Málaga

Una quincena de ampas de Málaga se alían para pedir más recursos de apoyo educativo

  • Asociaciones de madres y padres reclaman el aumento de especialistas para atender a niños con necesidades específicas

Madres presentan en el registro de la Delegación de Educación hojas de firmas.

Madres presentan en el registro de la Delegación de Educación hojas de firmas.

Hasta ahora las familias de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) caminaban muy solas. En sus respectivos centros escolares se enfrentaban a sus propios problemas, que realmente eran y son muy similares en los demás colegios e institutos. Ahora se está uniendo y ya hay una quincena de asociaciones de padres y madres que se han aliado para reclamar una mayor dotación presupuestaria, lo que se traduciría en más recursos humanos.

Aseguran que se recorta en educación, que se comparten los recursos aunque el escolar necesite atención individualizada y que no se hace la integración real en el aula porque se les saca para crear grupos heterogéneos y ahorrar en personal.

“Nos dirigimos al origen del problema, que es la dotación económica”, comenta Inmaculada García, miembro del AMPA del colegio Pintor Félix Revello de Toro. En su centro, la asociación de madres y padres ha creado una comisión de inclusión de niños con NEAE “para intentar que esas quejas que se escuchan en los pasillos tengan una canalización oficial dentro del colegio y que tengan una respuesta de padres a padres, creando un movimiento solidario”, apunta.

“Queremos que el presupuesto para educación aumente, que se saquen plazas de orientadores, de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje”, señala Inmaculada García. Esta madre subraya que los orientadores ahora mismo solo están regulados para Secundaria. “En Primaria no existe esa obligación, puede haber uno, que normalmente se comparte por zonas y se distribuyen el trabajo en función de las necesidades de los colegios”, agrega.

Los colectivos de orientadores consideran que debería de haber uno por cada 250 alumnos, “pero la ratio no está fijada, no la regulan y así no tienen que responder ante las familias, estamos en un limbo”, estima García.

Su hijo Arturo, de 8 años, tiene trastorno del espectro autista y altas capacidades. Tiene asignados 45 minutos a la semana de Audición y Lenguaje en grupo con otros dos alumnos, uno de ellos tres años mayor. “Mientras que lo sacan de clase y lo orientan no dan más de media hora, eso es todo lo que recibe en el colegio”, agrega. De 750 alumnos que tiene el colegio, un 12%, casi un centenar, tiene NEAE. “Haría falta al menos un orientador y una PT más”, considera esta madre.

Recogida de apoyos en el CEIP Félix Revello de Toro. Recogida de apoyos en el CEIP Félix Revello de Toro.

Recogida de apoyos en el CEIP Félix Revello de Toro.

Las dos hijas de Lucía González tienen NEAE. “El gran problema de estos grupos de apoyo es que hay niños de distintos niveles y que cuando las sacas de clase se quedan con un desfase en la asignatura que luego tienen que recuperar”, afirma y señala que “nuestros hijos son los incomprendidos, los bichos raros que salen del aula sin que se explique el motivo, que tienen un comportamiento que muchos no entienden”. Y a cambiar esto, considera, no ayuda la falta de recursos humanos.

Inmaculada García también señala que “estos niños requieren un traje a medida, no puedes coger un protocolo estándar e intentar que todos pasen por el mismo”. Y destaca el aumento exponencial de los diagnósticos de necesidades específicas de apoyo educativo, por lo que las ratios creen haciendo aún más difícil el día a día de estos menores.

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