‘Ofertas’ en Telegram para reclutar a ‘baby sicarios’ por 4.000 euros en Málaga
La Udyco analiza el perfil de los nuevos ‘peones’ del crimen organizado
El reto policial es llegar también al inductor
Siete golpes al narco en un mes en Málaga, con 55 detenidos y 37 armas de fuego requisadas
Las cifras pueden inquietar: en solo un año, tres menores han caído detenidos en la Costa del Sol por asuntos turbios. Dos de ellos, habían intentado matar. El tercero, todavía más escalofriante, cumplió el encargo. Le dieron la orden en Bélgica, tomó un avión a España, hizo el trabajo y regresó a su país. Sicarios que aún no tienen edad para ponerse al volante y llegan desde Suecia o los Países Bajos, donde operan grupos criminales como la Mocromafia. El testimonio del jefe de la Unidad de Delincuencia contra el Crimen Organizado (Udyco) en Málaga atestigua esta realidad: el narco ha hallado nuevas formas de expandirse, aprovechando la precariedad de muchos y el anonimato digital. Adolescentes, endeudados o adictos, todos son presas fáciles para las organizaciones que se nutren de su desesperación. Son los nuevos peones del crimen organizado en la Costa del Sol. Y Telegram, en esa maraña, ha abierto una vía para captarlos. “Últimamente están reclutando a menores para matar. Por 4.000 o 5.000 euros es suficiente”, relata en declaraciones a este periódico el responsable policial del grupo especializado. Jóvenes imberbes que acaban convertidos en baby sicarios tras ser manipulados por criminales internacionales.
La Policía constata cómo estos grupos de narcos se sirven de perfiles vulnerables para utilizar a las víctimas como ejecutores desechables. Representan mano de obra barata, obediente y fácilmente sustituible. A todos ellos les ponen sobre la mesa una salida: un encargo que salde una deuda y que, a la postre, termina siendo una trampa. “La forma de pagarles es hacer un trabajo. Eso crea dependencia con estas bandas. Y ya no los sueltan”, señala el jefe de la Udyco. Cada encargo consumado abre la puerta al siguiente.
El círculo es perverso. Los grupos criminales generan deudas —a menudo mediante la venta de droga fiada— y luego exigen que se pague con “favores”. Así captan a menores y adultos “necesitados”, a quienes terminan vinculando a una estructura delictiva de la que es casi imposible apartarse.
Las últimas investigaciones policiales lo ejemplifican. Hace apenas un año, la brigada policial judicial desmanteló una red que presuntamente manejaba los hilos de un chat en Telegram para ofrecer “trabajos” violentos, con un anuncio lanzado a un copioso grupo de candidatos dispuestos a aceptar la oferta, sin medir las consecuencias penales.
También el incremento de armas de fuego en la Costa del Sol preocupa a los investigadores: “Han aumentado”, admite sin ambages el mando policial de la Udyco. Y a ello, sospecha, contribuyen tanto los conflictos bélicos, que facilitan el flujo de armamento, como el acceso a través de la dark web. “Si tienes los contactos adecuados, las armas se consiguen con facilidad”, advierte.
Del análisis de la unidad especializada en luchar contra el crimen organizado se desprende que muchos de los episodios violentos que se registran en la Costa del Sol —incluidos los ajustes de cuentas— no responden a conflictos locales. Son órdenes ejecutadas por encargo desde el extranjero: “La organización realmente reside en otro país. Los jefes están en Suecia y mandan a sicarios para matar. Los problemas de allí nos los traemos aquí”, describe el policía.
El fenómeno tiene raíces internacionales. La Costa del Sol, con su clima, su conectividad y su cercanía a África, resulta un enclave ideal para que mafias europeas instalen su logística o incluso residan aquí. “Todas las organizaciones criminales que se dedican a la droga quieren tener aquí representación o residen en Málaga algunos de sus capos, porque aquí se vive muy bien”.
El reto al que también se enfrentan las fuerzas y cuerpos de seguridad, admite el responsable policial, es la de llegar hasta el inductor –la mente pensante–, que con frecuencia sigue en libertad, protegido por la distancia internacional. El brazo ejecutor acaba siendo encarcelado. “Detenemos a los autores, que no es poco, y alguna vez somos capaces de dar con los inductores. Es importante la colaboración con la policía europea”. La Udyco colabora estrechamente con la policía de países europeos para tratar de escalar las investigaciones más allá del sicario y llegar al responsable que da las órdenes. “Intentamos no limitarnos a la detención del sicario, sino subir y llegar a quien lo encargó”, apostilla.
“Nos enfrentamos a gente peligrosa; no vamos a ceder”
El comisario provincial de Málaga, Roberto Rodríguez Velasco, lanzaba hace unas semanas un mensaje directo al crimen organizado que opera en la Costa del Sol: “No vamos a ceder. No vamos a permitir que quienes violan la convivencia se salgan con la suya. Serán identificados y puestos ante el juez, cueste lo que cueste”. Si bien el máximo responsable policial reconoció que los investigadores se enfrentan “a gente peligrosa”, con capacidad de acceder a armas y asesinar, en ningún caso estos van a doblegarlos. “No vamos a ceder, ni a dejar que se salgan con la suya”, aseveraba el máximo responsable de la Policía en la provincia. La advertencia llegaba tras un mes de intensa actividad policial con la que los agentes habían descabezado siete bandas vinculadas al narco. “El golpe más certero y duro” contra el crimen organizado”, con 55 detenidos en 30 días, casi nueve toneladas de droga y 36 armas de fuego.
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