Las plantas del litoral lanzan un SOS

Medio ambiente El Aula del Mar celebra estos días la XVIII Semana del Mar

La ocupación de la costa está poniendo en grave riesgo de desaparición a numerosas especies cuyos hábitats están asociados a la franja costera donde deben tomarse medidas urgentes para protegerlas

'Limonium malacitano' localizado en escasos puntos del litoral de Málaga.
Raquel Garrido / Málaga

17 de marzo 2011 - 01:00

Si la fragilidad de las plantas se hace patente frente al imparable avance urbanístico promovido por el hombre, en el caso de las que tienen su hábitat en las zonas costeras las amenazas que se ciernen sobre ellas se multiplican. La construcción de paseos marítimos y la avalancha de bañistas que acuden cada año a las playas están poniendo al borde de la extinción a numerosas especies, algunas de ellas incluso reducidas ya únicamente a puntos muy concretos de la franja costera del litoral malagueño.

Es ésta la especie más vulnerable y que más ha sufrido los cambios producidos en la costa en las últimas décadas. Apenas quedan 150 ejemplares de limonium malacitano, una planta única de la provincia de Málaga y sólo algunas zonas de Torremolinos, los Baños del Carmen y el Peñón del Cuervo en Málaga, y El Cantal en Rincón de la Victoria tienen el privilegio de haberla podido conservar.

La necesidad de protegerla y evitar que desaparezca es tal que el Aula del Mar de Málaga ha dedicado la décimo octava edición de la Semana del Mar, que está celebrando estos días, a la conservación de la flora del litoral. Juan Jesús Martín, el director de este organismo, aseguró que la clave radica en que tanto la ciudadanía en general como los operarios encargados de actuar en las zonas costeras "conozcan estas plantas para que no las destruyan".

En el caso del limonium malacitno aún no es tarde a pesar de la preocupante regresión que ha sufrido esta planta que solamente crece en las zonas de acantilados donde tiene la influencia del salitre del mar. Pero hay otras muchas especies vegetales asociadas a la franja litoral que están lanzando a gritos un mensaje de SOS. Un ejemplo, según el director del Aula del Mar, será la azucena de marina que vive en las zonas arenosas de las playas y que sufren que las pisen, que acumulen basura sobre ellas y, por si esto fuera poco, la amenaza de las plantas invasoras que están ocupando sin freno sus hábitats naturales.

Los expertos que estos días están participando en las jornadas organizadas dentro de la Semana del Mar coinciden en que una posible solución para evitar que muchas de estas plantas desaparezcan es que sean las elegidas a la hora de hacer zonas ajardinadas junto a las playas o los paseos marítimos, como se ha hecho en Mijas en una experiencia piloto que ha dado "buenos resultados al permitir recuperar la flora típica de esta parte de la costa", explicó Martín.

Pero no sólo está en peligro la flora terrestre, que es más fácil de evaluar. El problema está en la que no se ve y que está sufriendo igualmente los efectos negativos de la progresiva ocupación humana del litoral. Las fanerógamas marinas son buen ejemplo de la destrucción a la que están siendo sometidos los hábitats submarinos y del riesgo que tienen de desaparecer. Al igual que el limonium malacitano, apenas quedan unos cuantos puntos a lo largo de toda la costa malagueña donde se conservan y su afección parece no tener límites. Y eso pese a ser una especie crucial para proteger a las playas frente a los fuertes temporales de viento y servir de zona de protección para numerosas especies de fauna como el conocido caballito de mar que sin ellas tendería a desaparecer. El Aula del Mar cree que aún no es tarde, pero que se debe actuar ya.

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