El picudo rojo bloquea la importación de palmeras en Málaga desde 2007
La Junta no ha recibido ninguna solicitud de importación de ejemplares de otros países · En el último año se han concedido 945 permisos para el traslado de casi 11.000 palmeras cultivadas en la provincia
Desde mayo del año pasado no ha entrado en Málaga ni una sola palmera procedente de otros países donde la plaga del picudo rojo está también causando estragos. Las restricciones que fijó la Unión Europea en el comercio de las especies más vulnerables al escarabajo han desanimado a los importadores por los estrictos controles y el desembolso económico que conlleva. Sin embargo, la producción de palmeras en los viveros de la provincia sí ha continuado bajo la supervisión de la Junta de Andalucía, que en el último año ha dado autorización para trasladar casi 11.000.
No se llegó a prohibir la importación de palmeras, pero la Unión Europea estableció una serie de condicionantes para garantizar que las que entraban en los países miembros no estuvieran infectadas por la plaga. Para ello, la palmera debía permanecer un año en cuarentena en el país de origen y que el servicio fitosanitario de ese país certificara transcurrido ese tiempo que se encontraba libre del escarabajo para poder ser importada.
Una vez en España, la comunidad autónoma de destino debe ser informada del lugar donde tendrá que pasar otro año bajo vigilancia siempre que esté a una distancia mínima de un kilómetro con respecto a las palmeras plantadas en otras fincas públicas o privadas. Además, durante ese tiempo un inspector del servicio de Sanidad Vegetal debe controlar que se llevan a cabo los tratamientos fitosanitarios adecuados y que el escarabajo no está en la palmera antes de ser trasladada al lugar donde será definitivamente plantada.
Demasiados requisitos que han hecho que la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca no haya recibido ni una sola solicitud de importación desde mayo de 2007.
Pero hasta ese momento la entrada de palmeras procedentes de países como Egipto, de donde es originario el escarabajo picudo rojo, se hacía sin ningún tipo de control. En 2006, por ejemplo, fueron importadas más de 15.000 palmeras en España, la mayoría del país africano.
Tras la explosión de la plaga hace un par de años, la Unión Europea también obligó a los países miembros a extremar los controles en la producción de sus propias palmeras. Los viveros están obligados a realizar un censo de todas sus existencias y la localización exacta de todos los ejemplares que tienen. Un técnico de la Junta de Andalucía comprueba cada tres meses que los controles se están haciendo de acuerdo a las recomendaciones de la UE.
Hasta dos años deben permanecer bajo vigilancia en los viveros antes de ser vendidas y trasladadas. Pero para que eso ocurra los inspectores tienen que corroborar que los ejemplares no están infectados y que han sido tratados convenientemente con productos fitosanitarios durante todo ese tiempo y al menos dos semanas antes de que salgan del vivero para prevenir el ataque del escarabajo.
Sólo entonces los viveristas obtendrán el pasaporte fitosanitario que les permitirá vender las palmeras. La Delegación Provincial de Agricultura y Pesca ha autorizado el traslado de un total de 10.776 de más de dos metros de altura y otras 2.271 más pequeñas cultivadas en una treintena de los 80 viveros que hay inscritos en la provincia.
Unas 9.000 de estas palmeras de gran porte han tenido como destino Málaga capital y sólo 574 han sido enviadas a otros países europeos.
Alicante, Baleares, Melilla, Córdoba y Almería son otros de los destinos de estas palmeras de las especies washingtonia, canariensis y datilera, las más vulnerables a la plaga.
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