Los súper currantes, los camareros de una cafetería de Málaga repleta de superación
La Asociación Paine pone en marcha una centro ciudadano en el que los meseros son jóvenes que están de sobra capacitados
Estas son las tres cafeterías de Málaga que también se han colado entre las mejores de España por su café de especialidad
“Alba, Alba, allí han entrado dos, mira a ver”. Son las 12:00 y las mesas ya están preparadas con sus respectivos manteles, servilletas, cubiertos y números identificativos. El menú de hoy en la cafetería en Gamarra tiene para elegir como primer plato distintas opciones: puchero, porra antequerana y crema de Calabacín. De segundo hay callos, champiñones al pimpi, boquerones o berenjenas. Yogurt, fruta, gelatina o natillas son las opciones de postre. Todo ello más bebida por 5 euros.
Desde el miércoles 23 de abril la cafetería está abierta de 9:00 a 16:00 de lunes a viernes. Ofrecen desayunos y almuerzos, además, se puede poner para llevar lo que el cliente precise. “Los tuppers valen 50 céntimos cada uno”, le explica Cristina Castro a María Fernández. La segunda empieza como camarera voluntaria y recibe las instrucciones de Cristina, una de las habituales que a las 13:00 debe marcharse. “Este es más atento, aquel más despistado”, le va contando sobre los jóvenes camareros que trabajan aquí, ellos son los verdaderos protagonistas, o como les gusta decir a ellos, súper currantes. María reconoce estar un poco nerviosa, Rubén, compañero suyo en la universidad ya ha trabajado con la presidenta de la asociación y le animó a venirse: “Es la primera vez que trabajo en algo relacionado con la hostelería, me van a tener que enseñar ellos a mí”, expresa sonriendo.
Mercedes García Paine es la presidenta de la Asociación Paine, organización que nació en 2013 y que lleva a cabo un sinfín de numerosas iniciativas solidarias. Una de ellas es el proyecto Súper Currantes, lleva en marcha desde hace tres años. El pasado mes de noviembre la DANA dañó gravemente la cafetería en la que estaban establecidos en Ciudad Jardín. Tras más de dos meses de preparación abrieron hace unas semanas en la calle Rivas Fernández. “Ojalá reparen el edificio de Ciudad Jardín y podamos tener dos cafeterías”, manifiesta con ilusión. En el proyecto se acogen a jóvenes de 21 que han demostrado que están super capacitados. La jefa, uno de sus múltiples apodos, fundó la asociación. “Fui nombrada madrina del equipo Málaga Genuine y una madre me contó su desesperación porque su niño salía del centro educativo y no tenía un sitio en el que pudiera hacerle hueco”, cuenta Paine. “Desde esa noche decidí que no iba a permitir su llanto y me puse en contacto con ONCE. Me informaron de qué tipo de proyectos se podían llevar a cabo y fundé la asociación”, explica la madrina.
“Compadre, ¿cómo vas?”, le pregunta a Carlos García. Éste coloca una tabla de madera para poner los vasos limpios, de vez en cuando hace funciones de mantenimiento y viene a echar una mano cuando es menester. Su hijo también forma parte del proyecto. “Nena, ¿desde cuándo te conozco yo a ti?”, pregunta. “Hará más o menos seis años”, replica la jefa. Carlos hijo ha estado con ella desde ese tiempo en pisos de fin de semana, donde se quedaban algunos chicos, otro proyecto de Paine. Ahora participa en Súper Currantes, aunque justo hoy [el día que se hizo este reportaje] no le tocaba venir.
“Son unos nobletones, los chavales trabajan, te quieren, te respetan, aquí se ve la mejor versión de la sociedad. No son rencorosos, saben pedir perdón de inmediato, si se equivocan lo aceptan. Tienen lo mejor de la infancia y la adultez”, confirma a la vez que su rostro refleja una mezcla de ternura y admiración. No solo hacen su labor de camareros de lunes a viernes, de vez en cuando trabajan en caterings para eventos como comuniones, bodas o la media maratón de este fin de semana en Estepona. Desde la asociación, a cambio, los cuidan, los trasladan desde sus casas, no todos son de Málaga capital ni pueden conducir o viajar solos. “Algunos tienen su fisioterapeuta o su podólogo, tienen distintas patologías que hay que tratar, y además los orientamos en el ámbito que deseen; hostelería, economato, cuidado de familiares...”, detalla Mercedes.
“Soy camarero, y responsable de la barra. Me encanta hacer café”, narra Ignacio Pineda, de 23 años. Lo que más le gusta es hacer deporte. “Me encantan el fútbol y el baloncesto, botar la pelota”.
Marina Lerma lleva desde el verano pasado en la asociación. “A mí me gusta hacer café, limpiar y poner mesas”, relata. Javier Domínguez también monta mesas y hace café, le encanta pasar tiempo con sus compañeros y tiene especial predilección por un plato. “Me encantan las lentejas”.
El encargado de hacer esas lentejas con tan buena fama es el cocinero de la asociación, José Manuel Jiménez. Durante muchos años fue cocinero vegetariano y trata de primar fruta y verdura, “intentamos que la carne y el pescado tengan un papel testimonial, una o dos veces a la semana como mucho. Aunque el cuchareo es lo que triunfa aquí: potajes, pucheros, callos o fabada”, dice. Mientras prepara el menú del día confiesa no ser muy dado a explicar su tarea, se muestra reticente en un principio y muy amable posteriormente.
Alba Fernández es compañera de Ignacio, Mariana, Javier y otros tantos chicos de la asociación. Tiene una visible predisposición a ayudar a sus compañeros, acude rápido a la llamada de Javier y atiende a una pareja que pide menú del día para llevar. Van apareciendo cada vez más personas, al mismo tiempo que van sirviendo a estos clientes Cristina sigue explicándole la tarea a María, tienen dos mesas reservadas, cada vez es más grande la demanda y ya están empezando a hacer reservas. Le hace una demostración de la cantidad de vino echar en la copa, también cómo cobrar los tickets: “Los que estén pagados los pinchas aquí [le indica con su dedo índice un pincho metálico vertical del tamaño de un bolígrafo] y los que no los pones al lado y escribes la mesa y los nombres en cuestión”, sugiere Cristina.
Mientras se llena la cafetería los súper currantes hacen su trabajo con una predisposición notable. Acuden a las mesas, comparten las comandas y sirven la comida, todo el dinero recaudado irá para ellos. Menudos súper currantes están hechos.
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