La prostitución en los polígonos se frena por el miedo de los clientes a las multas

Las mujeres aseguran que llegaron a trasladarse a una zona próxima al aeropuerto y que han vuelto al Guadalhorce porque fue "un fracaso" · La Policía se limita por ahora a informar de la ordenanza

Dos prostitutas encienden una hoguera en el polígono del Guadalhorce.
Javier Cintora / Málaga

04 de enero 2011 - 01:00

La ordenanza para la garantía de la convivencia ciudadana que prohíbe el sexo callejero a menos de 200 metros de casas o empresas comienza a dar resultados. Los empresarios del polígono del Guadalhorce, las propias prostitutas que trabajan en la zona y el Ayuntamiento de Málaga, impulsor del texto, aseguran que en las dos últimas semanas la prostitución se ha visto "reducida" por el miedo a los clientes a ser multados. No obstante, el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, puntualizó que por el momento los agentes de la Policía Local se limitan a informar tanto a las meretrices como a sus clientes de las multas a las que se enfrentan en caso de que sigan ejerciendo la prostitución. El documento contempla sanciones de entre 750 y 1.500 euros en el caso de la realización de prácticas sexuales (a todos los implicados).

Andrea, una de las representantes de las trabajadoras del sexo del polígono del Guadalhorce, asegura que el colectivo "está haciendo todo lo posible" para ajustarse a la ley. De hecho, las propias mujeres que trabajan en el entorno de la Alameda de Colón se desplazaron la semana pasada a una zona próxima al Plaza Mayor a petición de los propios vecinos del centro. "El resultado fue un fracaso. Por aquella zona [entre el centro comercial y el aeropuerto] apenas pasan clientes. Tres coches en toda la noche el día en el que yo estuve y como se imaginará, así no podemos vivir. Yo tengo hijos y una casa que llevar. ¿Qué somos animales?", se pregunta esta trabajadora del sexo.

A su juicio, el texto aprobado por el Ayuntamiento ha logrado atemorizar a los clientes: "Hay muchísimos menos hombres que vienen en busca de servicios. Los medios están escribiendo mucho sobre el tema y es normal que tengan miedo", mantiene Andrea.

La situación que describe Andrea es muy parecida a la retratada por los empresarios. La presidenta de la Asociación de Polígonos de Málaga (Apoma), Ana López, reconoce que en los últimos días la prostitución se ha visto reducida: "Hay menos clientes, de eso no cabe duda. Sigue habiendo hogueras, pero ahora se ve a menos gente. Lo que hay que ver es si esta situación se repite cuando pasen las fiestas y todo vuelva a la normalidad", mantiene López.

El concejal de Participación Ciudadana también defiende que la prostitución se ha frenado tanto en las calles del centro como en los polígonos gracias a la campaña informativa que ha desplegado el Ayuntamiento. Por el momento, la Policía Local no ha multado a ningún cliente ni a ninguna prostituta, pero Andrade insiste en que el espíritu de la norma no es recaudatorio: "El objetivo no es sancionar, sino prevenir, algo que se está consiguiendo", admite el edil, que, no obstante, rehúsa pronunciarse sobre el sitio al que las prostitutas deben trasladarse: "Es algo que compete a las propias mujeres y a las ONG". En este punto difiere Begoña Medina, trabajadora de Médicos del Mundo. "¿Como vamos a decidir nosotros dónde tienen que ejercer? Evidentemente, se trata de una cuestión política".

Si en los polígonos la mayoría de agentes implicados coincide en asegurar que la prostitución se ha frenado, en el centro no ocurre lo mimo. El presidente de la asociación de vecinos Centro Sur, Pedro Pérez, asegura que en los últimos días los casos han aumentado: "Coincidiendo con las fiestas el número de escándalos ha crecido y nosotros no hemos notado que la vigilancia se haya visto incrementada. Estamos a la espera de poder reunirnos con el concejal de Participación porque así no podemos seguir. Ya ha pasado un tiempo prudencial y si la situación no cambia los agentes deberían empezar a multar".

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