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Policías de homicidios, de Científica, forenses, un juez y hasta una ambulancia se desplazaron este pasado viernes a la iglesia de Salesianos ante la posibilidad de que hubiera un feto fallecido en el interior de una bolsa. Permanecieron en el lugar durante tres horas, desde las 14:00 hasta cerca de las 17:00, y, al final, afortunadamente fue una falsa alarma: el posible feto era en realidad un muslo de pollo. Suena a historia de Mortadelo y Filemón pero, como se suele decir, la realidad supera a la ficción.
La historia fue la siguiente. Dos señoras de la limpieza hacían sus labores y, a la altura del altar, empezaron a notar un olor muy fuerte. Debajo del manto de la Virgen María Santísima del Auxilio vieron una bolsa y, al abrirla mínimamente, "parecía una criatura", explican fuentes del centro a este diario. Acto seguido, las limpiadoras comunicaron rápidamente la incidencia al responsable del santuario y llamaron a la Policía Nacional. Se personó en el lugar un coche patrulla y, ante la posibilidad de que hubiera un feto en ese paquete, se activó el protocolo especial para estos casos.
A la iglesia de Salesianos, ubicada junto al colegio del mismo nombre en el barrio de El Molinillo, empezaron a llegar varias dotaciones policiales, incluyendo agentes de homicidios, médicos forenses o de la Científica. También se desplazó hacia allí una ambulancia con un médico y un enfermero.
Nadie podía abrir la bolsa hasta que no llegara el juez y éste apareció pasadas las cuatro de la tarde, por lo que hubo dos horas de incertidumbre y nervios. "Tomaron la identificación de las limpiadoras y del responsable del santuario y no dejaron que entrara nadie en la iglesia, solo podía acceder a ella la Policía", añaden estas fuentes. Cuando el juez dio la autorización, los agentes procedieron a abrir la bolsa y se encontraron un muslo de pollo en mal estado.
La limpieza se hace una vez a la semana y se desconoce cuántos días podría llevar allí la bolsa en cuestión. Como no podía ser de otra forma, ha sido la comidilla del barrio y se han lanzado todo tipo de suposiciones y de especulaciones sobre lo sucedido. Desde que fuera una simple gamberrada a algún tipo de rito extraño. También se comenta que podría deberse a una superstición o para realizar alguna clase de petición a la Virgen.
Lo que está claro es que el acto tuvo consecuencias, al menos en lo que se refiere al mal rato vivido por las limpiadoras y al amplio despliegue policial y judicial realizado en balde, y, según aseguran desde el centro, "nunca se había producido un fenómeno de este tipo en esta iglesia".
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