Promotores alertan de que en cinco años 300.000 malagueños no podrán acceder a una casa
“A problemas extraordinarios hay que dar respuestas extraordinarias”, dice el presidente de la federación andaluza, que pide procedimientos de emergencia para obra pública que puedan agilizar la construcción de viviendas
Avance para construir más de 7.000 viviendas en Campanillas, 4.000 VPO

Málaga/La semana pasada, dos eventos separados en el tiempo y en el espacio dejaron dos titulares bastante llamativos relacionados con uno de los grandes problemas actuales de la sociedad española: la vivienda. En una jornada sobre el mercado inmobiliario organizada por ‘El Economista’ en Madrid, el consejero delegado del Grupo Gestilar, Raúl Guerrero Juanes, aseguraba que podríamos a llegar a ver dentro de algunos años hipotecas a 70 años “heredables para los hijos”, dada la dificultad actual de un cambio de tendencia en la evolución de los precios de la vivienda. También los primeros días de junio, pero en el marco de una mesa redonda de la Cátedra Real Estate Alfil, organizada por San Telmo Business School, los expertos participantes afirmaron que en 2023, el déficit de vivienda (la diferencia entre los hogares creados y las viviendas construidas) de la provincia de Málaga podría llegar a las 150.000.
Sobre esas dos cuestiones preguntamos a Ignacio Peinado, presidente de la Asociación de Promotores de Andalucía y uno de los participantes de la citada mesa redonda. “El 50% del incremento de los hogares de toda España se concentra en cinco provincias y una de ellas, la única de Andalucía, es Málaga”, comenta Peinado para explicar el comportamiento no homogéneo de la demanda de vivienda en nuestro país antes de apuntar a la necesidad de promover trámites de emergencia en zonas tensionadas para dar solución a un problema “extraordinario”.
Según los datos de 2023, la provincia de Málaga acumulaba un déficit de 50.000 viviendas. ¿Qué significa esto? “Pues quiere decir que no hay vivienda para todas las familias. Ni caras, ni baratas. Ni en alquiler, ni en compra”, sentencia Peinado. A partir de ahí, y con los datos del INE de generación de nuevos hogares y de vivienda de nueva producción, para el 2030 nos encontraríamos con ese déficit, que se traduciría en más de 300.000 malagueños que no podrían acceder a un hogar (un hogar equivale a 2,3 personas), independientemente del precio, “porque el precio es una consecuencia”.
¿Hipotecas a 70 años?
Preguntado por la hipótesis hecha sobre el futuro de las hipotecas a 70 años, Peinado no se aventura a coincidir o desmentirla porque “ya salimos del plano de la oferta y la demanda y abordamos una cosa diferente, que es el regulador bancario, que es ver si se puede conceder una hipoteca por encima de la esperanza de vida del que la ha solicitado”. El presidente de los promotores andaluces entiende que esta conjetura sobre el valor hipotecario hecha la semana pasada vendría del hecho de que, para soportar los precios actuales (y que se irán incrementando en años venideros), una familia española tendría que tener una hipoteca a 70 años para no destinar más del 40% de sus ingresos al pago de la misma.
“Puestos a modificar normas, creo que hay otra palanca diferente a la bancaria que podría ponerse en marcha”. Explica Peinado que no hay que confundir la generación de hogares con el aumento poblacional, que es el panorama que se está dando en nuestro país con el aumento del número de divorcios y que “no habíamos sabido leer, que es una generación de hogares sin incremento de población” que, además, “cambia el paradigma del producto”. ¿Cómo solucionar pues este problema de falta de oferta? El nuevo decreto de la Junta aprobado en febrero que permite construir más vivienda protegida y uso de solares para su uso residencial es un paso, reconoce el promotor malagueño, pero la norma se encuentra con un problema que en Málaga se acentúa, que es la falta de suelo urbanizado para poder empezar a construir y que para la que Peinado pide la agilización burocrática que en algunos años se alarga por décadas, así como para la edificabilidad.
Ante un problema tan grande como al que se enfrenta España “no valen medidas ordinarias” y habla de la latencia que genera en la sociedad no poder acceder a una casa. “Cuando uno no tiene vivienda, la muerte es mucho más lenta”, sentencia.
Para afrontar una situación “extraordinaria”, que Peinado equipara a la pandemia del Covid, la sequía o la dana que afectó a Valencia, “son necesarias respuestas extraordinarias, y seguramente transitorias”, y pide asimilar procedimientos de emergencia de obra pública a la transformación urbanística, poniendo como ejemplos obras ejecutadas sin proyecto y con carácter de emergencia como el trasvase de agua entre la EDAR del Peñón del Cuervo y Rincón de la Victoria, los hospitales de campaña en la pandemia o las actuaciones en Valencia tras el paso de la dana.
¿Dónde y cómo llevar esto a cabo? “Pues allí donde la tensión, la escasez, el déficit de vivienda sea importante, a propuesta del municipio y con la aprobación de la Junta, a través del Consejo de Gobierno”, resume Peinado esta solución para adelantar plazos y ahorrar así tiempo en la construcción de viviendas.
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