La presencia de orcas en el litoral malagueño preocupa a los veleristas

El 2020 fue un año que cambió la vida de todo el mundo, incluida también la de los animales marinos. Ejemplo de esto es lo que lleva ocurriendo con las orcas en el sur de España desde entonces. En 2020, estos cetáceos comenzaron a interactuar con los veleros desde que la vida comenzó a volver a la normalidad después del confinamiento. Las interacciones han ido aumentando y extendiéndose desde Galicia, la costa portuguesa, Cádiz y el Estrecho de Gibraltar. No ha sido hasta este verano cuando las orcas se han dejado ver por la Costa del Sol Occidental, una de ella hace pocos días, donde las orcas atacaron un velero en Estepona cuando se dirigía a la Copa del Rey de Vela en Palma de Mallorca. Desde entonces, los veleristas de Málaga están preocupados porque puede pasarles a ellos y también puede afectar al alquiler de veleros.

Dependiendo de a quién se le pregunte puede que cataloguen estos sucesos como ataques o como interacciones, pero el punto común siempre es el mismo: nadie sabe por qué las orcas se acercan tanto a los veleros desde 2020. En este sentido, José Carlos Báez del Centro Oceanográfico de Málaga adscrito al Instituto Español Oceanográfico (IEO-CSIC) sostiene que desde que la vida volvió a la normalidad después del Covid ha habido “un cambio de actitud” en las orcas. Esto se observó al percatarse de que después de estar casi un año solo interactuando con los atunes y los barcos pesqueros, comenzaron a interaccionar con los veleros algo que nunca había ocurrido antes.

Desde 2020, las interacciones entre orcas y veleros se han concentrado en gran medida en la zona del Estrecho de Gibraltar. Hasta ahora se han registrado cerca de 500 interacciones entre estos cetáceos y las embarcaciones, según los datos disponibles en GT Orca Atlántica. Cabe señalar que la mayoría de las embarcaciones con las que interactúan son veleros, tanto monocascos (72%) como catamaranes (14%), aunque también se observan interacciones con lanchas a motor (6%), semirrígidas (5%) y pesqueros (apenas un 3%). Asimismo, en esta aplicación también se divide en tres de qué forma se han observado las orcas: interacción con contacto físico, interacción sin contacto físico y avistamiento.

En el mapa de GT Orca Atlántica se puede observar, por primera vez en tres años, este verano ha habido cuatro interacciones entre orcas y veleros con contacto físico en la provincia, dos frente a las playas de Estepona y dos en las de Marbella. De igual forma, hace unos días la Copa del Rey de vela informaba que una de esas interacciones las había vivido el barco ‘Kapote tercero’ mientras se dirigía a esta competición y tuvo que ser remolcado hasta el Puerto Deportivo de Estepona por los daños causados por las orcas.

En este sentido, Báez sostiene que no habían pasado al Mediterráneo, ni llegado al litoral malagueño hasta ahora, cuando hace dos décadas era “algo habitual”. En relación a la actitud de los cetáceos, sostiene que “todas las hipótesis están abiertas” y añade que hay expertos que hablan de “ataques”, otros que son juegos de niños y algunos que “puede que vean el timón como una amenaza”. Por tanto, explicar por qué las orcas atacan los timones de los veleros “es difícil de explicar”.

El 21 de julio llegaron a Marbella, pero podrían llegar perfectamente a la capital en unos días, según Báez. “Todo dependerá de las condiciones del océano y de los movimientos de los atunes”, remarca. En este sentido, asegura que el IEO-CSIC tiene evidencias de que el atún patudo ha entrado en Estepona, por lo que con estas temperaturas si esta especie de atún "se va hacia Málaga, la orca va detrás”.

Para evitar estas interacciones, Báez sostiene que se deben seguir las recomendaciones del Gobierno Central y “evitar las zonas donde se encuentren las orcas”. En este punto, Manuel Durán, presidente de la Asociación de Armadores de Embarcaciones de Recreo de Benalmádena, considera que esas recomendaciones no son suficientes y hacen falta medidas para prevenir estas situaciones. Además, incide en que estos sucesos van a afectar a las empresas de los alquileres de veleros en Málaga, como sostiene que ha sucedido en Cádiz, ya que los turistas cancelarán sus reservas por miedo “a sufrir un ataque de una orca porque es una experiencia terrorífica”. Otro sector que también considera que se verá afectado es el de las escuelas náuticas, puesto que sus alumnos no podrán salir a hacer prácticas.

Por su parte, Hernán Lapuente, CEO de Foro Marítimo, insiste en que estos problemas con las orcas “son difíciles de controlar”, pero, a su juicio, también deberían de tomarse medidas preventivas para evitarlos. Por ello, considera que “hay que hacer algo” porque “el turismo de mucho nivel, de mucho gasto que son los franceses y alemanes que se van a Benalmádena o Málaga, están dejando de venir porque tienen miedo”.