Nueva agresión a otra enfermera del Hospital Materno de Málaga: "Esto no se frena"

El domingo fue una agresión a una enfermera de la cuarta planta y el lunes, a otra de la sexta. En días consecutivos, dos profesionales han sufrido ataques verbales por parte de familiares de niños ingresados en el Materno de Málaga. El segundo caso, el del pasado 25 de agosto, ocurrió en el área de Infecciosos de Pediatría, según ha denunciado el Sindicato de Enfermería (Satse). Los hechos han trascendido después de que se conociera que la jornada anterior, el 24, una enfermera de Oncología Pediátrica incluso fue amenazada de muerte.

La nueva agresión se produjo el pasado lunes después de que familiares se percataran de que la vía que se le había puesto al menor se había estropeado. La enfermera estaba hablando con el médico a fin de que acudiera un equipo que le pusiera un sistema más estable que el que tenía. Para ello, era necesario una vía de mayor calibre cuya colocación requiere que los profesionales que la ponen se guíen mediante ecografía. Fue en ese ínterin, mientras gestionaba esa asistencia, cuando ocurrió el ataque verbal contra la trabajadora. Según ha indicado Satse, la profesional rellenó la correspondiente hoja para informar al centro de la agresión sufrida.

El incidente se conocía precisamente cuando el personal se concentraba en la mañana de este miércoles en las escalinatas del hospital en repulsa por las amenazas de muerte contra la otra enfermera. "Nos podemos concentrar 300 veces, pero esto no se frena. Concentrarse está bien para dar visibilidad al problema, pero hay que analizar y eliminar los factores que puedan influir. Y la falta de enfermeras y de camas es un caldo de cultivo que favorece las agresiones. Entre esos factores entendemos que está el plan de verano desastroso y rácano del SAS, que influye muchísimo", opinó el delegado de Satse en el Hospital Regional, Juan Ignacio Anguita. La también representante del sindicato en el Materno, Sandra Rodríguez, acotó: "Estamos por debajo del mínimo en personal y recursos". Satse ha denunciado reiteradamente el cierre de casi 250 camas en todo el complejo del Regional -pabellones A, B, Civil y Materno-, de las cuales unas 80 corresponden a este último hospital. Y también, que en todo el conjunto sanitario hay un déficit, según sus estimaciones, de unos 300 enfermeros.

Anguita reconoció que los juicios rápidos frente a las agresiones han supuesto un paso adelante. Pero ha insistido en que las penas tienen que incrementarse y que la Administración sanitaria debe eliminar los factores que estén en su mano que puedan actuar como detonantes de ataques físicos o verbales. "La falta de camas y de personal suponen una peor atención y contribuyen al malestar y el cabreo [de los usuarios]. Y eso favorece las agresiones", ha opinado el delegado de Satse. El sindicato ha reiterado su petición al SAS y a la dirección del complejo para que adopten "medidas urgentes que garanticen la seguridad de los profesionales en sus puestos de trabajo, así como la dotación suficiente de recursos humanos y estructurales que permitan ofrecer una atención de calidad de pacientes y familias en un entorno seguro".

También el sindicato CSIF condenó los hechos y exigió medidas concretas, como más vigilancia de los centros y mayor dotación de personal. La central recordó que la planta de Oncología Pediátrica donde se produjo la primera agresión "está bajo mínimos de personal, con uno de cada cindo puestos de personal de enfermería descubiertos". Por ello, la organización calificó de "irresponsable" el plan de contrataciones estivales del SAS "que ha multiplicado la sobrecarga y el estrés" de los trabajadores. CSIF reflexionó en una nota "que sucedería si los 533 millones de euros que la Junta ha destinado a conciertos con la sanidad privada se dedicaran a contratar personal y mejorar los graves problemas de recursos humanos y materiales de los centros de la sanidad pública".

Tras conocerse la agresión del domingo, el hospital manifestó su "apoyo absoluto a la enfermera" y recordó que este tipo de conductas, "además de intolerables, constituyen un grave atentado contra la seguridad de los profesionales sanitarios, que cada día desarrollan su labor en beneficio de los pacientes". Además, reiteró "su compromiso de acabar con cualquier forma de violencia", a la vez que hizo "un llamamiento a la sociedad para que se respete en todo momento la labor de los profesionales de la salud".