Multas de hasta 600.000 euros y prisión: el castigo a las carreras ilegales

La participación en carreras ilegales puede implicar penas de cárcel, además de sanciones y la retirada del permiso de conducir. Ya ocurrió el año pasado, cuando la Policía Local identificó a un joven de 19 años que, presuntamente, convocaba reuniones con cientos de personas y fue denunciado por infringir la ley de seguridad ciudadana. Se le consideraba el gestor de un grupo de una aplicación de mensajería con casi mil integrantes, a través de la que organizaba de manera explícita las quedadas ilegales de vehículos. El joven se enfrentaba al pago de una sanción que oscilaba entre los 30.000 y los 600.000 euros.

Poco antes, otro conductor ya había sido investigado por provocar un accidente la noche de Reyes, en el que un menor de 13 años resultó herido en la carretera de la Azucarera-Intelhorce, en el polígono Guadalhorce. La Policía Local manejaba la hipótesis de que el presunto responsable podría haber circulado a una velocidad cercana a los 150 kilómetros por hora. Fue condenado a un año de cárcel por un delito contra la seguridad vial. El juez también le prohibió durante un año y ocho meses conducir vehículos a motor al resolver que condujo de forma temeraria poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.

La situación no es nueva. Hace un par de años, el grupo municipal socialista ya pidió al equipo de gobierno un plan de seguridad vial con “medidas de calmado de tráfico” dirigidas a evitar las carreras ilegales en zonas como El Pizarrillo, en Churriana. “Los residentes se sienten como habitantes que viven en la periferia de Málaga y el aumento de vigilancia policial pondría freno a las ya más que frecuentes carreras de vehículos, además de prevenir actos delictivos, aumentando la seguridad en el barrio”, apostillaba entonces el concejal socialista Salvador Trujillo.

La denuncia había sido lanzada días después de un accidente registrado en la entrada al distrito de Churriana. Allí, sentado en la ventanilla del coche, con medio cuerpo fuera, y a toda velocidad por una rotonda, se dejaba ver uno de los jóvenes que participaba. El final de la historia era más que previsible: el turismo volcó y el copiloto salió disparado. La gracia les salió más cara de lo que en un primer momento imaginaron, porque el conductor fue detenido después por la Policía Local de Málaga.

Ocurrió en la glorieta cercana al Ikea y al Plaza Mayor, la que se encuentra entre las calles Victoria de los Ángeles y Alfredo Kraus. Allí estaban participando en una KDD de coches, exhibiendo sus habilidades al volante.

En un vídeo, difundido en Twitter por la cuenta SocialDrive, se observa al turismo girando a gran velocidad por la rotonda cuando, de repente, el conductor perdía el control y el coche volcaba, colisionando con otro vehículo que se había detenido en la glorieta –y en el que había personas en su interior–. El turismo quedó boca arriba en la calzada.