Los municipios axárquicos sin PGOU salvan el primer trámite

La Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio se comprometió a redactar, dirigir y financiar los planes generales de ordenación del territorio de los 16 municipios de la comarca de la Axarquía que no cuentan con ningún instrumento de ordenación urbanística. Sin embargo, la mayoría de ellos tienen ya la aprobación inicial, y otros tantos, están en fase avanzada de redacción. El más adelantado, es el de Iznate, que espera aprobarlo de forma provisional antes de final de año.

Los alcaldes están haciendo sus deberes, la mayoría de ellos -excepto Comares y Moclinejo- a través de la oficina de planeamiento de la Diputación Provincial, por lo que consideran que si la Junta quiere que los tengan en 2010, serán las consejerías las que deben acelerar la tramitación de los informes sectoriales. "Nosotros somos los primeros interesados en tener un instrumento de planeamiento que venga a ordenar y aclarar la situación que llevamos sufriendo desde hace décadas", es la opinión generalizada de los regidores. Alguno considera que por fin pasarán "de la Edad Media al siglo XXI".

El municipio de Iznate espera aprobar el documento de forma provisional el próximo 22 de diciembre. La próxima semana ya tendrá el borrador para su comisión informativa. "Hemos elaborado un plan poco ambicioso y muy coherente con nuestro territorio y población. Somos realistas. El crecimiento previsto cumple las expectativas no podemos planear mucho más en un municipio donde no hay colegios, ni centro de salud ni una suficiente red de agua potable. Lo que nos interesa es sacar el plan", afirmó el alcalde, Gregorio Campos (PSOE) quien ya tiene cuenta con los informes sectoriales y estimadas casi el 100 por cien de las alegaciones.

Salares, Archez, El Borge y Totalán están precisamente en fase de alegaciones, aunque la aprobación en este último municipio dependerá de la resolución del Plan de Ordenación del Territorio de Aglomemeración Urbana de Málaga que ha sido impugnado desde la capital. "Llevamos diez años liados con el plan. Son los técnicos de la Diputación los que ya conocen nuestra realidad y no tendría que sentido que ahora se hiciesen cargo los de la Junta de Andalucía. Eso sería volverlo a retrasar", afirmó el alcalde de El Borge, José Antonio Ponce (IU), quien considera que el papel de la administración autonómica debe estar en la agilización de los informes sectoriales que "es dónde se relentiza". "Nosotros somos los primeros que estamos por la labor de sacarlo lo antes posible", apostilla

Media docena de pueblos -Cútar, Arenas, Sedella, Moclinejo, Comares y Canillas de Albaida- ya han pasado el trámite de la aprobación inicial y están pendientes de los informes sectoriales. "Es muy complicado trabajar sin normas y explicárselo a un vecino. Tener el PGOU va a significar permitir la construcción legal y poder regularizar lo que permita el plan", reflexionó Basilia Pareja (PSOE), alcaldesa de Arenas. El de Sedella, es un caso curioso porque lleva con la aprobación inicial desde 2006, sin embargo, la inclusión del POTA y la aparición de la LOUA lo ha dejado bloqueado. "Llevamos 20 años sin suelo y sin capacidad de movimiento. Estoy en contra de un urbanismo salvaje pero hace tiempo que necesitamos unas mínimas reglas de juego dignas", manifestó el regidor Francisco Gálvez (PSOE).

"Ha sido muy tarde la respuesta a la problemática de los municipios de interior. Nosotros lo que queremos dar es una respuesta eficaz a nuestro vecinos", apuntó Manuel Robles (PP), alcalde de Comares. Los que llevan más retraso, pero aseguran que estarán realizados en tiempo, son los de Alfarnate, Benamargosa, Macharaviaya, Almáchar y Cómpeta. La mayoría de ellos están a punto de formalizar el primero de los pasos que exige el documento e incluso alguno espera aprobarlo en pleno este mes.

Mientras tanto, los municipios axárquicos seguirán sin ningún marco de referencia para ordenar su territorio o a los sumo continúan trabajando con normas subsidiarias o de delimitación del casco urbano. En lo que coinciden, es en la necesidad de una planificación, que con más o menos gusto, están ceñidas a las directrices del Plan de Ordenación del Territorio de la Axarquía y a la Ley de Ordenación del Suelo de Andalucía. Esto supondrá un mínimo crecimiento - el 40 por ciento en suelo urbanizable y el 30 por ciento de aumento en la población - y recoger en el plan todas aquellas viviendas actualmente fuera de ordenación.