¿Qué hacer en caso de una picadura de medusa, especialmente de la Pelagia Noctiluca?

Lo más eficaz es no acercarse a ellas, ni tocarlas ni sacarlas el agua, pero si no se puede evitar que te acabe picando, hay una serie de cuidados a tener en cuenta

Avistan en varias playas de Málaga una de las medusas más peligrosas del Mediterráneo

Un bañista muestra una medusa  que ha cogido con su pala.
Un bañista muestra una medusa que ha cogido con su pala. / M. H.

Málaga/Las picaduras de medusas son uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrentan los bañistas cada verano. Algunas únicamente provocan una leve picazón, pero otras son bastante urticantes y pueden aguar las vacaciones a cualquiera. En las playas de Málaga son varios los tipos de medusas que pueden encontrarse, de distintos tamaños y peligrosidad. La más común es la Pelagia Noctiluca, una de las más peligrosas del mediterráneo por los riesgos que entrañan sus picaduras, pero no es la única.

Las medusas, por sí solas, tienen poca capacidad de movimiento, por lo que son las corrientes del mar, el viento y el oleaje lo que hace que se produzcan las migraciones de estos invertebrados. Por lo general, en el caso de la provincia de Málaga, el viento de levante facilita su llegada a las playas y el poniente las aleja, aunque esta teoría puede variar en función de la zona concreta.

Esta especie ha sido localizada recientemente este verano en aguas de la costa malagueña, desde las playas de Calahonda (Mijas) hasta Torre del Mar, además de en aguas de la bahía norte de Ceuta en el entorno de la zona del Sarchal así como en zonas de la costa de Torreguadiaro (Cádiz). Aunque, en realidad, esta especie es una vieja conocida en las playas malagueñas, por lo que no está de más recordar qué hacer si te pica una Pelagia Noctiluca.

Además de la Pelegia Noctiluca, o medusa clavel, también son cada vez mas frecuentes en las playas de la Costa del Sol la Rhizostoma luteum y la Rhizostoma pulmo, también llamada agua cuajada o aguamala. Las dos últimas, de mayor tamaño, son más inofensivas y con picaduras menos graves para los bañistas, mientras que la Pelagia Noctiluca, más pequeñita y de color rojizo, provoca una picadura muy urticante.

Cómo es la picadura de la medusa 'Pelagia Noctiluca'

Esta medusa, también llamada "medusa clavel" o "medusa luminiscente", se caracteriza por un color rosado o rojizo. Comparada con otras especies, es de las más pequeñas, pues mide unos de 20 centímetros de diámetro. Tiene una umbrela semiesférica, algo palanada con cuatro largos, festoneados y robustos tentáculos orales. En el borde de la umbrela presenta 16 lóbulos periféricos, alargados y de contorno redondeado. Tiene 16 tentáculos marginales que pueden llegar a tener desplegados una longitud superior a los 20 centímetros., y toda la superficie de la umbrela, brazos orales y tentáculos está recubierta de verrugas que corresponden a acumulaciones de cnidocistos (que segregan una sustancia urticante).

Con todo esto, su picadura puede durar un par de días y dejar permanentemente el área afectada visiblemente más grande que el resto del cuerpo, incluso producir una cicatriz. Además, la picadura es más dolorosa que la de cualquier otra especie, y según la persona, puede generar desde una leve hinchazón hasta erupciones o síntomas más graves.

La proliferación de este tipo de medusa se asocia con el incremento de la temperatura del agua, la contaminación marina o una menor depredación por la disminución en el número de predadores naturales como la tortuga boba o el atún rojo. Este especie se distribuye por el Atlántico y el Mediterráneo pero los expertos han alertado que puede llegar a la línea de costa impidiendo el baño por su naturaleza urticante de sus tentáculos.

Qué hacer si te pica una medusa en la playa

Contra las picaduras de medusas lo más eficaz es no acercarse a ellas, ni tocarlas ni sacarlas el agua. Es decir, evitar cualquier tipo de contacto. Aún así, muchas veces es inevitable toparse con alguna y que te acabe picando, en estos casos, los primeros cuidados son los más importantes.

Se debe inactivar los cnidocitos que hayan podido quedar adheridos a la zona afectada, extraer restos que pueden contenerlos, mitigar el dolor y procurar la desinfección de las lesiones. Así, el primer consejo que dan los expertos es lavar la zona con agua marina, nunca con agua dulce. Además, hay que quitar los restos o trozos que pudieran quedar de los tentáculos de la medusa con una tarjeta de plástico o un elemento similar, nunca con la mano o, en cualquier caso, si se hace con la mano debe estar protegida.

Otra cosa a tener en cuenta es que nunca hay que rascar ni frotar la zona afectada, ni siquiera con una toalla o arena. Para aliviar el dolor se aplica frío, durante 15 minutos, sin frotar. Si se usa hielo, no se debe aplicar directamente sobre la piel -una solución puede ser utilizar una bolsa de plástico con trozos de hielo en su interior-.

Tampoco se debe aplicar amoniaco, vinagre u orines. Y para desinfectar la herida lo mejor es usar alcohol yodado dos o tres veces al día durante 48 o 72 horas. Normalmente, puede quedar una herida abierta que se puede infectar. Por tanto, es necesario proteger la herida con pomadas antihistamínicas hasta que la herida cicatrice.

En caso de que haya síntomas como náuseas, vómitos, mareos, calambres musculares, cefaleas o malestar generalizado, hay que acudir al hospital más próximo e informar, si es posible, del tipo de medusa que produjo la picadura.

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