Unos 'okupas' muy asambleístas

El bloque de viviendas okupado desde hace tres días en la zona de la Trinidad era ayer un continuo ir y venir de periodistas que se interesaban por su nuevos inquilinos y de voluntarios que ayudaban a poner a punto cada uno de los pisos. Dos de ellos se afanaban por instalar una cerradura en una puerta de entrada, mientras una asamblea se realizaba en el ático del edificio para repartir las tareas pendientes para ayudar a las 14 familias que lo okupan a terminar de instalarse. Es justo esta zona donde se va a adecuar una oficina, comentó una de estas voluntarias, en la que además de promover talleres y actividades, se gestionará la convivencia entre los vecinos, algo que se hará a través de asambleas.

Ayer, en una de estas reuniones, se dio un nuevo nombre al bloque que pasa a llamarse Corrala Buena Ventura, una conjugación entre la calle en la que se encuentra -Ventura Rodríguez- y la organización de convivencia que se pretende, de "ayuda, autogestión y respeto", comentó Alicia, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que añadió: "Necesitaban un techo ya, era una emergencia habitacional, y los estamos ayudando". Esta voluntaria explicó que no se trata de que se vayan a meter allí a vivir allí sin más, sino que se está intentando localizar a la entidad bancaria a la que pertenece el inmueble para "negociar un alquiler social o una cesión", ya que la constructora propietaria, según ellos mismos han podido averiguar VPR SL, se encuentra en quiebra.

Los vecinos de la zona se pasaban ayer por el número 17 de la calle Ventura y las opiniones por su ocupación estaban enfrentadas. Había quien lo aplaudía porque no es justo que haya pisos vacíos que son una llamada para los delincuentes que los acaban saqueando, por lo que prefieren que se los queden personas desahuciadas. Otros se mostraban totalmente en contra: "No creo que sea nada bueno", aseguró uno de ellos que observaba el bloque desde la distancia, sin explicarse cómo la Policía no había hecho nada por impedir que se quedaran allí, cuando, según dijo, hace unas semanas otros intentaron lo mismo y los disuadieron.

Siempre que se conoce un nuevo caso de okupación entran en juego dos cuestiones, el derecho a la propiedad y el derecho a la vivienda, comentó ayer Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, que aseguró que en "la situación de crisis en la que vivimos, con esas ayudas tan grandes a la banca, se producen situaciones como ésta". Por lo que quizá sería necesario que estas entidades también respondieran. "No tienen capacidad de vender y con una interesante política social con estas viviendas se ayudaría a preservarlas y a que no caigan en la ruina en pocos meses", concluyó.