Pueblos de izquierdas que votan a Vox en Málaga

Municipios 'rojos' que viran

  • En localidades donde la izquierda tiene un arraigo tradicional, como Sedella o El Burgo, llama la atención los apoyos logrados por Vox

Papeletas de Vox en las últimas elecciones de Andalucía.

Papeletas de Vox en las últimas elecciones de Andalucía. / Marilú Baez

El auge de la derecha en las últimas elecciones andaluzas sigue dando que hablar, en especial por la sorpresiva irrupción de Vox, que ha pasado de cero a 12 diputados, un resultado que ha tenido después como respuesta manifestaciones en ciudades como Málaga. En la provincia malagueña, donde esta formación obtuvo 72.455 votos, no hubo ni una sola urna en la que no se recogiera alguna papeleta de Vox, muchos de ellos, pueblos con una profunda tradición de izquierdas, en los que parece haber calado el discurso de los de Santiago Abascal.

Son localidades como El Burgo, Teba o Monda, por ejemplo, donde la derecha no suele arañar demasiados apoyos. Y entre ellos, un caso especialmente llamativo: Sedella, en la Axarquía, que ha pasado de contabilizar dos únicos votos al PP (el 0,25% del total), en las municipales de mayo del 2015, al casi 13% de Vox en esta ocasión. Un pueblo de apenas 634 habitantes en el que por lo general arrasa Izquierda Unida. De hecho, seis de los siete concejales del Ayuntamiento son de IU. El edil restante es del PA.

En esa cita electoral, solo dos personas votaron al PP, mientras que 33 fueron a parar al PSOE, 92 al PA y todos los demás, 297, fueron para IU. Y en los comicios autonómicos de hace tres años, la suma de PP, Ciudadanos y Vox solo atrajo a 43 vecinos, de los que uno votó a Vox. En estas elecciones andaluzas el escenario es bien distinto: De los 232 sedellanos que acudieron a votar –la abstención ha sido del 35%–, hasta 104 optaron por una fuerza de derechas (PP, Cs o Vox), frente a los 110 que sumaron PSOE (64) y Adelante Andalucía (46).

El caso de Sedella es el más significativo, pero no el único. En Teba, municipio también gobernado por IU con mayoría absoluta, con ocho concejales frente a tres socialistas, en el que la izquierda cuenta con fuerte arraigo –de hecho, es el único municipio malagueño en el que la marca Adelante Andalucía ha sumado apoyos con respecto a los votos conseguidos por IU y Podemos en 2015–, la derecha ha experimentado un crecimiento importante. En las últimas locales, el PP apenas logró el 6,91% de los apoyos (148 papeletas), por detrás del PA que tuvo 182. En clave regional, Vox ha saltado de los 7 votos en las últimas autonómicas, a 122 el pasado domingo; y la suma de las fuerzas de derechas llegan a los 447, con lo que llegan ya prácticamente al 23%.

Sedella, donde solo dos vecinos eligieron al PP en las municipales, el 12% opta por Vox

El Burgo, en la Serranía de Ronda, sería otro ejemplo similar. Allí, en mayo de 2015 solo 45 vecinos introdujeron en la urna la papeleta del PP. Más del 96% optó por la izquierda, dando como resultado una corporación con cinco concejales de IU y cuatro del PSOE. Ahora, para el Parlamento andaluz, Ciudadanos se ha hecho con 105 apoyos, el PP con 94 y Vox, 32. Entre los tres suman 327 votos, más del doble que en los anteriores comicios autonómicos, cuando PP y Cs aunaron 129 votos.

En la Sierra de las Nieves está el caso de Monda, donde IU gobierna con siete concejales y 748 votos, frente a tres del PSOE (325) y uno del PP (207). Casi el 84% de los votos se los llevó la izquierda. En las recientes andaluzas, Vox casi iguala ese resultado de los populares, pasando de un solo voto en 2015 a 105, y contribuyendo para que la derecha roce los 350 apoyos.

En Monda, el partido de Abascal pasa de una papeleta en 2015 a más de un centenar

En estos días en los que los partidos buscan explicaciones y pistas que desvelen si se trata de una moda transitoria o si puede haber efecto contagio en futuras citas electorales, empezó ayer a correr como la pólvora por las redes sociales una carta, cuyo autor es un médico y escritor malagueño, Juan Manuel Jiménez Muñoz, en la que poniendo como ejemplo precisamente a Sedella, se dirigía a Pablo Iglesias para señalarle dónde, a su juicio, debía “buscar a los fascistas”.

“Ningún concejal de Vox hay allí que pueda molestarle a usted, señor Iglesias. Nadie de Ciudadanos. Nadie del PP. Nadie de derechas que deba quitarle el sueño. Son unos rojos mis paisanos de Sedella. Unos rojos irredentos. Unos rojos de cojones”, versa el escrito. Y apunta: “Cuando usted grita ¡Visca Cataluña libre y soberana!, nace un fascista; cuando usted predica pobreza y sobriedad pero se compra un chalé, nace un fascista; cuando una parlamentaria de Podemos retira la bandera española del Parlament catalán, nace un fascista...”.

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