La Policía investiga un nuevo tiroteo en Marbella en el que no ha habido heridos

La Policía Nacional investiga un nuevo incidente con arma de fuego ocurrido este martes en la localidad malagueña de Marbella en el que no constan personas heridas, según han informado a EFE fuentes policiales.

Los hechos han ocurrido sobre las 13:30 horas en la calle Alfredo Palma, en la barriada de Las Albarizas, lugar al que se han desplazado varios coches de la Policía, que han comprobado que no ha habido daños personales.

Aunque la investigación está aún en una fase incipiente, las primeras pesquisas de los agentes apuntan a que los implicados en el tiroteo podrían haber huido en coche del lugar. Los investigadores tratan de averiguar el trasfondo del tiroteo, por el que de momento no se han practicado detenciones.

El pasado 3 de octubre un joven sueco de 25 años falleció tras ser tiroteado en la terraza de una cafetería en Puerto Banús, en Marbella, mientras hablaba por teléfono. Su presunto homicida fue detenido e ingresó en prisión provisional por estos hechos. La víctima fue acribillada a tiros a plena luz del día. Con varios impactos de bala llegó con vida al hospital Costa del Sol, donde, horas después, murió. Estaba hablando por teléfono cuando fue tiroteado por un hombre, al que la Policía Nacional arrestó poco después.

Las cámaras de seguridad de un negocio de la zona captaron la cruenta escena. El joven veinteañero caminaba mientras hablaba por teléfono. Apenas unos minutos más tarde, se aproximó un hombre. El tirador sacó un arma y abrió fuego sin titubeos. El joven, malherido, logró refugiarse. Y allí lo atiendieron los servicios de emergencia. Recibió varios impactos de bala que le obligaron a ser trasladado de urgencia al Hospital Costa del Sol. Los médicos no pudieron salvarle la vida.

Diez días después de aquel suceso se produjo otro. Un hombre de 38 años resultó herido de carácter leve en otro incidente con arma de fuego en esta localidad malagueña y el presunto autor, un joven de 25 años, fue arrestado en Algeciras (Cádiz), adonde había huido.

Los casos con arma de fuego en la ciudad de Marbella se volvieron a repetir al inicio del pasado mes de noviembre, cuando la Policía paro a un vehículo por conducción temeraria en el que viajaban dos hermanos varones, presentando el copiloto un impacto de bala en la pierna, confesando después que sabía que iba a ocurrirle y que había tenido un aviso, según indicaron fuentes próximas al caso.

Un Zeta, como se conoce a los radiopatrulla de la Policía Nacional, alertado por la conducción temeraria, dio el alto al vehículo sospechoso cuando se dirigía de noche en busca del hospital más cercano, descubriendo que uno de los pasajeros había recibido un disparo en la rodilla.

La víctima fue trasladada de inmediato a un centro sanitario, donde los médicos confirmaron que su vida no corría peligro. Su versión y la de su hermano eran contradictorias. El conductor aseguraba que habían quedado con un hombre para venderle un coche, pero que, al llegar al lugar, aparecieron tres personas y abrieron fuego sin mediar palabra.

El otro, desde la camilla del centro hospitalario, bajo custodia policial, confesó que ya sospechaba de que podían dispararle, lo que alimenta la hipótesis de que el caso pueda estar relacionado con alguna deuda o robo. Le avisaron, según su testimonio, unos días antes de que algo iba a suceder, aunque se negó a dar más detalles, alegando que, si hablaba sobre lo ocurrido, lo matarían, extremo que confirmarán las pesquisas.