Piden prisión para dos sacerdotes y el director de un medio por incitación al odio contra los musulmanes

Rosarios entre las manos, cánticos en la puerta y un sacerdote que se dejaba fotografiar con sus fieles antes de sentarse en el banquillo. Así transcurrió en la Audiencia Provincial de Málaga la vista contra dos curas, Custodio Ballester y Jesús Calvo, y el director de un medio digital acusados de incitación al odio. Según la Fiscalía, llevaban años difundiendo artículos y comentarios en este medio que retrataban a los inmigrantes —en especial a los de origen magrebí y confesión musulmana— como una amenaza para Europa. Por ello, el ministerio público pide tres años de cárcel para cada sacerdote y cuatro para el responsable de la web. El juicio quedó visto para sentencia tras varios días de testimonios, apoyos y polémica.

El fiscal mantiene que los dos clérigos actuaron como colaboradores en el delito y reclama para cada uno de ellos tres años de prisión, además de diez meses de multa con una cuota diaria de diez euros. Para el director del portal digital, la solicitud de condena asciende a cuatro años.

En sus conclusiones, también ha pedido el cierre de la página web, al considerar que sus publicaciones sostenían de forma reiterada un discurso contra el islam y la comunidad musulmana. Los acusados, por su parte, rechazan de plano tales imputaciones.

Una línea editorial “dirigida contra el islam”

Según la acusación, la página llevaba publicando textos de ese tono desde 2013 hasta 2018, con una línea editorial “unívoca y consistente” que identificaba a refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes —en particular musulmanes— como delincuentes en potencia, parásitos del sistema o indignos de vivir en Europa. El ministerio público sostiene que el objetivo era proyectar la idea de una “invasión” que amenazaba la supervivencia del pueblo europeo y sembrar hostilidad hacia este colectivo.

El director del medio negó esa versión, defendiendo que los artículos cuestionados son apenas una pequeña fracción de los millones de contenidos publicados. Aseguró que nunca se pretendió atentar contra los musulmanes, sino ejercer la crítica política y la libertad de pensamiento.

La vista se celebró con un ambiente particular: medio centenar de personas acompañaron al padre Custodio, rezaron el rosario en las puertas de la Audiencia y se fotografiaron con él. Su compañero, el sacerdote Jesús Calvo, intervino por videoconferencia.

El caso ha movilizado también a distintos colectivos. El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia expresó su respaldo a Ballester, mientras que la asociación Abogados Cristianos entregó más de 27.000 firmas para pedir la retirada de la acusación. El Instituto de Política Social (IPSE), por su parte, advirtió que en este proceso “están en juego la libertad de expresión y la libertad religiosa en España”.

“No se ha violado a nadie, solo he hablado”

En la sala, Custodio defendió que sus manifestaciones iban dirigidas únicamente a extremistas islámicos. “Me piden tres años de cárcel. No se ha violado a nadie, solo he hablado y jamás mis declaraciones han sido discriminatorias ni de odio”, declaró.

A la salida del juzgado, atendió a los periodistas con la misma firmeza: “No me arrepiento. Estoy tranquilo. Ya se ha hecho el examen final y ahora voy a esperar la nota”.

Jesús Calvo, por su parte, sostuvo que sus palabras eran advertencias sobre la inmigración irregular y que él no redactaba las noticias, limitándose a participar en tertulias. Su abogado insistió en que las expresiones más graves procedían de la redacción del medio y no de los colaboradores. Además, pidió al tribunal que tenga en cuenta que Calvo padece “ideas delirantes” que afectan a su conducta y a su responsabilidad penal.