmín, insecto que se alimenta de la savia de la planta, secándola y pudiendo originar su desaparición. Esto causa, ya no solo que la producción del fruto pueda verse afectada, sino molestias entre los vecinos del barrio debido a una proliferación de mosquitos procedentes de esta enfermedad de las chumberas. Más concretamente, cada hembra puede dar lugar a cerca de medio millar de mosquitos, que no producen picaduras ni son perjudiciales para la salud, pero que resultan molestas al acudir en masa.
Una situación que José Antonio califica de "lamentable" y una rutina cada vez más incómoda que tiene lugar entre las 21:00 y la 1:00 de la madrugada aproximadamente. "Me quedé más tranquilo cuando supe que no eran dañinos para la salud, pero estar comiendo rodeados de bichitos, verlos en la mesa y que te caigan en la comida es deplorable", expresa. José Antonio resalta que son miles los mosquitos que cada mañana recoge de la piscina o que aparecen impregnados en el mobiliario, utensilios o alimentos, por lo que exige una solución para resolver este conflicto. Además, añade que aunque son inofensivos y no producen picaduras, la sensación psicológica es la contraria y "te empieza a picar todo el cuerpo al encontrarte rodeado de mosquitos". Asimismo, su mujer critica que ya son tres las semanas "en las que estar en el patio por las noches es imposible". Al mismo tiempo, este periódico intentó ponerse ayer en contacto, sin éxito, con el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga.
De momento, se conoce que la única forma de acabar con esta plaga de mosquitos sería cortando y enterrando aquellas plantas afectadas por este insecto, pero nunca tirándolas a un contenedor o depositándolas en otro lugar, pues de esa manera podría infectar a otras zonas ya que las ninfas permanecen vivas mucho tiempo.
En realidad, este insecto es un poderoso colorante natural, del que se obtiene un líquido de color rojo al presionarlos, tinte que se utiliza para la creación de pintalabios u otros elementos de cosmética, así como colorantes para la alimentación.
También te puede interesar
Lo último
EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
La ciudad y los días
Carlos Colón
Yo vi nacer a B. B.
Quousque tandem
Luis Chacón
Siempre en Navidad
1 Comentario