Profesionales que fabrican radiofármacos en Málaga rechazan pasar de la Fguma a una empresa privada

El director de la Fundación asegura que la subrogación fue una idea, pero que no hay decisión tomada

El comité de empresa de la FGUMA alerta de que los salarios de más de 100 trabajadores corren peligro

Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes).
Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes). / Javier Albiñana

Son pocos. Apenas una decena de trabajadores. Pero son muy cualificados y claves. Porque son los profesionales que con el ciclotrón fabrican los radiofármacos utilizados para diagnosticar a miles de pacientes en hospitales públicos y privados de Andalucía de cánceres y otras enfermedades. Pertenecen a la Unidad de Radiofarmacia del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes) de la Fundación General de la Universidad de Málaga (Fguma). Temen por su futuro después de que la dirección les planteara la posibilidad de subrogación a la empresa privada que gane la licitación para explotar el ciclotrón y distribuir los radiofármacos.

Un cambio que los trasvasaría del sector público al privado y que se enmarca en la grave crisis económica que afrontan tanto la UMA como su Fundación. El director de la Fguma, Eugenio Luque, asegura que fue “una idea”, que no hay decisión tomada y que es “injustificada” la alarma que se ha levantado entre los profesionales.

Pero los trabajadores de la Unidad de Radiofarmacia no están tranquilos. De hecho, dejaron constancia de su “rechazo radical” a esa posibilidad en un escrito remitido al director de la Fguma. “La propuesta constituye un ninguneo y un desprecio absoluto” a los trabajadores y “a la actividad realizada durante décadas”, señalaron en el documento. Los profesionales reconocieron en ese texto la crisis que atraviesan la Universidad y la Fguma, pero advirtieron que “ello no debe implicar autodestruir las estructuras creadas durante años y vender a precio de saldo algo que pertenece al sector público y cuya pérdida sería irreversible”. Consideraron que la propuesta es “que seamos parte de un negocio, argumentando que es la vía de reflotar la Fguma”.

En cambio, el director de la Fundación dijo que fue “una idea para que los trabajadores tengan mejores condiciones económicas y laborales y que mejore la producción”. Pero Luque negó que haya decisión tomada: “Se planteó como un beneficio para que esas personas ganen estabilidad. Fue un cambio de impresiones a la que le dan más importancia de la que tiene”.

Por su parte, el comité de la Fguma también expresó su “rechazo total” a que los trabajadores pudieran ser subrogados. Según explicaron sus representantes, en primer lugar porque “sería una subrogación a ciegas”. En segundo término, porque supondría “perder un capital humano muy cualificado, de trabajadores punteros a nivel español y europeo, que pasarían al sector privado”. Para el comité, con una eventual subrogación, pasarían de un servicio estratégico de la UMA como soporte del sistema sanitario a una empresa privada. Dada su alta cualificación, desde el comité se insistió en que “perderían la UMA y la Fundación”. No obstante, este órgano sindical apuntó que los trabajadores son libres de aceptar o rechazar la iniciativa y defendió el papel de Luque "que está buscando la viabilidad para todos los empleados de la Fundación".

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