Nuevo "colapso" en las Urgencias del Hospital Clínico de Málaga sin gripe ni aluvión turístico

No es periodo de alta frecuentación de invierno por los virus respiratorios ni se ha producido aún el gran aluvión turístico estival. Sin embargo, las Urgencias del Clínico de Málaga viven un nuevo "colapso". Apenas doce días después de que el hospital tuviera que trasladar pacientes al Hospital del Guadalhorce y suspender operaciones demorables para liberar camas, vuelve a amanecer con ese servicio saturado. Según ha denunciado la junta de personal, este martes había una treintena de pacientes pendientes de ingreso con demoras para pasar a planta de hasta 36 horas y ocho camillas añadidas ante la saturación existente.

Los seis sindicatos que la forman aseguraban que entre ellos había enfermos con patologías muy graves: terminales, con cánceres, derrames cerebrales, infartos cardiacos o infecciones potencialmente mortales. Personas que "permanecen durante horas en camillas, sin poder acceder a una cama hospitalaria por la saturación contínua del sistema". CCOO, CSIF, FTPS, Satse, Sindicato Médico y UGT han advertido que la situación ha dejado de ser "un hecho puntual" para convertirse en "una lamentable rutina". Juan Antonio Martos, el presidente de la junta de personal, ha afirmado que la realidad cotidiana en ese área es "caótica e inhumana". Un escenario por el que ha pedido el cese o dimisión del gerente, Jesús Fernández.

Por su parte, el centro sanitario reconoció que este lunes volvió a superar el millar de asistencias urgentes diarias en todo el complejo (Clínico, Hospital del Guadalhorce y de Benalmádena) e indicó que ha agilizado las altas en las plantas para liberar camas. No obstante, en contra de lo que sostienen los sindicatos, ha asegurado que "ningún paciente" supera las 15 horas de espera. "Estamos gestionando las altas para para agilizar la subida a las distintas unidades de hospitalización de los pacientes que se encuentran en Urgencias con orden de ingreso", ha explicado una portavoz del hospital. El tapón se produce cuando los enfermos que requieren hospitalización no pueden pasar de Urgencias a planta porque no hay camas. Es ahí cuando ocurre el colapso, que -como denuncia la junta de personal- es cada vez más frecuente.

Más allá de la denuncia sindical, profesionales consultados han reiterado que el Clínico hace tiempo que se ha quedado pequeño para atender a la parte occidental de la capital y la provincia que más población gana. "El hospital se está ahogando con tanto crecimiento demográfico en esta mitad de Málaga, que es la que atiende, y la Consejería de Salud no lo ve", recalcaban.

Mientras tanto, los sindicatos han exigido "una solución inmediata y estructural al colapso de Urgencias, una dotación adecuada de camas hospitalarias y, sobre todo, una gestión empática, eficiente y centrada en las personas porque nuestros pacientes y profesionales merecen una sanidad pública de calidad y digna". Martos, el presidente de la junta de personal -órgano que representa a los casi 5.000 trabajadores de todo el complejo- explicó que falta personal en todas las categorías y que demandan más recursos humanos "por los profesionales, por los usuarios y por la sanidad pública". Según apuntó, "ahora no es periodo de alta frecuentación, ni de temporada turística veraniega, pero el colapso ya es rutina". Además, insistió en que cada vez con más frecuencia, el hospital tiene que cerrar quirófanos y posponer intervenciones demorables para no ocupar camas con cirugías que pueden aplazarse a fin de reservarlas para las urgencias. El Clínico aseguró que, a diferencia de unos días atrás, ahora no ha tenido que suspender operaciones.

Por su parte, la junta de personal también arremetió contra el gerente, Jesús Fernández, por la incapacidad para dar respuesta a la situación y por "la falta absoluta de empatía". Por ello, ha exigido que dimita o sea cesado.